Bloomberg
Debido a que las ventas en subasta cayeron a finales de 2015, algunos artistas emergentes se han visto perjudicados, ya que sus ventas disminuyeron 90% en tanto el exceso de obras y unos precios excesivamente altos espantan a los compradores.
El mediador y coleccionista de arte Niels Kantor pagó 100 mil dólares hace dos años por una tela abstracta de Hugh Scott-Douglas con la idea de revenderla con una jugosa ganancia. En cambio, esta semana devolverá al mercado la obra del pintor de 28 años con un 80 por ciento de reducción del precio.
Así se presenta la nueva temporada artística. En las casas de subastas de Londres y Nueva York, los vendedores se disponen a salir de sus inversiones despuíés que estalló la burbuja del arte emergente y se secó el mercado de reventa de artistas antes valorados.
“Prefiero sufrir una píérdidaâ€, dijo Kantor, que ofrece la obra de Scott-Douglas en la subasta de Phillips que tendrá lugar en Nueva York el 20 de septiembre. “Siento como que podría llegar a cero. Es como una acción que se desplomóâ€.
Los precios de las obras de artistas jóvenes como Scott-Douglas y Lucien Smith se dispararon en el mercado de subastas en 2014 y a veces llegaron a los cientos de miles de dólares, cuando se las negociaba cual acciones tecnológicas en un mercado alcista. Pero desde que las ventas en subasta comenzaron a caer a fines de 2015, las figuras emergentes se han visto castigadas con particular fuerza. Las ventas de algunos artistas bajaron 90 por ciento o más en tanto el exceso de obras y unos precios excesivamente altos espantan a los compradores.
Ello se debe a que los especuladores compran obras de arte para revenderlas, no para quedárselas.
‘ECONOMíA PARA PRINCIPIANTES’
“Cuando esos especuladores se dan cuenta de que no hay un usuario final a un precio más alto, se esfuerzan por vender la obra antes de perder todoâ€, dijo Todd Levin, director de Levin Art Group, que asesora a coleccionistas. “La demanda es impulsada por la codicia, la ola de ventas por el miedo. Es Economía para Principiantesâ€.
Las obras a menudo eran creación de artistas veinteañeros. Smith vio cómo una tela que había pintado cuando era alumno de Cooper Union de Nueva York se vendía por 380 mil dólares en Phillips en 2013, dos años despuíés que la compraran por 10 mil.
Esta semana, los precios estimados de tres piezas de Smith llegan a tan sólo siete mil dólares. Se calcula que una, perteneciente a la serie que hizo rociando más de 200 telas con la pintura de un extinguidor de incendios, se venderá por entre 12 mil y 18 mil. Una obra más grande hecha con pulverizador se vendió a 372 mil 120 dólares hace dos años.
“Todo este año ha sido un gran reajuste, uno muy necesario, como una sesión de quiropraxiaâ€, dijo Timothy Blum, co-propietario de Blum & Poe Gallery de Los Angeles, Nueva York y Tokio. “Puede doler, pero uno sale mejor que antesâ€.
Sin embargo mantener estimaciones modestas podría ayudar a establecer un nuevo ciclo alcista, señaló Stefan Simchowitz de Los íngeles, conocido por comprar en grandes cantidades a jóvenes artistas.
Kantor adquirió la obra de manera privada en julio de 2014. Cuatro meses despuíés, una pieza similar de la serie fue vendida en 100 mil dólares en Christie’s.
El negociador esperaba que los precios se mantuvieran al alza, pero en febrero del 2015 otro lienzo de la misma serie no se vendió en una subasta.
Antes de consignar su pieza a Philips, Kantor intentó venderla en privado durante un año, incluso en eBay. En un momento estaba pidiendo 50 mil dólares pero no pudo conseguir ofertas.