Por... JOE McDONALD
China rebasará pronto a Japón como la segunda economía del mundo, en el marco de un resurgimiento que está cambiando todo, desde el equilibrio militar y financiero mundial hasta el diseño de los automóviles.
Dependiendo del sistema de medición que se emplee, los chinos ya son la segunda economía mundial, superada únicamente por la producción de Estados Unidos, lo que resalta una prominencia no vista desde el siglo XVIII, cuando China fue por última vez el eje militar, tecnológico y cultural de Asia.
China ya es el principal exportador del mundo, así como el principal comprador y productor de acero, y su influencia mundial sigue aumentando. Las fortunas de fabricantes de automóviles de Detroit y de empresas siderúrgicas brasileñas dependen de las compras de China. La creciente riqueza trae aparejada una mayor presencia política: la presión de China ayudó a las naciones en desarrollo a tener más voz en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
``Japón es una potencia que impulsa al resto de Asia'', expresó Rob Subbaraman, especialista en Asia de Nomura Securities. ``Pero los vientos están cambiando y China está alcanzando una enorme influencia sobre el resto de Asia, incluido Japón''.
El crecimiento chino va acompañado de grandes contradicciones. La brecha entre la íélite que se benefició de más tres díécadas de reformas y el resto de la población es tan grande que China tiene decenas de multimillonarios, mientras que el ingreso promedio de sus 1,300 millones de habitantes es uno de los más bajos del mundo. Pekín lanzó dos misiones espaciales tripuladas y habla de exportar trenes de alta velocidad a California y Europa, pero en rincones de China hay familias que viven en cuevas.
Japón tiene uno de los ingresos promedio más altos del mundo, $37,800 el año pasado, en comparación con $3,600 en China. El ingreso promedio de Estados Unidos, cuya economía es con mucho la primera del mundo, es de $42,240.
Estados Unidos trata de salir de una crisis financiera mientras Japón lleva dos díécadas de estancamiento económico.
``Creo que todos en la región tratan de beneficiarse del dinamismo económico chino, al tiempo que buscan asegurarse de que China no se convierta en una potencia hegemónica'', expresó Greg Sheridan, jefe de noticias internacionales del diario The Australian.
No está claro cuándo China sobrepasará a Japón. Todo dependerá de las impredecibles tasas de cambio y de otros factores difíciles de medir porque los dos países usan sistemas distintos de medir sus economías.
En todo caso, el Producto Interno Bruto (PIB) chino en el 2009 fue de $4.9 billones y el de Japón de $5.070 billones.
``Probablemente suceda en el último trimestre del año'', opinó Julian Jessop, de Capital Economics de Londres, en un mensaje electrónico.
Pekín ya se comporta como si hubiese rebasado a Japón.
``China es la segunda economía mundial'', declaró un vicegobernador del Banco Central chino, Yi Gang, a fines de julio en un foro ciberníético.
Australia es uno de los principales beneficiarios del voraz apetito de mineral de hierro, carbón y otras materias primas. Ese apetito la ayudó a sobrellevar la crisis mundial e hizo que modificase su actitud hacia China, buscando un acercamiento con un país hasta hace poco considerado una amenaza.
Históricamente, el crecimiento chino marca un retorno al estatus que mantuvo la mayor parte de los últimos 2,000 años como la gran potencia asiática.
China entró en declinación en el siglo XIX cuando sus líderes rechazaron los avancestecnológicos
