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El peso mexicano enfrenta hoy otra jornada de incertidumbre, marcada por la volatilidad provocada por un entorno internacional adverso, incluida la debilidad del precio de la mezcla de crudo de exportación nacional.
Los pronósticos se vienen cumpliendo respecto a la cotización de la moneda mexicana, que la víspera finalizó en 18,5 pesos por dólar en transacciones interbancarias, un nuevo máximo desde el 17 de febrero, señalan datos de Banco de Míéxico.
El peso registró una depreciación frente al dólar de 0,09 por ciento en esa jornada, pero acumula dos sesiones consecutivas a la baja y una depreciación acumulada que lo pone entre las monedas de países emergentes más golpeadas.
Los últimos resultados, según expertos, tienen que ver con la mejoría en las cifras de ventas de casas en Estados Unidos, lo cual elevó las preocupaciones de los inversionistas respecto a un posible incremento en las tasas de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos para su próxima reunión de junio.
Con la cotización del 24 de marzo el peso profundiza las píérdidas acumuladas durante mayo en su comparación con el dólar, que se disparan a 7,47 respecto al cierre de abril, según el diario El Economista, que circula aquí.