El grupo sueco de telecomunicaciones Teliasonera, poseedor del 76,6% de la compañía Yoigo ha descartado descarta la venta de su filial española a Vodafone y Orange por la falta de entendimiento en sus ofertas, aunque ambas habrían llegado a acordar el pago de los 1.000 millones de euros que pedía el grupo por Yoigo, sin embargo las condiciones impouestas por Vodafone y Orange harían bajar mucho ese importe en caso de regulación. "Como este requisito no se ha cumplido, se ha interrumpido el proceso de venta y esperamos continuar desarrollando la compañía", ha afirmado Per-Ane Blomquist, CEO de Teliasonera.
Según la compañía estos acuerdos no reflejaban "todo su potencial de futuro", según ha explicado el grupo sueco esta mañana en una nota de prensa, ante lo que ha insistido en continuar con su "desarrollo". Yoigo, que alcanzó los 3,7 millones de clientes a cierre de 2012, ha disfrutado de una "impresionante expansión" desde que fue lanzado en 2006, ha resaltado Teliasonera.
El consejero delegado de Teliasonera, Per-Ane Blomquist, ha explicado que, si bien Yoigo tiene un "gran potencial" de desarrollo, la firma decidió venderlo al no ajustarse "exactamente" su estrategia de mercado con las otras operaciones del grupo siempre y cuando se les ofreciera un precio que refleje "plenamente su potencial futuro".
El principal problema con el que se ha encontrado el grupo sueco vendría de las condiciones impuestas tanto por Vodafone como por Orange para cerrar el acuerdo, en el que trataría de proteger a los compradores en el caso de que los reguladores de competencia interviniesen las frecuencias, ante lo que bajaría el importe a desembolsar.
Y es que la compra de Yoigo desequilibraría el actual panorama móvil en España, teniendo en cuenta que si la compra la realizase Vodafone, la compañía resultante tendría un tamaño similar al que tiene la operadora móvil de Telefónica, Movistar, que lidera el mercado por número de líneas. Mientras que hubiese sido Orange la que comprase Yoigo se emparejaría con el actual nivel que tiene Vodafone, segunda en el mercado nacional.
Ante este volumen y cambio en el panorama móvil español, Joaquín Almunia, vicepresidente y comisario Europeo de Competencia, alertó en diciembre de los "riesgos que plantea una mayor concentración en el mercado de la telefonía móvil. (...) Un peligro que no puede ignorarse".
Además, Teliasonera no tiene especial urgencia por vender su filial española, sino que respondía más a una decisión estratíégica de la compañía fruto de las particularidades del desarrollo del negocio español, que se alejaba del trabajo de la empresa sueca en regiones al norte de Europa. Aún así, mañana se celebra la junta de accionistas de la compañía, en la que según el diario se prevíé que se renueve a gran parte del consejo, con lo que se podría confirmar así las palabras de Eduardo Taulet, CEO de Yoigo, en noviembre: "todavía nos queda mucha guerra que dar en el mercado español".