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Autor Tema: El presidente de Lukoil usa paraí­sos fiscales para comprar cotizadas y ocultar  (Leído 200 veces)

Eguzki

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El presidente de Lukoil y oligarca ruso, Vagit Alekperov, utilizó una trama de paraí­sos fiscales para ocultar su control sobre el 22% de la primera perforadora rusa Eurasia Drilling Co. (EDC). Esta última empresa nació como una escisión de Lukoil, cotiza en bolsa, y hasta ahora se desconocí­a que Alekperov tambiíén era el socio de referencia de esta compañí­a, algo que no aparece en la información oficial que la sociedad ofrece a los mercados sobre su accionariado. En 2011 el 22% de EDC llegó a estas firmas instrumentales y se valoró en 1.000 millones de dólares.

El control de Alekperov sobre Eurasia Drilling Co. ha salido a la luz fruto de diversos pleitos abiertos en las Islas Cayman y Londres entre los miembros del equipo de gestores de sociedades de varios oligarcas rusos radicadas en paraí­sos fiscales. El Confidencial ha accedido a esta documentación legal donde se detalla la operativa de múltiples sociedades pantallas.

Los gestores se han dividido entre los de cultura anglosajona, Sanjit Talukdar y Marc Giebels van Bekestein; y los rusos Pavel Sukoruchkin y Pavel Novoselov, ambos directivos de Lukoil hasta 2004 y, en la actualidad, especializados en la administración de fondos de oligarcas de esta petrolera. Los dos directivos son conocidos en medios financieros como "los Pavel".

En este pulso legal ha aflorado lo que se denomina 'Proyecto Volga', una compleja operación financiera por la que Alekperov utilizaba la sociedad Hadar Fund, domiciliada en las Cayman, para detentar el 22% de EDC de espaldas a los mercados.
Este tipo de estructura jurí­dica es utilizada por algunos oligarcas rusos en sus negocios, si bien lo que resulta espectacular en este caso es la cuantí­a. Sin ir más lejos, el propio Alekperov tambiíén utilizó Hadar Fund para controlar su inversión en Marina Port Vell, a travíés de un críédito participativo a una filial de Salamanca Group.

Pero el caso de EDC es muy relevante porque oficialmente el primer accionista de la compañí­a es su consejero delegado, Alexander Djaparidze, con el 30%, y no Alekperov, que tendrí­a un 22% de este paquete, tal y como se desprende de las actuaciones en las Cayman. Tambiíén porque EDC, como Lukoil, cotiza en bolsa y porque además Lukoil, que preside el propio Alekperov, es el principal cliente de la actividad perforadora de EDC.

Dinero en el paraí­so

Hadar Fund se creó en 2008. En una de las causas judiciales abiertas, en concreto la de las Cayman, el fondo es definido por uno de los gestores como "un vehí­culo que podí­a usarse para llevar a cabo transacciones inusuales o atí­picas". Actualmente, Hadar Fund ha entrado en proceso de liquidación voluntario, pero el mismo todaví­a no se ha resuelto, paralizado por los pleitos legales entre los administradores.
El accionista mayoritario de Hadar Fund es Vagit Alekperov, a travíés de dos sociedades: Topaz y Amber. El socio minoritario en el momento de la creación del fondo era otro directivo de Lukoil, en concreto el vicepresidente de estrategia, Leonid Fedun. En sus orí­genes, Hadar Fund estaba valorado en 100 millones de dólares.

Dos años despuíés, en 2010, empezaron las “operaciones inusuales”, con la petición de Djaparidze, a travíés de la sociedad instrumental Cloudburst, de entrar en Hadar Fund. Djaparidze no iba a pagar nada sino que iba a aportar en especie el 22% de EDC. En mayo del año siguiente se aceptó la operación.

Reparos de los gestores

Meses despuíés, cuando una parte de los gestores descubrió que habí­a una opción para que Topaz, una de las firmas de Alekperov, comprase el 22% de EDC, empezó la guerra entre los administradores. Como la operación se hací­a dentro de Hadar Fund, iba a ser del todo opaca al mercado.

Los Pavel defendieron la conveniencia de la operación, a pesar de que diversas consultas legales pusieron reparos al respecto. Incluso uno de ellos, Novoselov, envió un correo electrónico que se aporta como prueba en el que se señala: “Nuestra idea es: nosotros ejecutamos la opción y transferimos los tí­tulos pero no revelamos nada a nadie”. Esto afectaba a más de 33,19 millones de tí­tulos de EDC.
Ante la oposición de una parte del equipo gestor, los Pavel congelaron los fondos de una sociedad creada para llevarse los beneficios de la gestión Blue Pearl, en Isla Mauricio, a la que otra sociedad gestora HIA (Islas Ví­rgenes) desviaba el 66% de las comisiones que se cobraban por la gestión de Hadar Fund. Antes de la llegada de Djaparidze y su 22% de EDC, los gestores percibí­an 5 millones de dólares al año. Pero, al incrementarse el valor de Hadar Fund de 100 a 1.100 millones de dólares, las comisiones ascendieron a 5 millones de dólares al mes.

Como represalia al bloqueo de la opción, los Pavel congelaron los fondos pagados hasta entonces. En total, los pleitos suponen una batalla por unos 12 millones de euros, según se desprende de la documentación jurí­dica a la que ha accedido El Confidencial. Si las partes no llegan a un acuerdo, tal y como es común en el derecho anglosajón, se prevíé que haya una sentencia el próximo mes de julio y que todo el asunto salga a la luz.

Entre el limbo y el testaferro

Fuentes financieras sospechan que Djaparidze en realidad estaba ejerciendo como testaferro de Alekperov desde que en 2004 Lukoil escindió su actividad de perforación para crear EDC. En este sentido, apuntan que en todo el planteamiento de la opción nunca se hablase de precio. Y que un paquete tan relevante fuese a cambiar de manos sin que hubiera contrapartida por ello.

¿Quíé pasará con este 22% de EDC? A dí­a de hoy, EDC capitaliza en bolsa 4.000 millones y ese paquete vale 890 millones de dólares. Fuentes financieras califican de difí­cil predecir el destino final de este dinero hasta que se aclare la situación legal de Hadar Fund en las Cayman.

Pero el fondo no puede liquidarse hasta que los pleitos entre los gestores finalicen. Hasta entonces, los 1.000 millones que los oligarcas rusos tanto se han esforzado en ocultar quedarán en un limbo legal.