La compañía que dirige Tim Cook logró unos ingresos récord entre abril y junio, unos de los periodo más débiles para Apple, de 53.270 millones de dólares (45.580 millones de euros), cifra que supone un impulso del 17% y que implica batir las expectativas del mercado, que calculaba 52.300 millones de dólares.
La multinacional consiguió este hito gracias al aumento de los precios del iPhone, que elevaron los ingresos de la división un 14,4%, hasta cerca de 30.000 millones de dólares, pese a que se comercializaron solo un 1% más de unidades respecto a hace un año, hasta 41,3 millones de teléfonos, por debajo de los cálculos de los analistas, que estimaban 41,8 millones de smartphones.