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Autor Tema: LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE  (Leído 2120 veces)

Scientia

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LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE
« en: Junio 20, 2008, 08:01:31 pm »
Hasta hace poco, los relatos sobre la vida en el "otro mundo" aparecí­an sólo en la literatura religiosa especial. Las revistas laicas y los libros cientí­ficos, como regla, evitaban estos temas. La mayorí­a de los míédicos y psiquiatras rechazaban cualquier manifestación espiritual y no creí­an en la existencia del alma. Pero unos 20 años atrás, en lo que parecí­a el pleno triunfo del materialismo, algunos míédicos y psiquiatras se interesaron seriamente por el problema de la existencia del alma. El inicio del cambio se debió al libro del Dr. Raymond Moody "La vida despuíés de la vida," que salió en 1975 y causó un gran revuelo. En este libro Dr. Moody recogió una serie de relatos de las personas que pasaron la muerte clí­nica. Los relatos de algunos de sus conocidos incitaron a Dr. Moody a internarse en el problema del proceso de la muerte. Cuando íél comenzó a juntar datos, para su asombro vio que existí­an numerosas personas que durante su muerte clí­nica tuvieron visiones extracorporales. Ellos generalmente no las contaban para que no se burlen de ellos o no los consideren locos.

Al poco tiempo de la salida del libro de Dr. Moody, la prensa sensacionalista y la TV, ávidos de cosas sensacionales, desparramaron ampliamente sus datos. Comenzó una viva discusión sobre el tema de la vida despuíés de la vida y hasta debates públicos sobre el tema. Entonces una serie de míédicos, siquiatras, representantes de las iglesias, que se sintieron vulnerados por la invasión poco competente de sus especialidades, se pusieron a comprobar los datos y conclusiones del Dr. Moody. Fue grande el asombro de muchos de ellos, cuando se convencieron de la veracidad de las observaciones del Dr. Moody — y precisamente, en que despuíés de la muerte, el hombre no cesa de existir, sino que su alma continúa viendo, oyendo, pensando y sintiendo.

Entre las investigaciones serias y sistemáticas del problema, hay que mencionar el libro del Dr. Michel Sabom "Recuerdos de la muerte."(5). El Dr. Sabom es profesor de medicina en la universidad de Emori y míédico regular del hospital de veteranos en la ciudad de Atlanta. En su libro se pueden encontrar datos detallados y documentados y un profundo análisis sobre esta cuestión.

Es muy valiosa así­ mismo, la investigación del psiquiatra Kenneth Ring en el libro "La vida a la hora de la muerte."(6). El Dr. Ring confeccionó una encuesta estándar para las personas que pasaron la muerte clí­nica. Los nombres de otros míédicos que se ocuparon del tema están en la bibliografí­a citada al final. Muchos de ellos comenzaban sus observaciones siendo escíépticos. Pero viendo cada vez nuevos casos que comprobaban la existencia del alma, cambiaban su actitud.

Mencionaremos algunos relatos de los hombres que pasaron la muerte clí­nica, compararemos estos datos con la enseñanza tradicional cristiana, sobre la vida del alma en el otro mundo y haremos las conclusiones pertinentes. 

 




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Quíé ve el Alma en el "Otro" Mundo
« Respuesta #1 en: Junio 20, 2008, 08:08:31 pm »
Quíé ve el Alma

en el "Otro" Mundo

La muerte no es como muchos se la imaginan. Todos nosotros, en la hora de la muerte, tendremos que ver y vivir mucho para lo que no estamos preparados. La meta de este folleto es de ampliar y hacer más exacto nuestro entendimiento de la inevitable separación con nuestro cuerpo. Para muchos, la muerte es algo parecido a un sueño sin sueños. Uno cierra los ojos, se duerme y no hay nada más — la oscuridad. Sólo que el sueño se termina a la mañana, en cambio la muerte es para siempre. A muchos les espanta lo desconocido: "¿quíé pasará conmigo?" Así­ tratamos de no pensar en la muerte. Pero en el fondo sentimos una vaga ansiedad y una confusa inquietud ante lo inevitable. Cada uno de nosotros tendrá que pasar esta frontera. Serí­a útil pensar y prepararse.

Pueden preguntar: "¿En quíé pensar y a quíé prepararse? No depende de nosotros. Llegará el tiempo — moriremos y eso es todo. Mientras, todaví­a tenemos tiempo; hay que tomar de la vida todo lo que esta pueda ofrecer: comer, beber, amar, luchar por el poder, el honor y la gloria, ganar dinero, etc. Es preciso no pensar en lo que es difí­cil y desagradable y en particular no permitirse pensamientos sobre la muerte." Así­ hace la mayorí­a.

Sin embargo, a cada uno de nosotros de tanto en tanto nos surgen otros pensamientos inquietantes: "¿y si no es así­? ¿y si la muerte no es el fin y despuíés de la muerte del cuerpo me encontrare inesperadamente en unas condiciones completamente nuevas, conservando la capacidad de ver, oí­r y sentir?" Y lo más importante: "¿y si nuestro futuro detrás de este umbral, en alguna medida, depende de cómo hemos vivido nuestra vida, de cómo íéramos antes de cruzar la frontera de la muerte?"

De la comparación de numerosos relatos de la gente que pasó la muerte clí­nica, se dibuja el cuadro siguiente de lo que ve el alma cuando se separa del cuerpo: cuando en el proceso de la muerte el hombre llega al predeterminado final de sus fuerzas, íél escucha que el míédico lo declara muerto. Luego, íél ve a su "doble" — el cuerpo inanimado que yace allí­ abajo, y cómo los míédicos y las enfermeras tratan de volverlo a la vida. í‰stas imágenes producen en el hombre un fuerte golpe, ya que por primera vez en su vida íél se ve desde afuera. Al mismo tiempo, íél descubre que todas sus facultades de ver, oí­r, pensar, sentir, etc., continúan funcionando normalmente, pero íésta vez, independientemente de la envoltura externa. Encontrándose flotando en el aire, algo más arriba de la gente que está en el cuarto, el hombre trata por instinto de comunicarse: decir algo, tocar a alguien. Pero, pasmado, se da cuenta que está separado de todos: su voz no la oye nadie, su tacto nadie lo percibe. Con todo, lo sorprenden los sentimientos de alivio, paz, y hasta alegrí­a que siente. No está más esa parte de su "yo" que sufrí­a, que exigí­a algo, que se quejaba de algo. Percibiendo este alivio, el alma del hombre, habitualmente no quiere volver a su cuerpo.

En la mayorí­a de los casos de la muerte temporal, bien documentados, despuíés de algunos momentos de observar lo que pasa, el alma vuelve a su cuerpo, y así­ los conocimientos sobre el otro mundo se interrumpen. Pero a veces ocurre que el alma se mueve más lejos en el mundo espiritual. A íése estado, algunos lo describen como movimiento en un túnel oscuro. Despuíés de esto, algunas almas llegan a un mundo de gran belleza, donde ellas a veces se encuentran con sus parientes antes fallecidos. Otros arriban a un espacio de luz y se encuentran con un ser luminoso que irradia gran amor y comprensión. Unos afirman que se trata del Señor Jesucristo, otros que es un íngel. Pero todos coinciden en que í‰l reboza de bondad y misericordia. Algunos, en cambio, caen en unos lugares tenebrosos e "infernales," y volviendo, describen seres repugnantes y crueles que vieron allí­.

A veces el encuentro con el misterioso Ser luminoso es seguido por un "repaso" de la vida, en que el hombre comienza a recordar su pasado y evalúa moralmente todos sus actos. Despuíés de esto, algunos ven un cerco o frontera. Ellos sienten que pasándolo no podrán volver más al mundo fí­sico.

No todos los que pasaron la muerte temporal experimentaron todas las fases arriba mencionadas. Un porcentaje importante de hombres devueltos a la vida no puede recordar nada de lo que pasó con ellos "allí­." Las etapas mencionadas las ponemos en el orden de su relativa frecuencia, comenzando por los más frecuentes y terminando por los más raros. Según los datos del Dr. Ring, aproximadamente una de cada siete personas recuerda su estadí­a fuera del cuerpo, haber experimentado la visión de la luz y haber hablado con el Ser luminoso.

Gracias al progreso de la medicina, la reanimación de los muertos es una práctica habitual en muchos hospitales actuales. Anteriormente, casi no se practicaba. Por eso existe alguna diferencia entre los relatos sobre el mundo de ultratumba en la literatura antigua y más tradicional y en la contemporánea. Los libros religiosos más antiguos, relatando las visiones de las almas de los muertos, cuentan lo que vieron en el paraí­so o en el infierno y los encuentros en el otro mundo con los íngeles o los demonios. í‰stos relatos se pueden llamar: las descripciones del "lejano cosmos" ya que contienen las imágenes del mundo espiritual alejado de nosotros. Los relatos contemporáneos registrados por los míédicos-reanimadores, al contrario, describen las imágenes del "cercano cosmos" — las primeras impresiones del alma apenas salida del cuerpo. Ellas son interesantes ya que complementan a las primeras y nos permiten entender mas plenamente lo que nos espera a cada uno de nosotros. De la posición media se ocupa el relato de K. Ikskul publicada por el Arzobispo Nikon en las "Hojas de la Trinidad" en 1916, bajo el tí­tulo "Improbable para muchos pero acontecimiento real" y que incluye ambos mundos: el cercano y el lejano. En 1959 el monasterio de la Santí­sima Trinidad reeditó esta descripción como un folleto separado. Lo citamos aquí­ abreviado. Este relato cubre los elementos de la literatura más antigua y contemporánea sobre el mundo de ultratumba.

K. Ikskul era un tí­pico joven intelectual de la Rusia prerevolucionaria. Fue bautizado en su infancia y creció en un medio ortodoxo. Pero como era costumbre entonces entre los intelectuales, consideraba a la religión con indiferencia. A veces concurrí­a a la iglesia, remarcaba las fiestas de Navidad y Pascua y hasta comulgaba una vez al año, pero muchas cosas en la religión ortodoxa las consideraba como anticuadas supersticiones, entre ellas sus enseñanzas sobre la vida despuíés de la muerte. í‰l estaba seguro de que con la muerte la vida humana terminaba.

Una vez enfermó de neumoní­a. Estuvo mucho tiempo enfermo, empeoró y fue internado en un hospital. No creí­a que se acercaba la muerte, esperaba sanar y seguir con sus ocupaciones habituales. Una mañana, de repente se sintió completamente bien, la tos cesó y la fiebre bajó hasta lo normal. Pensó que por fin mejoraba. Pero para su asombro, los medicos se inquietaron, hasta trajeron oxí­geno. Despuíés, — sintió escalofrí­os y total indiferencia hacia todo lo que le rodeaba. í‰l relata:

"Toda mi atención se centró en mí­ mismo y como en un desdoblamiento... apareció un hombre interno (principal) que sentí­a una total indiferencia hacia el externo (el cuerpo) y hacia todo que pasaba con íél... Era sorprendente ver y oí­r todo y al mismo tiempo sentirse ajeno a todo. El míédico me pregunta, yo escucho, entiendo, pero no contesto; no tengo porquíé hablar con íél... De repente me sentí­ arrastrado con terrible fuerza hacia abajo, hacia la tierra. Me agitíé. "Agoní­a," dijo el míédico. Yo entendí­a todo, no me asustíé. Recordíé que leí­ que la muerte es dolorosa, pero no sentí­a dolor. Pero sentí­a pesadez. Me sentí­a atraí­do hacia abajo, sentí­a que algo debe separarse... Hice un esfuerzo para liberarme y de repente me sentí­ liviano y en paz.

Lo que sigue lo recuerdo muy claramente. Estoy parado en el medio del cuarto. A mi derecha, en semicí­rculo, estaban parados los míédicos y las enfermeras rodeando la cama. Me extrañíé: ¿quíé hacen allí­ si yo estoy aquí­? Me acerquíé para ver. Sobre la cama estaba acostado yo. Viendo a mi doble, no me asustíé; sólo me extrañíé. ¿Cómo es posible? Quise tocarme, mi mano pasó a travíés como en el vací­o y tampoco pude tocar a los otros. No sentí­a el piso. Llamíé al míédico pero íél no reaccionó. Entendí­ que estaba completamente solo y sentí­ pánico.

Miríé a mi cuerpo y pensíé: ¿habríé muerto? Pero esto era difí­cil de imaginar; yo estaba más vivo que antes, sentí­a y comprendí­a todo... Despuíés de un tiempo los míédicos se fueron del cuarto. Dos paramíédicos hablaban de las peripecias de mi enfermedad y muerte, la enfermera se dirigió al í­cono, se persignó, y en voz alta pronunció para mí­ el habitual deseo: "Que tenga el Reino de los Cielos y la paz eterna." Apenas dijo ella estas palabras, a mi lado aparecieron dos íngeles. En uno reconocí­ a mi íngel de la guarda, al otro no lo conocí­a. Tomándome de las manos, ellos me llevaron a la calle, directamente a travíés de la pared. Anochecí­a, nevaba de una manera muy calma. Yo lo veí­a pero no percibí­a el frí­o ni el cambio de temperatura. Comenzamos a subir rápidamente." Más adelante continuaremos nuestro relato de K. Ikskul.

Gracias a nuevas investigaciones en el campo de la reanimación y comparando gran cantidad de relatos de los hombres que pasaron por la muerte clí­nica, se puede reconstruir un cuadro bastante detallado de lo que experimenta el alma despuíés de su separación del cuerpo. Por supuesto, cada caso tiene caracterí­sticas individuales, que faltan en otros. Y esto es naturalmente de esperarse, ya que el alma cuando llega al otro mundo, ella — como un reciíén nacido — tiene la vista y el oí­do no totalmente desarrollados. Por eso las primeras impresiones de los hombres que "emergen" en el otro mundo, tienen un carácter sumamente subjetivo. Sin embargo, en su totalidad se crea un cuadro bastante completo aunque no siempre totalmente comprensible.

Notemos los momentos más relevantes de la experiencia del otro mundo, extraí­dos de los libros contemporáneos sobre la vida despuíés de la muerte.

 


alken

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Re: LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE
« Respuesta #2 en: Junio 24, 2008, 04:45:18 pm »
Creo que se me nota que soy bastante excíéptico en estos temas. Pero , en ocasiones , hay cosas que te hacen pensar.
Alguiíén sabe lo que es una canción o una pieza musical?. Pienso que en origen es un sentimiento que se materializa en un instrumento musical. Más tarde alguiíén lo graba y la canción se combierte en un archivo, ese archivo puede viajar al otro extremo de la tierra a travíés de una red que llamamos internet. En el otro extremo de la tierra pasa a ser una cosa redonda y plana que llamamos cd. La canción puede tener muchos soportes. Pero....quíé es una canción? y dónde está la canción?
Lo mismo he dicho una tonterí­a pero yo encuentro muchas similitudes con lo que podemos llamar "alma".

alken

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Re: LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE
« Respuesta #3 en: Junio 24, 2008, 04:55:53 pm »
Y sabíéis lo que acabo de hacer? he transmitido un sentimiento a personas que se encuentran a diferentes distancias a travíés de una cosa que se llama internet :016:

alken

  • Visitante
Re: LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE
« Respuesta #4 en: Junio 24, 2008, 05:06:33 pm »
El sentimiento estaba en un conjunto de sí­mbolos a los que llamamos letras?