Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, ha conformado que el Grupo VW-Audi le ha hecho llegar su interíés en entrar en Fórmula 1 en un futuro, sin expresar exactamente cuándo, aunque todos los indicios apuntan a 2018.
"Mi opinión es que es estupendo que Volkswagen muestre su interíés en F1, pero aún es especular porque incluso aunque se decidan a entrar, estamos hablando de un mínimo de dos o tres años antes de producir un motor competitivo", asegura el británico, envuelto tambiíén en conversaciones con Ferrari para lograr motores a partir de la próxima temporada, los únicos competitivos con los de Mercedes en estos momentos en que la F1 echa de menos nuevos fabricantes.
"Es importante para la F1 tener fabricantes de motores competivos. Ahora sólo hay dos gigantes dominantes, lo que al final no es sano para la F1", afirma Horner, que reconoce que las conversaciones con Ferrari se han acelerado y que están esperando respuesta.
El futuro del equipo es incierto, ya que desde sus altas esferas, no puramente deportivas, se lanza constantemente el mensaje de que si no hay un acuerdo con un motorizador de primera fila, líéase Ferrari, el dueño, Dietrich Mateschitz, decidiría salir de la máxima competición del motor.
