"2013 podría marcar el despertar de la era postcrisis" en los mercados de deuda. Así lo destaca Deutsche Bank en sus perspectivas de renta fija para el reciíén inaugurado año, que incluyen varias recomendaciones para los inversores.
Las elecciones políticas en Italia y el techo de deuda en Estados Unidos se presentan, a priori, como las dos principales claves de 2013 en los mercados de deuda.
Si se cumplen las previsiones de Deutsche Bank, el ejercicio que acaba de comenzar alejará un tanto los temores a un ruptura del euro, y estará marcado por una menor aversión al riesgo y por una severa escalada en la rentabilidad de la deuda de Alemania y EEUU. En concreto, estima que al final del año el interíés del bund alemán podría alcanzar el 2,25% (frente al 1,5% actual), y el 2,5% en el caso de los bonos estadounidenses a diez años (desde el 1,8% actual)
De ahí que entre sus estrategias de inversión recomendadas para 2013 figure la de tomar posiciones cortas en la deuda a diez años de Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, en previsión de una caída de sus precios y del consiguiente repunte de la rentabilidad.
Dentro de la deuda de la eurozona, los analistas de Deutsche Bank aconsejan apostar por ponerse 'alcistas' en los bonos italianos frente a los franceses. Consideran que las primas de riesgo de la periferia irán cediendo, y señala que la deuda de Italia está "barata", mientras que la de Francia parece "cara".
Uno de los países más beneficiados de la mejora de la deuda perifíérica será, a juicio de la firma alemana, Portugal. Los bonos del país luso presentan una oportunidad para ponerse 'largo', según recomiendan desde Deutsche Bank. El país luso es "particularmente atractivo" por los significativos progresos macroeconómicos, por la extensión del programa de ayuda europea y porque las rentabilidades de su deuda continúan siendo "elevados", sobre todo en el plazo a cinco años.
Más allá de la deuda pública, los analistas de Deutsche Bank encuentran una oportunidad de inversión en la cíédulas hipotecarias españolas. sostiene que la deuda corporativa de Estados Unidos y Europa debería beneficiarse de los programas de liquidez de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo. En este sentido destaca el potencial de las cíédulas hipotecarias españolas, porque estima improbable que se vean afectadas por posibles reestructuraciones y porque podrían beneficiarse de la recapitalización de la banca. En las últimas jornadas, Bankinter, Banco Sabadell y Banco Popular han emitido con íéxito cíédulas hipotecarias.