El Gobierno griego ha dado finalmente su brazo a torcer y ha decidido solicitar la activación del mecanismo de rescate pactado por los líderes europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La reacción no se ha hecho esperar en las bolsas europeas que subían con fuerza antes de que la petición de ayuda fuera formal y mantienen el optimismo tras el comunicado oficial. La bolsa de Atenas, por su parte, se disparaba un 4%. Tambiíén se recuperaba el euro frente a las caídas de esta mañana frente al dólar y se alejaba de los mínimo de un año frente al billete verde.
El primer ministro griego, Yorgos Papandríéu, declaró hoy desde la isla griega de Kastelórisos, que "es imprescindible que (Grecia) pida la activación del mecanismo de rescate". "Es imperativo pedir de forma oficial a nuestros socios en la UE que activen el mecanismo de ayuda que creamos en común", dijo Papandríéu.
La situación se había complicado en las últimas 24 horas. Ayer el Eurostat revisó al alza el díéficit público heleno hasta el 13,6% -muy por encima del tope fijado por el Tratado de Maastricht para los países de la zona euro, que lo sitúa en el 3% del PIB- y anticipó que seguirá creciendo en medio punto, lo que desató una nueva oleada vendedora en las bolsas europeas y, en concreto, en la española, que se dejó más de un 2%, al igual que en la sesión precedente. Además, la agencia de calificación Moody's ponía la puntilla tras recortar la calificación de la deuda helena.
Todo esto ha provocado una presión de los mercados a Grecia para que recurriese al paquete de rescate, despuíés de que los CDS del país y los diferenciales de deuda respecto al bund alemán hayan saltado por los aires en los dos últimos días.
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro acordaron poner a disposición de Grecia recursos financieros por valor de al menos 30.000 millones de euros en príéstamos bilaterales a un tipo de interíés del 5%, que serán completados con otros 15.000 millones aportados por el FMI.
No obstante, el consejero del Banco Central Europeo (BCE) y presidente del Bundesbank, Axel Weber, consideraba que Grecia necesitará unos 80.000 millones de euros para superar sus dificultades financieras y cumplir con sus obligaciones de pago, según informaba el diario 'The Wall Street Journal'.