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Analistas y grupos empresariales acogieron hoy con reserva la noticia de que la economía del Reino Unido dejó atrás la recesión, ayudada por los ingresos de los Juegos Olímpicos.
Entre los entendidos se maneja la idea de que el crecimiento de uno por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) entre julio y septiembre es un resultado plano, ya que la situación no es de contracción pero tampoco de recuperación, aunque mejor que lo esperado.
La actividad económica se contrajo en los tres trimestres anteriores, arrastrando al país a su primera recesión desde 1950.
Para el director general de la Cámara de Comercio Británica, John Longworth, ahora hay que trabajar para garantizar que la reanimación se mantenga, ya que ese resultado le da confianza a muchas empresas para invertir, al tiempo que el Gobierno debe asegurar que el avance sea sostenible.
Consideró que las empresas deben ser ayudadas para obtener el financiamiento que requieren y en la búsqueda de nuevos mercados internacionales para colocar sus productos y servicios.
El PIB británico aun se mantiene un cuatro por ciento por debajo de su máximo antes de la recesión y tiene en su contra la profundización de la crisis de la Eurozona, por lo que se prevíé que la recuperación sea lenta y frágil.
Varios economistas plantean que las Olimpiadas de Londres 2012 son responsables de la mitad del crecimiento económico en el trimestre julio-agosto-septiembre por el aumento en la venta de entradas, mayor actividad de hoteles y restaurantes y las agencias de empleo.
La economía británica estuvo en recesión durante los últimos nueve meses y aún no recupera los niveles de producción previos a la crisis financiera de 2008.