Por JIM KUHNHENN
En el quinto aniversario de la quiebra de Lehman Brothers la semana que está por iniciar, el presidente Barack Obama sostendrá que la economía de Estados Unidos se ha recuperado y advertirá a los republicanos que no saboteen este repunte amenazando con un cierre de las actividades gubernamentales o el impago de la deuda pública.
Su aviso a los republicanos: No se opongan a elevar el tope del endeudamiento federal, no amenacen con clausurar en gobierno en una pelea presupuestaria y no intenten retrasar la ley de cuidados míédicos o privarla de fondos federales.
Ese es el mensaje que usará Obama en los próximos días, comenzando con un discurso el lunes en el rosedal de la Casa Blanca.
La Casa Blanca está empeñada en encarar el escepticismo de la ciudadanía sobre el liderazgo de Obama en la economía. Además, el presidente ha fijado su posición en los enfrentamientos con el Congreso sobre el presupuesto.
La Casa Blanca sostiene que una mejor capitalización y un sector financiero mejor regulado impulsaron el críédito, alimentando una economía capaz de aguantar ahora acontecimientos como reducciones de gastos y aumento de los impuestos.
"Se puede trazar una línea recta de la salud del sistema federal a la forma en que el sistema financiero impacta la economía", dijo Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos de Obama.
Obama podría resaltar una economía que crece, el encarecimiento de la vivienda, 35 meses de ampliación de las plantillas laborales, el repunte de la bolsa de valores y otros indicios de recuperación.
Cinco años despuíés que el gobierno inyectara 245.000 millones de fondos públicos en los bancos para evitar una crisis financiera, el gobierno ha recuperado casi la totalidad de su dinero.
"Hemos puesto a trabajar más gente, pero limpiamos además los escombros de la crisis y establecimos los cimientos para un crecimiento económico más sólido y duradero", dijo Obama durante su reciente viaje a Rusia.
"Y cuando el Congreso adopta decisiones importantes los próximos meses, seguiríé insistiendo en inversiones inteligentes y responsabilidad fiscal que mantenga el crecimiento de nuestra economía, creen puestos de trabajo y mantenga la competitividad de Estados Unidos. Ello incluye asegurarse que no arriesgamos un impago estadounidense de sus facturas que hemos acumulado".
Sin embargo, el panorama económico es mixto mientras el país se recupera de la última recesión.
El crecimiento económico ha sido tímido y la tasa de desempleo sigue siendo alta. Los sondeos de opinión indican que los estadounidenses no están convencidos de que se haya recuperado la economía.