Las compañías españolas tienen en este momento una oportunidad de oro para salir a los mercados de capitales y refinanciar deuda bancaria en unas condiciones muy favorables. Agbar va a ser la que abrirá el melón pero le van a acompañar otras en el corto plazo.
Por ejemplo, ACS podría retomar sus intenciones de debutar en el mercado despuíés del intento fallido de antes del verano, como consecuencia del incremento de la aversión al riesgo que hubo por la crisis de Banco Espirito Santo. Por otro lado, Campofrío pretende refinanciar una emisión que lanzó en octubre de 2009, por importe de 500 millones de euros, a un tipo de interíés elevado del 8,25%.
Las ventajas de acudir al mercado de capitales son varias: obtienen la financiación, en muchos casos, a tipos más bajos que los que tendrían que pagar a los bancos, pero tambiíén los plazos suelen ser más largos. Además, los inversores no exigen los covenants o compromisos habituales existentes en un príéstamo bancario.
Dia ha sido la última compañía en probar suerte (ver gráfico). Realizó a comienzos de julio su primera emisión de bonos con un vencimiento en cinco años, de 500 millones y al 1,5%, el cupón más bajo que ha pagado una empresa española a ese plazo.
No sólo las compañías con un ráting elevado pueden acceder a los mercados. Hay varios ejemplos desde mediados de 2013 de firmas que han debutado con una calificación dentro del terreno de high yield o de alto riesgo (por debajo del BBB-, según Standard & Poor’s, y Baa3, según el equivalente de Moody’s), como NH Hoteles, Grupo Antolín o Port Aventura.
Desintermediación
La crisis bancaria ha demostrado que depender del críédito conlleva riesgos. Muchas empresas recibían toda su financiación por esta vía pero el grifo se cerró, con lo que no les queda más alternativa que salir al mercado de bonos.
Las empresas más maduras, y que a su vez son los emisores españoles recurrentes, tienen la lección bien aprendida y están acercando cada vez más su balance al modelo estadounidense, donde sólo el 25% de la financiación viene de la banca. Hay siete compañías del Ibex que obtienen ya más del 50% de su financiación vía emisiones de bonos a medio y largo plazo a travíés de la matriz o de sus filiales: Telefónica, Iberdrola, Red Elíéctrica (REE), Arcelor, Gas Natural Fenosa, Enagás y Abertis.
Aunque algunas de ellas han hecho los deberes ya y han cubierto con antelación sus necesidades, podrían seguir abaratando sus costes de pasivo. Muchas compañías, como Abertis, OHL, Telefónica o Iberdrola han intercambiado bonos antiguos por otros nuevos con este fin.
Parece complicado que el sector corporativo encuentre unas condiciones tan favorables como las actuales. Siete empresas del Ibex, de hecho, cuentan con deuda a medio plazo que cotiza en niveles cercanos al 1% (Ver EXPANSIí“N del pasad lunes). Hace sólo dos años, cuando la crisis de la deuda presentaba su peor cara con la prima de riesgo en máximos, tenían que pagar cupones cercanos al 5%.