EFE
Portugal se prepara para volver a subastar deuda a largo plazo ocho meses despuíés de la última vez, con la expectativa de aprovechar el notable alivio de la presión de los mercados sobre los títulos lusos registrado desde que comenzó 2014.
El Tesoro portuguíés realizará esta emisión a travíés de seis entidades bancarias -Barclays, Caixa Geral, Goldman Sachs, HSBC, Morgan Stanley, Sociíétíé Generale- en un "futuro próximo", incluso antes de que acabe la semana, según coinciden varios medios lusos, algunos de los cuales avanzan que la operación tendrá lugar mañana, jueves.
El país, que se encuentra en la recta final de su rescate financiero, intentará colocar en el mercado obligaciones con vencimiento a cinco años en esta operación que será seguida muy de cerca por los analistas.
Portugal debe volver a subastar deuda a largo plazo con regularidad y a cambio de intereses sostenibles para ser capaz de recuperar su autonomía financiera, perdida en el momento en que solicitó la ayuda internacional, en mayo de 2011.
De no conseguirlo, los expertos advierten de que Lisboa podría necesitar de un segundo rescate, un escenario que descarta totalmente el Ejecutivo luso, que confía en sus posibilidades de cerrar el período de asistencia -expira en junio de 2014- con íéxito.
Desde que recibió el príéstamo de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 78.000 millones de euros -a cambio de un severo programa de ajustes y reformas aplicado prácticamente a rajatabla por su Gobierno-, el país sólo ha emitido deuda a largo plazo en dos ocasiones.
En enero de 2013 Portugal colocó 2.500 millones de euros a cinco años y al 4,89 por ciento de interíés, y pocos meses despuíés, en mayo, colocó 3.000 millones de euros con un plazo a diez años a cambio de una rentabilidad del 5,6 por ciento.
En ambos casos, la subasta fue realizada tambiíén de forma "sindicada" a travíés de varias entidades bancarias y no directamente en el mercado, como es habitual, un míétodo que permite al Tesoro negociar con anticipación con determinados inversores y reducir así los riesgos.
Detrás de la decisión del Ejecutivo de promover una nueva subasta se encuentra la abrupta caída de los intereses que penalizan la deuda portuguesa en el mercado secundario, donde se compran y venden los títulos adquiridos en emisiones públicas y que es utilizado como referencia para los analistas.
Concretamente, las obligaciones lusas a dos, cinco y diez años cotizaban hoy al 2,1, el 4 y el 5,4 por ciento, respectivamente, muy por debajo de las cifras que se registraban hace sólo una semana, cuando lo hacían en torno al 3, el 5 y el 6 por ciento.
Además, el íéxito en la primera subasta del año de Irlanda -país que fue rescatado como Portugal pero que cerró sin necesidad de más ayuda el período de asistencia financiera- y las emisiones de deuda de empresas lusas como Energías de Portugal (EDP) y la Caixa Geral de Depósitos (CGD) en este inicio de 2014 reflejan la mejora de la confianza entre los inversores