Por... Wanda Rudich
Los precios del petróleo cayeron esta semana con fuerza, arrastrados por la inusitada y políémica decisión de la Agencia Internacional de Energía (AIE) de liberar en julio 60 millones de barriles (mb) de crudo de las reservas estratíégicas, 2 mb por día.
El desplome, especialmente fuerte en el crudo Brent, referente en Europa, se produjo inmediatamente despuíés del anuncio de la AIE, y anuló las subidas de las jornadas anteriores.
El Brent terminó a 105,12 por barril en el Intercontinental Exchange de Londres, con una caída del 7,2% frente a su valor del cierre del viernes anterior (113,21 dólares).
En la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el barril del WTI, que una semana antes había retrocedido más del 6%, bajó otro 1,98% y concluyó a 91,16 dólares.
Y el crudo referencial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se sitúa en torno a los 106 dólares, tras dejar atrás los casi 122 dólares de fines de abril.
“Una mayor tensión en el mercado petrolero amenaza con malograr la frágil recuperación de la economía globalâ€, dijo la AIE al comunicar desde su sede en París la medida extraordinaria acordada por sus 28 países miembros, los más industrializados del mundo.
Tal amenaza, según la agencia, se cierne por el sostenido corte de las exportaciones petroleras de Libia a raíz de la guerra civil y el aumento de la demanda previsto para el próximo semestre.
El director de la AIE, Nobuo Tanaka, expresó su esperanza de facilitar “un aterrizaje suave de la economía mundial†mediante la disponibilidad de los citados barriles de las reservas estratíégicas, de los cuales la mitad (30 millones) serán sacados por EEUU.
“Eso cambia muchos las cosas. Es sólo la tercera vez que la AIE ha coordinado un esfuerzo semejante. Las dos ocasiones previas: 1991 en la guerra del Golfo Píérsico y 2005 tras el huracán Katrinaâ€, recordó Jason Schenker, presidente de la estadounidense Prestige Economics.
Para el experto petrolero, se trata de un “intento de evitar precios significativamente más altos a medio y largo plazoâ€.
La medida ha despertado escepticismo entre los analistas del sector, sobre todo debido al momento del anuncio, cuando no se percibe ninguna escasez y los precios del “oro negro†se habían ya moderado considerablemente respecto a los picos de fines de abril.
Los analistas se preguntan por eso cuál es la verdadera causa detrás de esta nueva política de los consumidores, y la relacionan directamente al fracaso de la OPEP, en su primera reunión del año, el 8 de junio en Viena, de alcanzar un acuerdo para elevar su oferta conjunta de crudo.
“Si la AIE hubiese dado ese paso hace unos meses, probablemente todo el mundo hubiese dicho gracias, ¿pero hoy?, se preguntó Johannes Benigni, de la consultora vienesa JBC Energy.
“Quizás el único efecto positivo es una señal a los especuladores para que no inviertan en materiasâ€, añadió.
“Es la primera vez que se liberan reservas sin que la situación estíé directamente relacionada con una crisis del suministro. Esta nube podría hacer que los mercados se volvieran más volátilesâ€, alertaron los expertos de la asesora británica KBC, para quienes la decisión de la AIE “refleja la frustración†ante la falta de acción de los países de la OPEP.
Además revela “una política potencialmente más activa por parte de los importadores de petróleoâ€, quizás motivada por las tensiones de los mercados desde que se desató a fines de enero la llamada “primavera árabeâ€.
Finalmente, dice KBC en un análisis dedicado exclusivamente a los efectos de la decisión de la OIEA, “es un recordatorio de que los segmentos de las industrias de refino, particularmente en Europa, son aún demasiado dependientes del crudo dulce ligeroâ€, de alta calidad, como el libio o el Brent.