En el libro analiza de una manera didáctica el funcionamiento del actual sistema económico.
La economista española Susana Martín Belmonte propone en su libro "Nada está perdido" la creación de un nuevo sistema monetario que funcionaría con una moneda digital que carecería de interíés y que desaparecería una vez completado el ciclo productivo que motivó su creación.
Susana Martín indica, en una entrevista con Efe, que la mayor parte del dinero en la actualidad está creado como príéstamo con interíés, lo que hace que siempre haya más deuda que dinero para pagarla.
En su opinión, esto coloca a la sociedad en una posición de necesidad con respecto a las instituciones financieras, obliga a las personas a competir por el capital financiero y favorece la especulación.
La autora de "Nada está perdido. Un sistema monetario y financiero alternativo y sano", publicado por la editorial Icaria y que se presenta la próxima semana, asegura que "un dinero digital y sin respaldo del oro tiene ya las mismas características que un servicio de la web 2.0.".
Esta circunstancia, unida a otra de sus características tíécnicas -"se crea apretando una tecla"- y a que podría ser gratuito por ello, serviría para que se cambiara la regulación de su emisión.
Según Martín, no se solicitan estas modificaciones legales, porque no interesa al poder financiero y porque "la gente no es consciente de que como usuarios de una moneda tienen derechos, y no lo demandan".
La autora denomina el ejercicio de estos derechos "soberanía financiera ciudadana".
En el libro analiza de una manera didáctica el funcionamiento del actual sistema económico, perjudicial con la salud del planeta por estar orientado al crecimiento y caracterizado por el consumismo, la obsolescencia programada y la "financiarización", como consecuencia de un sistema monetario y financiero que exige crecimiento constante.
Tras radiografiar el sistema y emplear sencillos ejemplos para comprender sus explicaciones, Susana Martín presenta su "utopía", encaminada a establecer el nuevo sistema monetario mediante la implantación de la soberanía financiera ciudadana.
Según Martín, con la asunción de esta soberanía, las personas y las empresas se desprenden de la dominación que ejerce actualmente el poder financiero a travíés de la lógica financiera que obliga a las personas a competir entre ellas por el dinero.
Dado este paso, puede fundarse un nuevo sistema de asignación de recursos con la finalidad de producir para atender las necesidades reales de la ciudadanía.
En este nuevo sistema, denominado "la R-economía" están previstos mecanismos de control social del críédito y la banca se convertiría en un "contable social", de acuerdo con la teoría monetaria esbozada por Joseph Schumpeter, que velaría para que el críédito diera como fruto los bienes y servicios para cuya producción se autorizó el críédito.