INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Lo que se juega España en el envite griego  (Leído 220 veces)

Eguzki

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 26.157
  • Karma: +0/-1
Lo que se juega España en el envite griego
« en: Noviembre 02, 2011, 08:08:39 am »
Depresión. Es la palabra que más suena tras la amenaza de Papandríéu de convocar un referíéndum. España e Italia se llevarí­an la peor parte y podrí­an necesitar ayuda externa.

Depresión. Es una palabra que vuelve a sonar en los ámbitos económicos tras el anuncio del primer ministro griego, Yorgos Papandríéu, de que convocará un referíéndum en el paí­s sobre los planes de rescate. Si el plebiscito pregunta por la permanencia en el euro, cómo ha sugerido el ministro de Finanzas griego, y, cómo indican las encuestas, los ciudadanos deciden que no quieren continuar en la moneda única, la economí­a mundial entrarí­a de nuevo en una gran recesión.

El colapso de la economí­a global podrí­a ser mayor que el que se produjo tras el golpe de Lehman Brothers. ¿Y España? Partirí­a, de la mano de Italia, del peor punto de partida posible.

Diferentes escenarios
Según los expertos consultados por este periódico, si los peores augurios sobre la economí­a helena se convirtieran en realidad, la crisis serí­a mayor que la registrada en 2008 y en 2009, un periodo en el que el Producto Interior Bruto (PIB) llegó a caer en un trimestre más de un 4% en tíérminos interanuales y en el que, en sólo tres meses, se llegaron a sumar a las listas del desempleo más de 600.000 personas.

El problema es que entonces España se enfrentaba a la situación con las finanzas públicas saneadas y, ahora, el riesgo paí­s español roza los 380 puntos básicos, un nivel de alarma que no se ha conseguido evitar ni con las compras de deuda perifíérica del BCE.

Elvira Rodrí­guez, exministra del Gobierno de Josíé Marí­a Aznar y ex secretaria de Estado de Presupuestos, opina que a “España no le beneficia nada que vuelvan las turbulencias a los mercados”. “Nos va a afectar a nosotros más que a otros paí­ses”, asevera. Destaca que el golpe a la banca española de la última Cumbre europea contribuirá a que los inversores sigan viendo a España, si el referíéndum se realizara, en el grupo de las economí­as más problemáticas de la eurozona.

Sin embargo, el peor escenario posible, el de una quiebra en Grecia, que para algunos analistas como Guillermo de la Dehesa es todaví­a un escenario de “ciencia ficción”, no es el único que asestarí­a un duro golpe a España. El sector financiero descontaba que el encarecimiento de la financiación de España provocarí­a el siguiente efecto: por cada 100 puntos de aumento de la prima de riesgo que se mantenga en el tiempo –aproximadamente durante 24 meses– se restarí­a un punto al PIB y se destruirí­an 160.000 puestos de trabajo.

En un escenario moderado, los analistas contemplaban que el PIB sufrirí­a una ralentización de 0,5% por la tormenta de la deuda y que el agujero de las cuentas públicas españolas aumentarí­a en 1.200 millones de euros por este mismo motivo (ver EXPANSIí“N del 5 de agosto).

Pero la actual incertidumbre podrí­a provocar una situación mucho más cruenta que la que se manejaba hasta la fecha: el pulso que ha echado Papandríéu a la eurozona hace más verosí­mil la posibilidad de que España e Italia necesiten asistencia de las autoridades comunitarias y del FMI.

Ambos paí­ses tendrí­an que impulsar duros recortes (quizá mayores que los que aprobó Zapatero en mayo de 2010) para desligarse del grupo de la periferia, algo difí­cil de lograr con un crecimiento del 0,0%, con unas elecciones generales de por medio y con un díéficit público incierto por culpa de la situación financiera de las autonomí­as y de la Seguridad Social.

Golpe a los contribuyentes
Si se rompiera la eurozona, en Grecia se producirí­a una situación similar a la del corralito en Argentina, ya que la nueva moneda se devaluarí­a en el entorno de un 40%. Los ahorradores tratarí­an de cambiar cuanto antes sus ahorros a euros para no perder riqueza. Si Papandríéu no cesa en el intento de preguntar a los ciudadanos sobre los planes de rescate a Grecia, no podrí­a pagar ni las pensiones ni las nóminas en el corto plazo ya que, previsiblemente, la Unión Europea les bloquearí­a todas las ayudas.

Pero no serí­a la única perjudicada: España e Italia necesitarí­an ayuda financiera directa para poder seguir haciendo frente a sus compromisos. En el corto plazo, Miguel Aguirre, analista de mercados de Analistas Financieros Internacionales (Afi) cree que el nuevo Banco Central Europeo de Draghi tendrá que apostar por más compras de deuda perifíérica. A su juicio, aún tiene margen, ya que en las primeras semanas de agosto compraba en torno a 16.000 millones de euros semanales. En la última semana esta cifra se habí­a reducido a 4.000 millones.

Las locomotoras tampoco se escaparí­an del golpe. El impacto de una quiebra de Grecia serí­a tambiíén muy grande en economí­as como la alemana y la francesa, que tiene al sector bancario sensiblemente expuesto a la deuda helena. Si el referíéndum se mantiene, estas entidades ya no tendrí­an que contar con una quita voluntaria del 50% de la deuda helena sino con la quiebra. Es decir, con una reestructuración del 100%.

¿Una medida complicada que se podrí­a plantear para evitar el colapso? Un plan Marshall, pagado por los contribuyentes alemanes y franceses, para calmar el descontento de la sociedad griega. El problema es que, en este caso, serí­an Merkel y Sarkozy los que tendrí­an que preguntar la opinión a sus votantes.

Los expertos analizan la tormenta sobre la eurozona

GUILLERMO DE LA DEHESA (Economista)
Este economista cree que plantear un referíéndum en Grecia es un escenario de “ciencia ficción”. Partiendo de esta base, si los ciudadanos apostaran por la quiebra de la economí­a helena, “el cien por cien de la deuda griega no se pagarí­a” y se dejarí­a a los bancos en una situación muy complicada. “Si no se aceptan los planes de ajuste sí­ que habrá un problema”, vaticina. Y es que se echarí­a por tierra todo lo avanzado en las últimas semanas por el Consejo Europeo.

GABRIEL CALZADA (Economista)
El presidente del Instituto Juan de Mariana da por sentado de que se va a producir una quiebra de Grecia. A su juicio, si los temores que surgieron ayer se materializan, surgen tambiíén “dudas de que España e Italia no vayan por un camino similar”. A su juicio, una quiebra de la economí­a helena provocarí­a una recesión mundial más grave que la que se registró tras la quiebra de Lehman y recuerda que la mayorí­a de los desastres monetarios han llegado de la mano del colapso de deuda pública.

ELVIRA RODRíGUEZ (Exministra)
La exministra del Gobierno de Aznar tambiíén cree que es inevitable que el BCE compre más deuda griega y critica al Gobierno por haber permitido en la última cumbre un golpe a la banca española. “A España no le beneficia nada que vuelvan las turbulencias a los mercados financieros. Nos va a afectar a nosotros más que a otros paí­ses”, alerta. A su juicio, en España los mercados ya han descontado el cambio de Gobierno en España, lo que nos hace estar en una situación mejor que la de Italia.

JOSí‰ CARLOS DíEZ (Economista de Intermoney)
Para el analista jefe de Intermoney, Josíé Carlos Dí­ez, el problema de Grecia y el contagio a otros paí­ses europeos está poniendo de relieve la incapacidad de reacción de Europa. Opina que el nuevo presidente del Banco Central Europeo tiene que “estrenarse” anunciando un programa de compras de deuda perifíérica con cantidad y plazo temporal, al igual que la Fed. “Hay que resolver el problema de Grecia ya”, explica Dí­ez. “Hay solución”, pero tiene que ser “de cooperación”.