Por... Amilcar Morales Garcia
El gobierno francíés analizará hoy una nueva reducción del gasto público de entre cinco mil y siete mil millones de euros anuales de aquí al 2017, para cumplir las metas de austeridad impuestas por la Unión Europea.
Este proyecto, impulsado por el primer ministro Jean-Marc Ayrault, es adicional a las reducciones presupuestarias aplicadas por el ejecutivo y que sólo entre 2013 y 2014 tendrán un volumen de casi 50 mil millones de euros.
Lo que el denominado Comitíé Interministerial para la Modernización de la Acción Pública (Cimap) analizará este miíércoles es cómo evitar el uso de fondos ya aprobados, con el objetivo de contribuir al equilibrio de las finanzas estatales.
Francia debe reducir su díéficit por debajo del tres por ciento del Producto Interno Bruto a más tardar en 2015 o sufrirá sanciones económicas y su presupuesto puede quedar bajo supervisión de la Comisión Europea, lo cual lleva implícita la píérdida de soberanía.
Este compromiso debió alcanzarse en 2013, pero Bruselas dio a París un plazo adicional de dos años debido a las dificultades económicas existentes en toda la zona euro.
Una de las propuestas del Cimap es lograr economías suplementarias en temas sensibles para la población, como la lucha contra la exclusión social y mejor sistema de salud.
Entre las acciones previstas figura el uso cada vez más frecuente de las cirugías ambulatorias para disminuir el tiempo de estadía de los pacientes en los hospitales, lo cual permitiría ahorrar alrededor de 500 millones de euros.
Tambiíén se hará una evaluación de la gestión de deshechos en las comunas, que en la actualidad representa un gasto anual de ocho mil millones, y del sistema de compras del Estado.
En total hay unas 200 medidas que serán discutidas en las distintas esferas de la acción pública, entre las cuales no se descarta la reducción de personal en algunas ramas.
Según el Palacio de Matignon, como se conoce aquí a la sede del primer ministro, "cada euro público gastado, debe ser un euro útil".
Mientras, el Partido Comunista Francíés y las principales organizaciones gremiales critican el íénfasis del Gobierno en aplicar políticas de austeridad presupuestaria y el alza de impuestos, como mecanismos para salir de la crisis y reducir el díéficit.
La Confederación General del Trabajo, la mayor central sindical de Francia, estima que la mejor manera de reactivar la economía es mejorar los ingresos familiares para estimular el consumo nacional y la creación de empleos.