Por... LUIS ALONSO LUGO
WASHINGTON -- Amíérica Latina y el Caribe necesitarán controlar la excesiva volatilidad originada por el incremento en la captación del flujo de capitales que solo buscan ganancias a corto plazo.
El economista jefe del Banco Mundial (BM) para Amíérica Latina, Augusto de la Torre, dijo en conferencia de prensa que las inversiones de fondos mutuos en los siete países más grandes de la región aumentaron ocho veces en enero y febrero de 2012, comparado con el mismo período del año anterior.
"La parte más volátil de los flujos de capital está dominado por administradores de activos internacionales, mueven dinero de tamaño gigantesco y lo hacen de manera distinta a los bancos", dijo de la Torre. Mencionó como ejemplo que si Vanguard, una de muchas de estas compañías internacionales, decidiese mover el 1% de sus fondos mutuos a Colombia, le representaría un 6% del producto interno bruto de la nación sudamericana.
El Banco Mundial ubicó el flujo promedio mensual de capital de cartera de las firmas internacionales de fondos mutuos hacia los siete países más grandes de Amíérica Latina durante los primeros meses de 2011 en 555 millones de dólares, mientras que durante los dos primeros meses de 2012 el promedio ascendió a 4.400 millones de dólares.
El flujo intenso de capitales externos pueden desestabilizar a las economías locales, al crear presiones inflacionarias, revaloración de las divisas que terminan restando competitividad al encarecer las exportaciones y un crecimiento desproporcionado del críédito interno que podría desencadenar en crisis bancarias.
De la Torre dijo que entre los economistas existe actualmente un debate sobre la eficiencia de los controles de capital para desacelerar los flujos, como los aplicados por Colombia, Chile y Brasil.
El experto atribuyó el incremento de los flujos de capital a Amíérica Latina al apetito de inversionistas internacionales por mayores retornos de inversión, ante las bajas tasas de interíés en las economías desarrolladas y la calma temporal que despertó el desembolso de cuantiosos recursos del Banco Central Europeo ante el alto endeudamiento público de varios países de la zona euro.
Las perspectivas de crecimiento de 3,5% para 2012 de la región ofrecen un retorno de inversión más atractivo para los inversionistas privados, pero los gobiernos latinoamericanos exhiben diferentes niveles de vulnerabilidad a impactos externos como una desaceleración en Europa y una lenta recuperación en Estados Unidos, una baja en el crecimiento de la economía china y un descenso en el precio de las materias primas.
De la Torre ubicó a Brasil, Chile, Colombia, Míéxico, Paraguay, Perú y Uruguay en el grupo de países con vulnerabilidad baja, ya que cuentan con reservas externas amplias y tasas de cambio flexibles que los ayudan a absorber choques; y a las naciones angloparlantes del caribe en el grupo de gran vulnerabilidad, debido a su tamaño y apertura y por su alto endeudamiento.
El economista destacó la alta vulnerabilidad de Venezuela y Ecuador debido a las fluctuaciones en mercado petrolero, por lo que exhortó a ambos gobiernos a buscar reformas orientadas a incluir amortiguadores fiscales.
Los demás países de la región se encuentran en un nivel intermedio vulnerabilidad, por lo que de la Torre exhortó a sus autoridades a buscar "cualquier pequeña mejora en sus políticas fiscal, monetaria y macroprudencial porque puede acarrear grandes beneficios".
Al presentar un informe titulado "Latinoamíérica hace frente a la volatilidad, el lado oscuro de la globalización", De la Torre dijo que si bien la región espera que Europa pueda resolver sus problemas estructurales, "no es imposible que la situación se deteriore rápidamente. No desestimamos los desafíos. La única certeza es la falta de certeza, la incertidumbre y la fragilidad de las trayectorias económicas internacionales".