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España negocia con sus socios europeos una flexibilización del objetivo de díéficit público para 2013, que podría situarse en el entorno del seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), revelaron medios periodísticos.
Esta nueva cifra de díéficit será incluida en el programa de estabilidad que el gobierno conservador de Mariano Rajoy remitirá a la Unión Europea (UE) a mediados de este mes, según la agencia de noticias Europa Press.
El pasado 27 de marzo, la administración del derechista Partido Popular revisó al alza el díéficit público en 2012, al situarlo en 6,98 por ciento del PIB, frente al 6,74 por ciento inicialmente anunciado.
La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, explicó entonces que el Ministerio de Hacienda ajustó el dato tras aplicar un nuevo criterio metodológico propuesto por Eurostat, la oficina estadística de la UE.
Sin embargo, la Comisión Europea (CE, Ejecutivo comunitario) aclaró un día despuíés que esa modificación no se debió a un cambio en la metodología aplicada por Eurostat, sino a que la norma utilizada por Madrid para computar devoluciones fiscales era incorrecta.
Hace una semana, el Banco de España vaticinó que el díéficit público se reducirá al seis por ciento en 2013 y al 5,9 por ciento del PIB en 2014, lejos de lo exigido por Bruselas para ambos ejercicios (4,5 y 2,8 por ciento, respectivamente).
En sus previsiones, la entidad central estimó que la economía de este país ibíérico se contraerá 1,5 por ciento en este ejercicio -frente al descenso de 1,37 por ciento registrado en 2012-, antes de experimentar una modesta recuperación de 0,6 por ciento en 2014.
Los pronósticos de la institución son más pesimistas que los del Gobierno, que apuntan a un desplome de 0,5 por ciento del PIB este año y a un crecimiento de 1,2 por ciento el próximo, aunque Rajoy ya anticipó una revisión del cuadro macroeconómico.