España ha entrado de lleno en la carrera por encontrar petróleo y gas en el subsuelo terrestre y marino. El número de solicitudes para la investigación solicitadas al Ministerio de Industria y a las Comunidades Autónomas ha aumentado un 35% desde 2011, según desprende la estadística más reciente que maneja el departamento dirigido por Josíé Manuel Soria.
Este incremento viene amparado por la posición favorable del Gobierno en esta materia, motivada en el intento de reducir la enorme dependencia energíética del país y compensar su balanza comercial. Algunos ejemplos de esta carrera son las prospecciones marinas que se van a realizar en los próximos meses en las Islas Canarias y el recurso ante el Tribunal Constitucional interpuesto por el Ejecutivo contra las prohibiciones autonómicas del denominado fracking o tíécnica de fractura hidráulica en algunos territorios como Cantabria y La Rioja.
El subsecretario de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández Bento, reiteró ayer la postura del Ministerio en un acto organizado por la Asociación Española de Compañías de Investigación, Exploración y Producción de Hidrocarburos (Aciep)y Deloitte en Madrid. «El Ministerio tiene que defender el interíés general de España y los presidentes autonómicos defienden el interíés general de su comunidad autónoma y están en su derecho. El Gobierno va a apoyar los trabajos de investigación siempre y cuando se cumplan las condiciones legales y ambientales», argumentó.
Actualmente, el registro de Industria recoge 57 solicitudes de permiso para la investigación y exploración de hidrocarburos, frente a las 42 contabilizadas antes del cambio de Gobierno. A pesar del incremento de solicitudes, los permisos concedidos han variado apenas un 3% en el mismo periodo.Fuentes del sector explican que el proceso de aprobación de los permisos es «muy lento por la estricta normativa medioambiental y el exceso de papeleo». «Puede tardar entre dos y tres años sólo en la parte de investigación», añaden.
Un informe presentado ayer por Deloitte concluye que la «óptima» explotación de los potenciales hidrocarburos podría permitir que el país se convierta en exportador de gas natural en el año 2031, al superar la hipotíética producción al consumo estimado para ese periodo. No ocurre lo mismo con el petróleo, si bien el informe cree que España podría llegar a producir un 20% del volumen consumido entre los años 2040 y 2045.
Por otro lado, la consultora concluye que la explotación de los recursos aportaría 1.071 millones de euros al PIB acumulado entre 2015-2065 y generaría hasta 250.000 empleos.
Estas cifras se sustentan sobre un informe previo realizado por la consultora Gessal, en el que se estimaba la existencia de recursos prospectivos totales de hidrocarburos en el territorio insular y peninsular español (convencionales y no convencionales) en torno a 1.950 millones de barriles de petróleo y 2.450 miles de metros cúbicos de gas.