Tras una nueva sesión en negativo en Europa, la cuarta consecutiva, el cierre semanal se prevíé complicado. Los principales índices del Viejo Continente tienen que mostrar su mejor cara si no quieren perder primeros soportes. A su vez, Wall Street terminó la sesión sin pena ni gloria, dando continuidad al debate entre aquellos que venden apostando por una inminente corrección y los que compran pensando en ver una continuidad de las subidas de las últimas semanas.
El balance del Viejo Continente en bolsa no podía ser más claro: los inversores no se fían. A pocos días de la votación sobre la independencia de Escocia y con las nuevas sanciones a Rusia reciíén sacadas del horno, la situación dista de ser una balsa de aceite.
Pese a todo, las caídas han sido más moderadas de lo que se podía temer y las bolsas todavía respetan su primer nivel de soportes.
En el Viejo Continente, los descensos "han ido a buscar la primera zona de control importante, como suponen los 9.800 puntos del Ibex 35 o las distintas directrices alcistas en índices como el Eurostoxx 50 o el Dax 30 alemán", explican los analistas de Ecotrader.
Ante este escenario, el cierre semanal se presenta relevante. "Si caen las directrices marcadas se estaría ante una clara señal de debilidad que advertiría de una probable profundización de esta fase correctiva", advierten estos expertos.
Hoy se publicarán dos informes claves que determinarán la dirección de los mercados en el cierre semanal: las ventas minoristas de agosto en EEUU y la Confianza de la Universidad de Michigan