Caja Madrid ha llegado a un acuerdo para vender su 20% en Genesa a Electricidad de Portugal (EDP), dueña del restante 80% de su filial de energías renovables. El problema para la entidad española es que apenas ingresará unos 250 millones, una cuarta parte de lo que esperaba conseguir por esta participación. Lazard, banco asesor de la operación, tenía un premio de más de un millón de euros por el trámite.
Como adelantó El Confidencial hace más de un año, la caja madrileña firmó el 28 de octubre de 2009 un contrato con el banco de inversión para encargarle la venta de una quinta parte del capital de Genesa, sociedad resultante de la fusión por absorción de dos sociedades en 2007, Generaciones Especiales y Desa. El acuerdo suponía que Lazard, banco en el que trabajó Rodrigo Rato hasta que tomó la presidencia de Caja Madrid a finales de 2009, debía buscar un comprador para el 20% en manos de la entidad madrileña.
El contrato establecía las comisiones que recibiría el intermediario por la desinversión en función de la valoración a la que consiguiera vender el paquete en Genesa. La horquilla de precios para la filial de energías renovables oscilaba entre los 4.500 y los 5.000 millones de euros, por lo que Caja Madrid ingresaría entre 900 y 1.000 millones, según las tablas de tasación expuestas en el citado contrato.
Finalmente, la operación se va a cerrar a una valoración total de Genesa de entre 1.200 y 1.400 millones de euros, por lo que la entidad presidida por Rodrigo Rato ingresará entre 250 y 280 millones de euros. Por tanto, una cifra sensiblemente inferior a la pretendida, en torno a un 25% de lo estimado en un principio. Ello se explica por el cambio de regulación de las energías renovables en España, con un sustancial recorte de las primas a muchas plantas eólicas, fotovoltaicas y termosolares.
Una estrecha relación
La incertidumbre regulatoria ha impedido a Lazard encontrar un comprador para esta participación minoritaria, que finalmente va a pasar a manos de EDP, socio de Caja Madrid. El contrato entre las partes vencía el 15 de septiembre de 2010, aunque matizaba que “en caso de que finalizara el plazo de duración y aún se estuvieran llevando a cabo las negociaciones para la conclusión de la operación, el presente acuerdo se prorrogará automáticamente por el tiempo necesario para concluirlaâ€
Caja Madrid no ha querido hacer comentarios sobre si entró en vigor la prórroga y, por tanto, si Lazard ha continuado como asesor. En cualquier caso, la situación mermaría mucho los ingresos por comisiones del banco de inversión, que hubiera podido conseguir hasta 7,2 millones de euros en el caso de haber vendido el 20% de Genesa a un tercero por 1.000 millones, según consta en el apartado de Honorarios y Gastos del contrato.
Al no haber sido posible, Lazard recibirá en el mejor de los casos tan solo un millón de euros, más otros 340.000 euros como salarios fijos mensuales por los 17 meses que ha durado la operación. Si el banco hubiera cerrado la transacción antes del 15 de marzo de 2010, se hubiera llevado otros 300.000 euros por una comisión especial de íéxito.
La relación entre Lazard y Caja Madrid ha sido muy estrecha desde que Rato se hizo con la presidencia de la segunda caja española. Fue el banco que contrató como asesor para su fusión con Bancaja y otras cinco entidades de pequeño tamaño para crear Bankia. Precisamente, Lazard va a ser el banco de cabecera del exdirector gerente del FMI en la salida a bolsa del grupo financiero de nueva creación. Al mismo tiempo, Caja Madrid encargó la reestructuración de su equipo directivo a Seeliger y Conde, una firma de cazatalentos cuyo mayor ejecutivo -Luís Conde- ha sido consejero de Lazard.