O Pindo, El Monte Sagrado
http://www.galiciaparaelmundo.com/blog/?page_id=51&recurso_id=3109 La costa bonita, entre Ribadeo y A Guarda.
Es pueblo, puerto y playa. Y tambiíén Monte al que llaman el "Olimpo Celta". Vamos a escalarlo para que ustedes descubran algunos de sus misterios.
Pocos lugares hay en Galicia tan rodeados de misterio y leyendas. Pocos montes tan ligados a una tierra como O Pindo a la Costa da Morte. Su ubicación no puede ser mejor. Es una inmensa mole escarpada y árida rodeada de hermosísimas playas y del más peligroso mar. Y a sus pies, el tranquilo y hospitalario pueblo de O Pindo, que se acomoda a sus faldas. Con limpias aguas y un coqueto puerto pesquero. El peculiar aspecto de este monte ha fomentado multitud de mitos e historias fantásticas. El Padre Sarmiento aseguró que su nombre obedece a su semejanza con el Monte Pindo de Grecia. De ahí que sea llamado el Olimpo de los celtas. El lugar donde, según la tradición oral, celebraban sus cultos de adoración al sol, a los demás astros y a los elementos. Y donde los románticos fijan su gran cementerio. O la gran testa xupiteriana, según el siempre genial Otero Pedrayo.
De íél se dicen tambiíén cosas más terrenales. Como que sus laderas albergan infinitas plantas medicinales. Se comenta asimismo que la hierba crece de forma extraordinariamente rápida de la noche a la mañana. Y se afirma que los matrimonios estíériles acuden aquí para tener descendencia. Hay tambiíén historias más reales y más tristes. Como las de los combatientes y huidos de la Guerra Civil, que encontraron refugio entre sus piedras. Mucho antes se hablaba del fabuloso tesoro de la legendaria reina Lupa, vinculada con la tradición Xacobea. Y existen numerosas historias sobre diversas fortalezas que se levantaron en la zona.
Pese a las contradicciones entre historiadores parece haber coincidencia en torno al castillo de San Jorge. Construido en el siglo diez por orden de Sisenando segundo, obispo de Iria Flavia. Tras pasar a manos de varios señores, fue derribado por las revueltas irmandiñas. Al margen de historias y leyendas, el Monte Pindo se alza entre las playas de Carnota y í‰zaro . Lamido por las olas del ocíéano y perfumado por el aroma de la brisa marina. Existen diversos caminos para acceder a íél pero todos tienen un mismo objetivo. El punto más elevado. Seiscientos veintisiete metros sobre el nivel del mar y un nombre cuando menos curioso: el Pico da Moa. Tambiíén uno de los más espectaculares miradores sobre la Costa da Morte. Y hasta llegar arriba, un fascinante recorrido que hará volar nuestra imaginación. Como en una película de miedo o en una novela de misterio nos sentimos vigilados. Quizás son los espíritus de los celtas que han tomado forma píétrea. Lo que es seguro es que vemos caras por todas partes. Algunas parecen haber salido de la paleta de Picasso. Otras nos observan con seriedad. Aunque tambiíén encontramos inmensas sonrisas que nos tranquilizan. Y enormes delfines que salen a nuestro encuentro. O majestuosos simios oteando el horizonte. Hasta que por fin nos topamos con el más famoso guerrero que estas tierras hayan visto nacer.Y junto a todos ellos, cientos de rocas extrañas, quebradas o apiladas que convierten a este monte en un lugar singular.
Un espacio cargado de energía y abierto al mundo.