El Gobierno quiere un núcleo duro en la futura Iberdrola-Gas Natural
El Gobierno trata de dejar atada y bien atada la reconfiguración del mapa energíético en España. No se conforma con que los distintos protagonistas lleguen a un acuerdo, por su propia iniciativa y “a la españolaâ€, para crear un gran campeón nacional, preferiblemente con la integración de Iberdrola y Gas Natural.
El Ejecutivo tambiíén quiere garantizar que el grupo que salga de esa unión estíé blindado ante ataques hostiles del exterior. De lo contrario, el remedio a la reconfiguración del mapa energíético español (un problema que lleva coleando más de un lustro), sería peor que la enfermedad. La futura Iberdrola-Gas Natural quizás sería más cara de comprar (juntas, ambas compañías sumaban ayer un valor de 64.000 millones, frente a los 47.000 millones y 17.000 millones, respectivamente, que valían por separado).
Pero sin un núcleo duro con un porcentaje importante del capital ese nuevo grupo sería igualmente vulnerable ante gigantes europeos estatales de la talla de EDF, que en bolsa supera ampliamente los 100.000 millones y que mantiene sus aspiraciones sobre el mercado español.
El Gobierno quiere que se construya un núcleo sólido y estable de socios de la futura Iberdrola-Gas Natural, fundamentalmente con el acuerdo de las cajas de ahorros que ahora están en el accionariado de cada compañía y de grupos como Repsol, que controla el 30% de la gasista. Incluso vería con buenos ojos que tambiíén se incorporaran otras cajas de cierto tamaño que no están en el sector energíético, para dar mayor consistencia.
El Gobierno, que trabaja ya en algunos informes tíécnicos sobre las posibilidades de esa fusión, deja tambiíén abierta la puerta a que ACS, que tiene el 12% de Iberdrola, se integre en ese núcleo de defensa. Por debajo de ACS, el segundo mayor accionista de Iberdrola es BBK, con algo más del 7%, seguido de Bancaja, con el 6%. A la cajas de Castilla y León, en su conjunto, se les atribuye más del 4% en la elíéctrica.
En Gas Natural, el primer accionista, por delante de Repsol, es La Caixa, con más del 30%. Solamente aglutinando estas grandes participaciones, y si se toma como referencia la cotización de ayer, esos grandes accionistas sumarían el 37% del capital del nuevo grupo. Según algunas fuentes, aunque no hay todavía consenso sobre cual es el encaje corporativo más idóneo en el sector energíético, los acontecimientos se están precipitando.
En los próximos días, quedará definido el nuevo gabinete de ministros. Además, algunos accionistas energíéticos de peso, como Sacyr, están reposicionándose, tras desembarazarse de su problema en Francia con Eiffage (ver información adjunta e información en página 4).
A nadie se le escapa que Sacyr, como primer accionista de Repsol, querrá jugar sus bazas en esa recomposición del panorama energíético. Entre otras cosas para rentabilizar al máximo su inversión del 20% en Repsol, participación que adquirió en 2006 en gran parte con una línea de financiación de 5.175 millones de euros facilitada por una treintena de bancos.
Con mayor o menor intensidad, Repsol aparece en esas quinielas corporativas. Además de la unión Iberdrola-Gas Natural, otro esquema que ha estado en la mesa es el de un intercambio accionarial entre Repsol e Iberdrola, abriendo la puerta a una fusión Gas Natural-Unión Fenosa.
Sacyr recurrirá el bloqueo judicial del 33% de Eiffage
Las certezas sobre el acuerdo de venta del 33,3% de Sacyr en Eiffage no eran ayer totales. En principio, la salida de la española contaba con la autorización de todas las partes implicadas en la operación, es decir, los inversores franceses comprometidos a comprar, y el visto bueno de la dirección de Eiffage, que haría todo lo posible para retirar todas las causas pendientes.
Pero ayer, desde París, un portavoz de la constructora gala se desmarcó de la nota de la CNMV, diciendo que Eiffage no suscribía el acuerdo, informa Bloomberg. Ante este hecho, la reacción en España no se hizo esperar. Fuentes próximas a la operación indicaron que el acuerdo fue hecho público tras el visto bueno de los abogados que representan a Sacyr (Darrois Villey) y Eiffage (Bredin Prat) que, a su vez, estaban en contacto permanente con los dirigentes de ambas compañías.
En todo caso, la compañía española ha decidido recurrir la decisión de un juzgado de instrucción de París de inmovilizar las acciones que tiene en Eiffage, representativas del 33,3% del capital de la gala.
El departamento jurídico del grupo de construcción y servicios ultima los trámites para la presentación del recurso. La constructora española ha recibido una citación del juez instructor para que sus dirigentes acudan a declarar a París en mayo. Desde Francia apuntan que los citados son Luis del Rivero y los responsables de Calyon, el asesor financiero del grupo español desde su desembarco francíés.
La decisión del juez parte de una demanda impuesta por Eiffage el pasado año, justo unos días despuíés de la políémica junta que retiró a Sacyr sus derechos de voto por presunta concertación. La demanda estaba basada, según Eiffage, en la “difusión de información falsa y tramposaâ€.
