El nuevo impuesto a los juegos, el que grava con un 20 por ciento los premios mayores de 2.500 euros, está haciendo mella en las ventas de Loterías y Apuestas del Estado. Según sus propios datos, durante las primeras 13 semanas del año la facturación por los juegos vendidos a travíés de terminal, como primitiva, euromillones o quinielas, ha caído el 9,86 por ciento.
Las estimaciones acerca de la facturación en Lotería Nacional tampoco se alejan de estos porcentajes, ya que se calcula que la del último sorteo de El Niño, el segundo más importante del año y el de más ventas en el primer trimestre, ha bajado en un 12%.
Este porcentaje, aunque menor que el que se registra en otros subsectores del juego en España, contrasta con el descenso del 4,8 por ciento registrado en todos los juegos de Loterías y Apuestas del Estado durante el año pasado.
Según la opinión de algunos expertos consultados, la aceleración de la caída hay que buscarla en dos factores. En primer lugar, a la persistencia de la crisis, que hace que el jugador destine cada vez menos cantidades a los juegos de azar, y en segundo lugar, a la introducción del impuesto del 20 por ciento, que sería el que explicaría que no sólo persista una disminución de la facturación, sino de que el ritmo de descenso se haya duplicado en los primeros tres meses del año.
Además, señalan estas mismas fuentes, tan sólo el anuncio efectuado por el Gobierno en septiembre pasado, acerca de la introducción del tributo a partir de enero de 2013, tuvo un efecto adverso en las ventas de díécimos de la Lotería Extraordinaria de Navidad.
Eso explicaría que las ventas de ese sorteo bajaran un 8 por ciento, por encima del descenso registrado hasta entonces. Hay que pensar que la Lotería Nacional representa cerca del 54 por ciento de toda la recaudación de Loterías y Apuestas del Estado, y que dentro de Lotería Nacional, el Sorteo Extraordinario de Navidad representa aproximadamente la mitad de todas las ventas.
Desde 2008, año en que se empezó a notar los efectos de la crisis económica, hasta 2011, las ventas de los juegos de Loterías y Apuestas del Estado acumulaban una caída del 3,2 por ciento. El año pasado, un periodo en que se agravó la crisis y en la que se anunció la introducción del impuesto a los grandes premios, la caída fue mayor que la de la suma de los tres ejercicios anteriores, ya que el descenso alcanzó el 4,8 por ciento.
Desde Anapal, Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías, su director de estudios, Pedro Lamata, apunta que la introducción del impuesto "no facilita la venta de juegos del Estado", aunque tambiíén recalca que, a pesar de este gravamen y de la crisis económica, Loterías y Apuestas del Estado es el sector del juego que mejor resiste en ventas.
Esta asociación, según recoge el último número de su boletín, dirigió una carta el pasado 5 de febrero al secretario de Estado de Hacienda y Administraciones Públicas, Miguel Ferríé, "para denunciar la nefasta repercusión del gravamen del 20 por ciento sobre los premios de Loterías en las ventas de los juegos del Estado".
La recaudación anual de estos juegos ronda los 9.700 millones de euros, antes del reparto de premios. De media (ya que los juegos destinan distintos porcentajes de las ventas a premios) se destinan a premios un 62 por ciento de esta recaudación, por lo que Hacienda obtiene directamente unos 3.680 millones de euros por la actividad de Loterías y Apuestas del Estado.
A esto habría que sumar el 20 por ciento de los premios mayores de 2.500 euros, una cifra difícil de calcular, en opinión de algunos expertos consultados, pero que el Cristóbal Montoro estimó, al anunciar su implantación, en unos 824 millones de euros.
Según el ministro de Hacienda, el impuesto afectará al 40 por ciento de los premios, que son los que superan los 2.500 euros.
Si la caída del primer trimestre se mantiene durante todo el ejercicio, la facturación antes de premios menguaría en unos 970 millones al año, por lo que Hacienda dejaría de recaudar unos 370 millones.
Además, si los grandes premios suponen el 40 por ciento del total y son gravados con el 20 por ciento, Hacienda obtendría de ellos 433 millones de euros. Es decir, con el efecto de la caída en ventas, el volumen de fondos que obtendría Hacienda sólo representaría 63 millones más que el año pasado.
Para algunos expertos, el malestar de los jugadores de Loterías y Apuestas del Estado se podría haber evitado disminuyendo en algunos puntos el porcentaje de la recaudación destinado a premios, lo que no habría deteriorado la fidelidad en este tipo de juegos y, a la vez, se habría incrementado la recaudación de Hacienda.