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Autor Tema: Las tasas en dólares en paí­ses con moneda propia...  (Leído 103 veces)

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Las tasas en dólares en paí­ses con moneda propia...
« en: Octubre 22, 2015, 08:58:42 am »
Por...  Manuel Hinds



Hay un intenso debate en la Reserva Federal de EE.UU. (la Fed) sobre si subirá las tasas de interíés este año o el siguiente pero insiste en que las va a subir. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido a todos los gobiernos de los paí­ses emergentes que el incremento va a causarles serios problemas. Ellos tendrán que aumentar sus tasas de interíés para evitar fugas de capital a EE.UU. y aumentar sus tasas va a afectar negativamente su producción.

Esto contradice lo que mucha gente piensa: que los paí­ses no dolarizados pueden poner la tasa de interíés que se les antoje, y que por lo tanto una subida en las tasas de interíés del dólar afectarí­a las tasas de El Salvador por estar dolarizado pero no, digamos, las de Perú o Brasil, que no lo están. Esto, sin embargo, no es cierto.

En realidad, una subida en las tasas de interíés del dólar afectará más a los paí­ses no dolarizados que a los dolarizados, por dos razones. Primero, aunque un paí­s tenga su moneda propia, los latinoamericanos siguen pensando en tíérminos de dólares, de tal forma que esa moneda es la que establece el estándar de valor en la región. La gente mira a la moneda local como una intermediación entre los dólares y ellos. Así­, la gente que deposita en pesos demanda una compensación por el riesgo de que los pesos se devalúen contra el dólar. Si no le pagan una prima adicional para compensar dicho riesgo, se lleva su dinero al extranjero. Segundo, este efecto se magnifica cuando hay devaluaciones, algo que es probable que ocurra debido a las mismas circunstancias.

Veamos un ejemplo. Supongamos que actualmente la tasa de interíés en depósitos en pesos de un paí­s latinoamericano fuera la misma que en EE.UU., 2 por ciento. Ahora supongamos que la tasa de interíés en dólares sube a 5 en EE.UU. y que algunas personas deciden llevarse sus ahorros a EE.UU. porque allá les pagan más. Para hacerlo, compran dólares al Banco Central pagando con pesos. Las reservas del Banco Central bajan. Como ha aumentado la demanda por dólares pero no su oferta, el peso se devalúa, digamos en 10 por ciento.

Los que no se llevaron su dinero siguen recibiendo un 2 por ciento de interíés pero al traducir sus ahorros a dólares ese 2 se convierte en menos 8, porque ha perdido 10 en el precio de la moneda. La tasa de interíés en dólares, entonces, es 13 puntos más que en pesos. Para evitar que más gente se lleve sus ahorros, el Banco Central latinoamericano tendrá que aumentar su tasa de interíés en al menos lo que la Fed ha aumentado en dólares más la devaluación del peso. Es decir, en nuestro ejemplo, el Banco Central tendrá que subir las tasas en 13 puntos (3 porque las tasas en dólares subieron en EE.UU., y 10 para compensar por la devaluación), mientras que en un paí­s dolarizado subirá solo 3 puntos (que es lo que la tasa subió en dólares). De este modo, la nueva tasa de interíés en el paí­s latinoamericano no dolarizado será de 15 por ciento, mientras que en un paí­s dolarizado será solo de 5 por ciento.

Así­, pues, como los aumentos en las tasas de interíés deprimen la producción, y los paí­ses no dolarizados tendrán que aumentar sus tasas más que los dolarizados, la depresión será peor en los paí­ses no dolarizados que en los dolarizados.

La realidad serí­a aún más negativa para los paí­ses no dolarizados por dos razones. Primero porque, para empezar, sus tasas de interíés ya son bastante más altas que en los dolarizados. Las devaluaciones maximizarí­an esa diferencia. Y, segundo, los paí­ses emergentes ya han tenido que subir sus intereses aun sin que EE.UU. las haya subido porque la gente, anticipando las devaluaciones, ha comenzado a sacar su dinero de ellos.


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