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Autor Tema: Los niños de la nueva Era. ¿Indigo? ¿Cristal?  (Leído 1633 veces)

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Los niños de la nueva Era. ¿Indigo? ¿Cristal?
« en: Agosto 27, 2013, 07:25:30 pm »
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APRENDAMOS SIN OBSESIONARNOS CON LAS ETIQUETAS ¿SOY INDIGO? ¿ES CRISTAL?
Los Niños de Hoy, Niños índigo y Cristal, ¿Quienes son? Llegan a la tierra, traen mensajes de conciencia y expansión. Traen consigo una gran madurez espiritual. Saben a donde van, y hasta algunos tienen destellos del lugar de donde provienen.

Traen enseñanzas, proponen cambios. Tienen una gran misión: recordarnos quienes somos; vienen a despertarnos de los sueños materiales en los cuales nos hemos dormido.
Su impulso espiritual los empuja a hacer, a decir y a actuar.

Son los Niños de Hoy, los Nuevos Niños. Grandes seres espirituales jugando a ser niños. El amor los impulsa, buscan cambiar la tierra, cambiar al hombre, transformar la realidad.

Quien quiera reconocer a estos niños, simplemente mí­relos a los ojos, su transparencia y pureza desnuda el alma de quien los mira. Miran fijo, de forma sabia y madura.

Cuando se está frente a un nuevo niño, la emoción desborda el corazón, dentro se despierta un sensación de reverencia y respeto por íél.

Igualmente no siempre sucede esto, muchos adultos están tan inmersos en sus mundos de problemas y preocupaciones, que estos niños pasan desapercibidos. Pero aun así­ ellos actúan, actúan aun más con esas personas. Si sus miradas no encuentran eco, entonces golpearán sus puertas, y si nadie corre a abrirles, permanecerán presentes hasta que alguien los invite a pasar.

Pero la espera a veces se hace larga, se hace eterna, y comienzan a olvidar lo que han venido a decir. La alegrí­a y amor de estos niños puede llegar a cambiar el mundo, pero sus auras se están tiñendo y contaminando, necesitan de nosotros… Ahora es tiempo de abrir los ojos. Vea al niño que está a su lado, y pregúntese quíé vendrá a decirle.

El niño y la espiritualidad

Hay muchas teorí­as que hablan de niños índigo y Cristal. Nos podemos preguntar: ¿Quienes son los niños í­ndigo?, ¿Y quienes los niños Cristal? O bien podemos preguntar: ¿Quíé es la energí­a í­ndigo? ¿Y quíé es la energí­a Cristal?

Prefiero enfocar el tema desde el punto de vista de la energí­a más que el de los niños, porque de esta manera lo despersonifico, y podríé hablar no sólo de los niños, sino tambiíén de adultos.

En la tierra hay almas de todos los niveles evolutivos, razón por la cual existen diferencias abismales en intereses, gustos, afinidades entre una persona y otra.

Cuando digo “índigo y Cristal”, hablo de las energí­as que traen los seres nuevos, y cuando digo “nuevos”, no me refiero a la edad, sino a las almas nuevas que están hoy en la tierra.

Por lo tanto estos tíérminos no solo nos hablan de los niños, sino de todas aquellas personas, sin importar la edad, que han venido con un propósito bien definido, y la energí­a que traen los ayudará a llevarlo a cabo.

Son seres con una energí­a diferente a la de otros, ni mejor ni peor, solo diferente, porque todos los seres son igual de importantes y necesarios, si cada uno cumple con su parte y no se olvida a quíé vino.

Estos seres nuevos, están en este mundo pero muchas veces se sienten ajenos a íél, sienten una gran melancolí­a porque saben que hay algo más y no saben como alcanzarlo. Son seres que se angustian al ver el mundo como está, y buscan las posibilidades de cambiarlo.

La energí­a índigo

Muchos seres que hoy están en la tierra tienen esta energí­a.
Es una energí­a rebelde, cuestionada por las masas, rompedora de estructuras familiares, culturales, religiosas.

Son seres que no se adaptan a modelos preestablecidos, sufren cuando se los quiere encasillar en alguno, y la forma que encuentran para defenderse de ellos, es a travíés de la rebeldí­a.
Estos seres quieren diferenciarse, luchan por no ser iguales a todos.

Están despiertos, muchos conscientemente, es decir saben lo que quieren, a donde van y quíé quieren lograr. Aceptan las elecciones de los demás aunque no estíén de acuerdo con ellas, pero están firmes en su propósito.

Otros, están despiertos tambiíén, pero no son conscientes de la energí­a que traen, y muchas veces la desperdician queriendo cambiar a los demás o a los lugares en donde se encuentran. Desperdician su energí­a y potencial, intentando cambiar la vida de los otros forzadamente.

¿Como reconocer a un adulto con energí­a í­ndigo?

Es muy simple, no estará quieto ante una injusticia. En su trabajo, por ejemplo, no se dejará sobrepasar por sus “superiores”, defenderá su postura si la cree justa para íél y para los otros.
No se dejará engañar, no mentirá, y si lo hizo por alguna inconsciencia del momento, no se lo perdonará fácilmente y buscará remediar el error.

Son seres leales. Idealistas y defensores del bien común. La energí­a índigo es muy necesaria en el mundo en que estamos viviendo, pero a veces, estos seres se identifican tanto con el “soy rebelde y peleador”, que no logran encontrar otros caminos para solucionar los problemas que se les presentan.

Tiene que lograr encontrar el equilibrio, y actuar con la energí­a justa para cada situación, no siempre con la misma. Y a la vez, deben aprender a usar otras herramientas, otros dones que traen a desarrollar.

Si solo actúan por el impulso de identificarse con el “soy rebelde y peleador”, no dejará de ser un personaje más de tantos otros que los humanos se arman, por temor a mostrarse tal cual son.

La energí­a í­ndigo, como dije anteriormente, es necesaria muchas veces, pero no siempre.
El mundo está pidiendo otra cosa, pide equilibrio, pide la rebeldí­a solo cuando es necesaria, y la humildad para poder encontrarse con el otro, corazón a corazón, alma a alma, sin personajes de por medio.

Se necesita paz, no guerra. Se necesita amor, no conflictos. Entonces esta energí­a puede ser justiciera, pero amorosa. Un ser í­ndigo puede tener un guerrero dentro, pero un guerrero espiritual, no un guerrero del ego.

Si usted se siente identificado con estás caracterí­sticas, obsíérvese en su dí­a a dí­a. Vea cuando actúa impulsivamente sin detenerse sentir la sabidurí­a de su alma.

Sea una persona autíéntica. Defienda lo que siente pero sin desestabilizarse, sin perder su centro de equilibrio. No entregue toda su energí­a, solo lo justo que requiera la situación.

Los niños índigo o la energí­a índigo de los niños

Un niño con esta energí­a, exigirá a sus educadores, maestros o padres, no ser visto como uno más del montón; exigirá formas dinámicas de aprender. Querrá todas las respuestas, y no solo esto, querrá escuchar la verdad siempre.

Estos niños son muy exigentes consigo mismos y con el entorno. Cuentan con un exceso de energí­a que hace que a menudo no encuentren los mejores medios para exigir lo que merecen. Cuando se encuentran inconformes con lo que les ofrecen, fácilmente se desví­an hacia la rebeldí­a o agresividad.

No aceptan órdenes impuestas, y cuando se encuentran ante personas autoritarias, se muestran desinteresados y cuestionadores. No aceptarán un “No porque no”.

Quien quiera llegar verdaderamente al alma de estos niños, deberá “ganarse” ese privilegio. No es simple conquistar su amor, ni calmarlo fácilmente. Deberán escucharlo, verlo, comprenderlo sinceramente, y ahí­ lo conocerán. í‰l se entregará al adulto, cuando el adulto se entregue a íél.

Estos niños no querrán ser tomados como chiquillos que nada entienden y que nada saben, querrán una relación simíétrica, donde todos se respeten desde el lugar en donde están.
Querrán jugar, y aprender jugando.

Defenderán a otros niños de apariencia “más díébil” que ellos. Se quedarán con menos, con tal de dar a los demás. Estos nuevos seres disfrutan plenamente la naturaleza, poseen una conexión y percepción de ella que nadie les enseñó o pudo enseñar.
Sensibles, pero no díébiles, porque la energí­a que traen los ayudará a enfrentarse al mundo.
Amorosos, concretos, y a veces, muy terrenales.
CONFUSIí“N BASADA EN LOS Tí‰RMINOS, CONCEPTOS Y CLASIFICACIONES
A muchos padres y adultos les surge una misma duda. Una duda que va y viene de persona en persona: “¿soy í­ndigo?” “¿soy cristal?” “¿mi hijo es í­ndigo o cristal?”

Por supuesto que estas energí­as, a veces llamadas "índigo o Cristal", de una manera u otra forman parte de todos nosotros. Hay adultos, hay niños, personas de todas las edades sintiíéndose diferentes, sintiíéndose ajenos a este mundo y con una búsqueda espiritual muy presente. Estos seres existen, son seres espirituales respirando en la tierra. Son seres que mal comprendidos pueden ser llamados enfermos o con ciertos díéficits. Y para que el mundo no los mal catalogue se los ha llamado “índigo o Cristal”, tíérminos que pueden ayudar a comprenderlos y guiarlos con mayor conciencia. Pero he aquí­ la confusión: ¿Quíé es lo verdaderamente importante de sentirse diferente? ¿Quíé es lo verdaderamente profundo de pensar o sentirse índigo o Cristal? Mal comprendidos, estos tíérminos pueden llevar a más separación entre las personas en lugar de traer claridad y Unidad.

Muchas veces detrás de estos tíérminos se esconde una búsqueda superficial, una búsqueda que no proviene del alma sino de la necesidad del ego de "pertenecer" y sentirse superior.
Todos somos importantes, únicos. Todos somos seres espirituales despertando cada dí­a a una nueva conciencia.

Debido a esta confusión, o a esta forma de abordar los temas índigo y Cristal, siento necesario compartir un artí­culo. Espero que les traiga claridad en su camino.
Afectuosamente, Nancy Ortiz

Confusión basada en los tíérminos, conceptos y clasificaciones.

Es maravilloso saber de estos nuevos niños. Saber de su existencia nos permitirá cuidarlos y estar alertas a sus necesidades. Sin embargo está sucediendo que la información sobrepasa la capacidad de la mente y muchas personas comienzan a confundirse en los tíérminos: “índigo o Cristal”, dejando de apreciar al niño por el solo hecho de ser niño.

Paso a explicar quíé quiero decir con esto. índigo y cristal, son tíérminos que nos han ayudado mucho a descubrir a los niños de hoy. Son tíérminos, que por supuesto, dicen grandes verdades, pero no hay que estancarse en la forma.

Me refiero cuando por ejemplo un padre cataloga a su niño diciendo: “Mi niño es í­ndigo”, “mi hijo es Cristal”, “¿quíé puedo hacer? mi hijo es especial”.

Esto es limitarse al tíérmino, a la simple palabra: “índigo o Cristal”. Sin darse cuenta, lo único que generan, son bloqueos de la verdadera pureza y fluidez del niño.

El niño de hoy es especial y tiene mucho para darnos, pero no debemos estancarnos en la clasificación porque esto es lo que nos aleja de la verdadera esencia de lo que significa í­ndigo o cristal.

Nos aleja porque interiormente pensamos “mi niño es diferente a los demás”. Por lo tanto algo que deberí­a trabajar para la luz, para aclarar el camino de los seres, confunde, crea separación.
Por ello considero que es solo un tíérmino sin importancia cuando es mal utilizado o cuando carga al niño de responsabilidades que no deberí­a.

Síé de muchos padres que les cuentan a sus niños que son í­ndigo o cristal. Quizás lo hacen porque quieren ayudarlo, pero el niño no está preparado para entender desde la mente lo que significa esto.

El niño tan solo Es, y ahí­ se ve la verdadera magia. Entonces comunicarle al niño que es í­ndigo o cristal, es contraproducente. Puede generarle mucha confusión, condicionarlo y bloquearle la magia innata que trae.

¿Por quíé puede bloquearlo? El niño para seguir siendo aceptado, amado y para seguir satisfaciendo a sus padres, creará, conciente o inconcientemente, situaciones donde les demuestre lo especial que es. Inventará historias, sueños, hará preguntas planeadas, entre otras cosas; cuando en realidad todo esto no es necesario, porque el niño está inmerso en una historia, en un cuento de hadas, duendes, luces y fantasí­as.

No hay nada que inventar, solo hay que dejarlo salir. ¿Por quíé se crea tanta confusión ante estos tíérminos nuevos que aparecen para ayudarnos y aclarar nuestras dudas?
El niño, y la inmadurez Espiritual del adulto.

Todos estamos en un camino de búsqueda, de querer encontrar la Verdad. Se puede buscar este camino dejándose fluir, dejando que el Universo nos guí­e hacia esta Verdad; o se puede encontrar el camino, iniciándose en alguna tíécnica espiritual ya sea de meditación o tantas otras que hay hoy, la cual puede llevarlo a un estado de conciencia superior y de comprensión mayor. Tambiíén se puede buscar esta Verdad a travíés de la lectura de libros, de información de Internet y de otros medios.

Todo es válido, a cada uno le llega lo que necesita. Cada uno encuentra el camino que lo llevará a la verdad. Pero ¿quíé sucede si la mente domina esta búsqueda? ¿Si somos herramientas de la mente y no ella una herramienta nuestra?, ¿si somos ví­ctimas del ego?

La mente y el ego son una parte necesaria del humano, pero siempre debemos observarlas porque es el alma la que debe guiar nuestras vidas. La mente y el ego están condicionados por el miedo, siempre buscarán reforzarse por temor a su disolución. En cambio el alma siempre Es, y no hay lugar allí­ para el temor.

Toda búsqueda desde el alma será humilde, toda búsqueda desde el ego y la mente, posiblemente desviará y sumará más confusión. Entonces, si la búsqueda parte desde el ego y no desde la humildad, toda tíécnica que nos lleve a saber más, toda la información que hallemos, reforzará una parte superficial, una parte que en profundidad no somos.

Armaremos una falsa identidad, buscando ser seres “especiales”. Vamos a querer que todo lo que sabemos que existe, hable de nosotros. Vamos a buscar mentalmente las "coincidencias" presionando el fluir y estancándonos en la forma.

Y si esto sucede con una persona que tiene hijos, esta ansiedad y falsa identidad va a ser trasladada hacia los niños. Querrán que sean “especiales”, forzando su naturaleza, sin poder apreciar lo que ya Son siendo niños.

¿Por quíé sucede esto? Muchos padres quieren que sus hijos "sean í­ndigo o cristal". Buscan que las caracterí­sticas que describen a estos seres, sean las que describan a sus hijos.

Desde ya que estas energí­as de una u otra forma están presentes en los niños de hoy, pero estos padres suelen perder de vista la razón por la cual necesitan saber el origen de sus niños. Ya no los impulsa el saber para acompañarlos y comprenderlos, sino que necesitan realizarse en ellos.
Solo desean saberlo para sentirse especiales ellos.

¿Y a quien ayuda a crecer esta mentira? A nadie. Nadie sale beneficiado. El niño sufre porque se siente condicionado, y el padre se engaña a si mismo creyendo haber llegado a la verdad, no pudiendo ver que la Verdad siempre estuvo ante sus ojos.

¿Como se puede dar cuenta si está fluyendo naturalmente con su hijo, o si no lo esta encasillando, y por ende, condicionando? Posiblemente no tendrá necesidad de saber quíé es su hijo, ni cómo clasificarlo, sino que solo tendrá la necesidad de que sea feliz, de que crezca plenamente.

Pero aun así­, si necesita saber el origen de su niño, en silencio buscará las respuestas, pero las guardará en su corazón. Lo especial fluye y sale del alma del niño por si solo. No hace falta presionar, el niño es espiritual de por si, y esta espiritualidad es diferente en cada niño. Esto lo hace único.

Si la búsqueda es sincera, temas como “índigo y Cristal” le aportarán crecimiento. Tenemos que lograr llegar a esta Madurez Espiritual. Hay mucha información, mucho falso estí­mulo, y esto puede desequilibrarnos espiritualmente, pero a la vez, nos puede ayudar a discernir conscientemente entre aquello que aporta verdaderamente a nuestro crecimiento y aquello que no.

Esta Madurez Espiritual proviene
de la Paz interior, de no necesitar pertenecer a ningún lugar para sentirse completo. Esta madurez llegará a usted, ni siquiera hay que buscarla, pero podrá facilitar su llegada, haciendo consciente su parte inmadura, su parte egóica que necesita “pertenecer” para sentirse segura.
Sea sincero con usted, camine en paz.
 
Nancy Ortiz
Este artí­culo pertenece al Curso a Distancia: “Los Niños de Hoy”.
Aportado por: Nancy Ortiz: www.caminosalser.com/nancyortiz
Creadora de la "Propuesta CaminosAlSer para padres y/o familiares de Nuevos Niños", en la sección "Indigo y Cristal".
FUENTE:
http://www.caminosalser.com/485-indigocristal/confusion-basada-en-los-terminos-conceptos-y-clasificaciones/



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Re: Los niños de la nueva Era. ¿Indigo? ¿Cristal?
« Respuesta #1 en: Agosto 27, 2013, 08:31:23 pm »
Cí“MO AYUDAR A LOS NIí‘OS DE LA NUEVA ERA

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Como veis no hablo de í­ndigo o cristal porque no es necesario etiquetar a los niños, eso los puede hacer sentirse diferentes a su entorno y debemos evitar esto. Recordemos que muchos de nosotros, si hacemos caso a estas etiquetas tambiíén somos adultos í­ndigo o cristal, pero recordemos la Unicidad, que todos somos Uno, y todos estamos haciendo la misma misión, que es recordar quienes somos, sanar nuestras deudas karmáticas y seguir evolucionando, pues trabajando desde el interior cambiaremos el exterior. Y La energí­a del amor es sólo una, sin nombres. Sin embargo, en esta web encontraríéis inevitablemente artí­culos donde se habla de los tíérminos í­ndigo y cristal, pues es así­ como se empezó hace díécadas a hablar de ellos.
 
¿Quiíénes son? Son los niños que están naciendo desde unos años para acá con un información activa, ¿quíé quiere decir activa? Pues con recuerdos más vivos sobre quiíénes somos, de donde venimos, con facultades despiertas...Esta información está en el ADN de cada cíélula de nuestro cuerpo y poco a poco se está produciendo en todas las personas la activación de hebras en el ADN que antes estaban dormidas, pero ahora los niños nacen con parte de ese ADN ya activo. Hay niños de 3 años que pueden tener recuerdos del Universo, otros niños pueden recordar el momento en el que eligieron a sus padres antes de venir aquí­. Tambiíén hay niños que si prestas atención a sus dibujos pueden dibujar a las personas con el aura de un color especifico... ¿Y por quíé? Porque el cambio de frecuencia y de vibración, lo que se conoce como Ascensión, que empezó a ocurrir ya hace muchos años, ahora se está acelerando, y eso hace que cada vez mas personas recuerden su origen y quiíénes somos para prepararnos interiormente y conectar con nosotros mismos. Ahora están naciendo cada vez mas niños con “dones “ despiertos porque es lo que toca ahora, es una valiosa ayuda para el gran cambio.
 
Antes de venir aquí­ decidimos quíé experiencias vamos a vivir, tanto positivas como negativas para ver si somos capaces de superarlas (relacionadas con la salud, el dinero, las relaciones....), es el juego de las reeencarnaciones, y tambiíén elegimos a nuestra familia. Pues estos niños tambiíén eligen a sus papás y los eligen según lo que quieren experimentar, igual que nosotros. Seguramente tienen algún tipo de relación karmática con la familia y han venido para sanarla a su modo, porque ahora es el momento de resolver todo esto si no queremos continuar con la rueda de reencarnaciones. En cómo lo harán no nos preocupemos, ellos saben cómo hacerlo, digamos que es una misión individual. Es la misión que todos tenemos, todos tenemos una individual y a la vez una colectiva, porque todos somos parte de una Unidad, pues igual ellos.
 
Sobre la misión en conjunto, la que nos afecta a todos, es en conjunto, pero cada uno va a actuar en su entorno. Con su manera de ser y con la conexión tan directa que tienen con su sabidurí­a interna hacen reflexionar a los adultos de su alrededor para ayudarles a despertar. Para que sanemos al niño interior que todos tenemos dentro y que puede estar herido, que recuperemos la inocencia de ese niño que estaba tan conectado con la esencia divina y con la verdad de todo, que es el amor !
Y tambiíén vienen para armonizar las energí­as elevadas de la tierra en este último proceso que estamos viviendo. Quieren enseñarnos de donde vienen y a manejar nuestras energí­as. Pero imagináos por un momento la dificultad que es para un alma sabia y vieja (porque ha vivido ya muchas vidas) encontrarse de repente en un cuerpo pequeñito y torpe. Ademas vienen de un sitio en el que existe la multidimensionalidad (estar en varios sitios a la vez), y aparecen en un planeta totalmente lineal (donde solo podemos hacer cosas de una en una, y el tiempo nos limita).
 
Tenemos que entender que los niños vienen con la energí­a activa pero en el cuerpo fí­sico se ralentiza. ¿Cómo ayudarles? Necesitan un cuidado especial. Y el cuidado debe ser integral, en todos sus aspectos, fí­sico y espiritual. Por el lado fí­sico, necesitan hacer ejercicio para enraizarse a la Tierra, necesitan jugar sobre todo de forma no competitiva y estar en contacto con la Naturaleza y su vibración, con las plantas, el mar.. son muy sensibles al ambiente y a todo lo que los rodea, captan e integran las energí­as de todo, incluido los alimentos que ingieren. Además son propensos a desarrollar alergias a muchas sustancias como la caseí­na de la leche, el glúten, etc.
 
Por la parte espiritual, podemos ayudarles a recordar, debemos escucharles siempre y ayudarles a expresarse porque a lo mejor por timidez no quieren contar que han sentido energí­as al entrar en un lugar, o emociones al estar al lado de una persona en particular, pueden tener sueños especiales, a los mejor con familiares fallecidos, etc y cuando ellos te cuenten que sienten o ven algo hay que reforzarle lo que te está contando, porque todos nosotros cuando hemos sido pequeños íéramos capaces de sentir energí­as alrededor de las personas, por eso llorábamos si nos acercaban a alguien y no nos gustaba, y seguramente veí­amos ángeles, etc, pero si tu entorno no cree en esto y se lo dice, al momento se olvida. En los niños, los 6 primeros años de vida son muy importantes en su desarrollo espiritual. Es lo que nos ha pasado a muchos, ahora estamos recordando y es un buen momento para la llegada de todos estos niños porque ahora pueden elegir padres que están despertando sabiendo que con su ayuda les harán más fácil su tarea poniíéndoles a su alcance por ejemplo libros, cuentos, pelí­culas, o hablando de estos temas con normalidad, llevándoles a meditaciones, talleres, etc, sobre todo normalizar su parte espiritual, podemos llevarles a una tienda de piedras o cristales, y que ellos mismos elijan las que les llama la atención, etc Podemos ayudarles a desarrollar sus aficiones, es decir, las que trabajan directamente con el corazón, como el arte, la música, la pintura, la escritura...así­ pueden expresar lo que llevan dentro. Los niños, al tener su cuerpo como rodeado de sensores lo pueden captar todo, y si la energí­a es de baja vibración se sienten mal, apagados o tristes. Podemos ayudarles con tíécnicas para aumentar la vibración cuando esto les ocurre, como es utilizando los 7 Rayos.