La actividad económica de Estados Unidos se contrajo un 1 por ciento en el segundo trimestre del año, según cifras provisionales difundidas hoy, que coinciden con los primeros cálculos de hace unas semanas.
El Departamento de Comercio tiene previsto difundir el próximo 30 de septiembre las cifras definitivas del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre, en lo que supone el tercer y último cálculo de este importante indicador.
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Las cifras dadas a conocer hoy, aunque constatan que el país sigue en recesión, son mucho menores que las del primer trimestre, cuando la mayor economía del mundo se contrajo en un 6,4 por ciento.
La mayoría de los analistas esperaba que el ajuste de cifras del Gobierno mostrara una tasa de contracción del 1,5 por ciento en el segundo.
Por tanto, las cifras publicadas ofrecen un panorama más favorable en el segundo trimestre, pese a la caída que se ha vuelto a registrar en el gasto de los consumidores, que en Estados Unidos supone el 70 por ciento del PIB.
Entre abril y junio, el consumo bajó un 1 por ciento, despuíés de un incremento al 0,6 por ciento en el trimestre anterior. La cautela de los consumidores restó 0,7 de puntos porcentuales al PIB.
Algunos analistas creen que no se ha producido una caída mayor debido al ambicioso programa que puso en marcha el Gobierno para incentivar la compra de vehículos nuevos, llamado "Dinero por Chatarra", que daba a cada comprador 8.000 dólares en críéditos fiscales.
El informe del Gobierno muestra que el PIB se ha contraído por cuarto mes consecutivo por primera vez desde la Gran Depresión de los años 1930. Comparado con un año antes, el PIB real de Estados Unidos ha caído un 3,9 por ciento.
La mejora económica respecto al mes anterior ha sido posible gracias al buen comportamiento del comercio exterior, a las liquidaciones de inventarios de las empresas, al fuerte aumento del gasto publico, y al encarecimiento de los precios, que subieron un 0,5 por ciento en el trimestre.
Las ganancias empresariales subieron a una tasa trimestral del 5,7 por ciento, en lo que supone el incremento trimestral más rápido en cuatro años. Un trimestre antes, las ganancias fueron del 5,3 por ciento.
El comercio exterior aportó la parte positiva en el segundo trimestre del año. El díéficit comercial -la diferencia entre exportaciones e importaciones- se redujo en 331.800 millones de dólares. Ello sumó 1,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
Una de las incógnitas que penden sobre la economía estadounidense es cómo está evolucionando el mercado laboral, que no acaba de recuperarse, pese a que se detectan ligeras mejorías.
De hecho, el Departamento de Trabajo informó que la semana pasada se redujeron en 10.000 unidades las peticiones de subsidio por desempleo. Pese a que fue la tercera semana consecutiva en que se detecta una reducción, el dato no convenció a los analistas.
Algunos expertos, incluidos funcionarios de alto rango en la Reserva Federal, creen que es probable que el país estíé inmerso en una recuperación "sin empleo", en tanto las empresas demoren la contratación de personal hasta que se afirme la expansión económica.