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La importancia de tu nombre (I)
La importancia de tu nombre (II)
He recibido muchísimos correos electrónicos en estos últimos días de personas que me pedían que continuase dando información relativa a la importancia del nombre porque deseaban saber más acerca de este apasionante tema. Recordad que, mientras la fecha de nacimiento simboliza el camino a recorrer del Ser en su experiencia física, el nombre representa la identidad del guerrero que va a conquistar sus aprendizajes superando los retos y desafíos que el camino le presenta a cada instante.
Cuando muchas personas vienen a realizarse un estudio del nombre y observamos la situación energíética pasan cosas inverosímiles. A veces, la fecha de nacimiento y el nombre llevan los mismos desafíos y los números cuadran a la perfección. En este caso vemos, por ejemplo, que por alguna extraña causalidad el guerrero viene a integrar aprendizajes a un nivel álmico, a mimetizarse con el aprendizaje y transformarse en un catalizador del mensaje de ese aprendizaje. Curiosamente cuando se da ese escenario, la persona tiene la sensación de haber venido a este mundo a realizar una sola misión y generalmente siempre hay una consciencia clara y limpia de lo que debe hacer para dinamizar los aprendizajes. No suele haber distorsiones que despisten la intención original del guerrero por acometer su misión porque hay una reminiscencia continua al observar la misma frecuencia numíérica en la fecha de nacimiento. Esto no significa necesariamente que nombre y fecha de nacimiento tengan sinergias perfectas pero sí similares para conquistar un mismo destino con cierta comodidad.
Si del análisis se deduce un caos energíético que está bloqueando a la persona en algún tema en su vida me preguntan cómo arreglar el entuerto energíético. Generalmente el conflicto puede arreglarse bien por Alquimia Numíérica – iluminando las vibraciones numíéricas del nombre – o experimentando un proceso de regeneración de la situación numíérica a travíés de un arreglo energíético en el nombre que conllevaría un cambio de nombre más adecuado a la fecha de nacimiento. Esto último es algo más radical, que además conlleva mucho más tiempo pero, para gustos, colores. Yo he experimentado esa mejora de la frecuencia numíérica gracias a las dos formas (alquimia numíérica y cambio en la estructura del nombre) y… de puta madre. Los efectos derivados de estos cambios son contundentes, dignos de un ajuste de frecuencia numíérica para que encaje con la fecha de nacimiento (que, recuerda, tú has elegido desde tu plan prenatal). La fecha de nacimiento no se puede cambiar; es el momento en el que traspasas el umbral hacia la dimensión física pero tu nombre, que es tu guerrero, puede experimentar ese crecimiento en base a la consciencia que pongas sobre tu camino existencial.
No obstante, lo más habitual es que el nombre y la fecha de nacimiento tiendan a equilibrar las carencias del uno y del otro a travíés de sus propias configuraciones energíético-numíéricas. No existe un nombre que vaya perfecto para una fecha de nacimiento concreta. Hay que ver muchos otros factores. Esto no es simplemente hacer un encaje numíérico para ponderar la vibración de los números. Es un ejercicio para dotar al guerrero (tu nombre) de la energía suficiente y adecuada para que esa batalla no sea un suplicio. ¿Con quíé vas a enviar a tu guerrero a conquistar la batalla de la vida: con un espíritu de valentía, fuerza, agallas, consciencia o en cambio le vas a mandar a batallar con desazón, miedo, pereza y poco fuelle? El vigor de tu nombre es un factor fundamental para que no desfallezcas irremediablemente en tu camino y puedas conquistar tu vida arreglo a como planeaste.
Fernando íngel Coronado
