JP Morgan analiza en uno de sus últimos informes el ascenso de las políticas populistas y los acontecimientos políticos clave de 2014, que podrían minar la confianza en Europa y sus posibles implicaciones para los inversores.
Concretamente, la firma de inversión localiza seis riesgos políticos que pueden alterar los mercados en 2014. A continuación, todos los detalles. 1- Divergencias y antieuropeísmo La firma estadounidense resalta que "Europa se recupera lentamente de la peor recesión sufrida desde la segunda guerra mundial pero aún se encuentra lejos de un crecimiento sostenido". Concretamente, destaca que "la eurozona en particular registra altas tasas de desempleo y bajas tasas de inflación que alimentan las dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación". Además, el informe explica precisamente que "las duras medidas de austeridad presupuestaria han contribuido a reducir las ratios de deuda sobre PIB a costa, normalmente, del crecimiento económico y de un aumento de las tensiones sociales". Según JP Morgan, "afortunadamente, la austeridad se relajará en los próximos años", pero añade que el reto para los políticos europeos es "seguir trabajando para superar las divergencias en las políticas y en el comportamiento de las economías de la eurozona y crear un entorno más favorable al crecimiento". El análisis comenta que en varios países como Grecia, Irlanda, España, Portugal y Chipre las medidas han venido impuestas a cambio de ayuda financiera. En este contexto, "no resulta sorprendente que el sentimiento antieuropeo o antisistema haya calado más en los países sometidos a las reformas más duras o las recesiones más profundas (con la notable excepción de Irlanda)", asegura. "Este cambio político ha provocado el retraso de las reformas económicas, fiscales e institucionales. El ascenso de partidos antieuropeístas resalta el frágil equilibrio que existe dentro de la Unión Europea (UE) entre la soberanía nacional y una mayor integración supranacional y que podría poner en peligro el proceso hacia un entorno económico más próspero", sentencia el informe. 2- Un calendario electoral apretado en Europa Otro de los aspectos a tener en cuenta para JP Morgan es que en 2014 se concentran un gran número de elecciones locales, regionales, nacionales y presidenciales en toda Europa, además de las elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar en mayo. "Las elecciones al Parlamento Europeo se celebran cada cinco años y normalmente no tienen mayor relevancia, lo que se ha traducido en una participación electoral cada vez más baja. El proceso de decisión política es tan enrevesado que muchos ciudadanos piensan que los eurodiputados influye menos en la política regional que sus diputados nacionales", explica el documento. Sin embargo, a juicio de la firma estadounidense, "estos comicios serán diferentes porque se trata de los primeros desde la crisis de la eurozona y suponen una oportunidad para que los votantes opinen sobre sus líderes a nivel supranacional". Además, Bíélgica celebra elecciones federales en julio y Suecia, elecciones generales en septiembre. "Puede que estos comicios no resulten críticos para las economías en crisis pero representan hitos políticos importantes que nos permitirán evaluar el nivel de descontento con respecto a la idea de Europa", asegura el informe. En este sentido, "un aumento del sentimiento populista y antieuropeo no contribuirá a reanimar el interíés por una mayor integración monetaria y política en la región", añade. En definitiva, estas citas electorales pueden marcar, de una u otra manera, el calendario de reformas a todos los niveles. 3- El ascenso de la política populista JP Morgan alerta tambiíén del ascenso de políticas populistas en Europa. En este sentido, pone el ejemplo de los referendos celebrados recientemente en Suiza sobre inmigración (aunque Suiza no es un Estado miembro, ha firmado muchos acuerdos bilaterales con los Estados miembros) y en Lituania sobre la propiedad de tierras por parte de extranjeros, acciones que ilustran la diversidad de opiniones entre la población general, los gobiernos nacionales y los líderes paneuropeos de la UE. Para JP Morgan, "la cuestión de la inmigración, en concreto, resulta crucial, ya que afecta a uno de los pilares básicos de la UE: la libre movilidad de las personas". Y destaca que los referendos "son otra señal de cambio en las dinámicas políticas y el ascenso de las políticas populistas". El análisis comenta tambiíén que, fuera de las economías en crisis, los mayores cambios se han apreciado en Reino Unido y Francia. En Reino Unido, el partido independentista UKIP (UK Independence Party) obtuvo "unos resultados sorprendentemente buenos en las elecciones locales de 2013", explica. En campaña, el UKIP defendió que el Reino Unido abandone la UE y reducir el número de inmigrantes en suelo británico. En Francia, por su parte, el Frente Nacional se ha establecido como la tercera fuerza política y se muestra cada vez más euroescíéptico en su empeño por proteger los intereses nacionales. Según la firma, "el creciente apoyo que reciben los partidos euroescíépticos a nivel nacional podría traducirse en una mayor representación en el Parlamento Europeo, lo que aumenta las posibilidades de que las políticas radicales empiecen a tener un mayor peso y que el íénfasis se ponga más en proteger la soberanía nacional que en trabajar por la integración europea". No obstante, resalta que "la mayoría de los escaños del Parlamento Europeo seguirá perteneciendo a los partidos centristas proeuropeos, lo que reduce el impacto de los partidos más radicales". Además, subraya que "un beneficio colateral de esta mayor presencia de partidos radicales podría ser que los partidos del centro se verán obligados a colaborar más estrechamente". 4-Inestabilidad política en Italia JP Morgan asegura que "pese al reciente cambio de liderazgo, el gobierno italiano sigue sin encontrar la estabilidad". A finales de febrero, Matteo Renzi, líder del partido de centroizquierda Partido Demócrata (PD), se convertía en el nuevo primer ministro de Italia; el anterior, Enrico Letta, no logró terminar ni su primer año de gobierno. Letta asumió el poder en abril de 2013 con el propósito explícito de evitar un prolongado impasse político tras los resultados poco claros de las elecciones de febrero. "Aunque el liderazgo de Letta dio paso a un periodo de relativa estabilidad, el gobierno fue criticado por el escaso progreso registrado en lo referente a las cuestiones económicas clave para Italia, como el elevado nivel de endeudamiento, un entorno poco competitivo, las fuertes cargas fiscales y los altos niveles de evasión de impuestos y el exceso de cargas burocráticas y administrativas", explica el informe. La firma estadounidense destaca que, aunque Italia logró salir de la recesión en el último trimestre de 2013, "la inestabilidad política y los múltiples cambios de gobierno han retrasado tanto el proceso de toma de decisiones como la implementación de la agenda reformista". 5- Grecia sigue a vueltas con su rescate mientras Syriza gana apoyos Los analistas tambiíén resaltan la situación de Grecia que, cuatro años despuíés de liderar la crisis de deuda, "se enfrenta a unas difíciles negociaciones con la troika con respecto al paquete de rescate". El informe pone de relieve que el actual gobierno, formado tras las dos elecciones de 2012, ha conseguido reducir el díéficit presupuestario y que el país volviese a registrar un superávit primario en 2013. "El gobierno tambiíén está intentando poner en marchas reformas estructurales para mejorar la competitividad pero el ritmo de las reformas está siendo frustrante", añade. Además, "continúan las negociaciones entre el gobierno heleno y la troika con respecto al último tramo del programa de rescate y es posible que el país necesite un tercer paquete de asistencia financiera", asegura la firma. JP Morgan defiende que "las razones de Grecia para seguir cooperando con los prestamistas internacionales se están debilitando y puede que la coalición de gobierno, formada por el PASOK, Syriza y el partido de centroderecha ND, empiece a preocuparse más por su supervivencia política ante la píérdida gradual de la mayoría parlamentaria". Por otro lado, destaca que "los altos niveles de descontento social podrían reforzar la popularidad de los partidos de izquierdas más radicales, como Syriza" y "dada la estrecha mayoría que mantiene el gobierno de coalición, no podemos descartar que no se celebren nuevas elecciones antes de final de año". Las encuestas realizadas señalan a Syriza como el probable ganador de unas hipotíéticas elecciones pero el ascenso político de este partido dificultaría la negociación de los rescates financieros (presentes o futuros) con la troika puesto que el líder del partido, Alexis Tsipras, se opone a los rescates y ha amenazado con incumplir los acuerdos en caso de ser elegido en las urnas. 6- "España y Francia se esfuerzan por recuperar la credibilidad" En el resto de Europa, JP Morgan asegura que "los gobiernos de España y Francia se esfuerzan por recuperar la credibilidad perdida y sumar apoyos para la introducción de nuevas y ambiciosas reformas tras un año muy complicado en el que los apoyos se debilitaron y los resultados económicos tampoco acompañaron". "España debe reducir su elevada tasa de desempleo y existe una posibilidad muy real de malestar con respecto a las reformas que podría materializarse en una fuerte contrarreacción política", sentencia el análisis. Además, la firma aleta de que "la relación de Cataluña con el gobierno central tambiíén representan una fuente de incertidumbre". En Francia, el primer ministro Hollande ha anunciado recortes presupuestarios y bajadas de impuestos, comenta. "En ambos países, la aprobación de nuevas reformas será un proceso interminable. Además, persisten las dudas sobre la eficacia de aplicar nuevas medidas, lo que podría generar volatilidad, aunque es poco probable que alcance los niveles registrados durante el punto álgido de la crisis", sentencia. El euroescepticismo puede traer volatilidad a los mercados JP Morgan defiende que el nivel de nerviosismo con respecto a Europa se ha calmado y, además, los inversores se han vuelto más insensibles a los acontecimientos políticos. Así, por ejemplo, tras el cambio de liderazgo político en Italia, el tipo de interíés del bono gubernamental a diez años no solo no aumentó, sino que cayó hasta un mínimo de ocho años. No obstante, alerta de que "el aumento del euroescepticismo tambiíén podría retrasar la aprobación de reformas". De esta forma, "aunque ya hemos superado lo peor de la crisis, los mercados aún podrían experimentar periodos de volatilidad asociada a la inestabilidad política. Sin embargo, parece poco probable que volvamos a vivir las tensiones extremas de los últimos años", concluye.