Acciona, una de las pocas empresas constructoras y energíéticas que había esquivado la crisis hasta el momento, tambiíén va a tener que recurrir a desprenderse de activos para arreglar sus cuentas y su balance. La compañía controlada por la familia Entrecanales ha encargado la venta del 30% de su filial de energía, que representa el 80% del beneficio del grupo, por unos 1.000 millones para hacer frente a sus tensiones de tesorería.
Fuentes financieras han confirmado que Acciona ha contratado a Lazard y a Macquarie para encontrar un comprador para este negocio, que prácticamente es lo mismo que decir la matriz, ya que Acciona Energía supone cuatro de las cinco partes de la totalidad del holding. Esta división registró una cifra de negocio de 2.107 millones de euros en 2012, lo que representó un aumento del 27% respecto al ejercicio precedente.
Por su parte, el beneficio operativo ascendió a 1.125 millones, con un crecimiento del 17,8%. El margen sobre ebitda fue del 53%, ligeramente por debajo del 57% de 2011. Acciona explica que este descenso se debió al aumento de la comercialización de energía, una actividad menos rentable, ya que si no se tuviera en cuenta este aspecto el margen habría sido del 77%. El beneficio antes de impuestos fue de 166 millones, con un aumento del 64,6%.
“El buen comportamiento de los ingresos de generación, que aumentaron un 22% por el incremento de la capacidad total instalada en los últimos doce meses (224MW), y el mayor factor de carga eólica tanto nacional como internacional compensaron la menor hidraulicidad, así como la bajada del precio del pool, frente al precio medio del mismo periodo de 2011â€, explicó Acciona a los inversores en la presentación de los resultados del año.
La compañía acabó con una capacidad instalada de 7.096 megawatios en energías eólicas, de los que 4.713 estaban desarrollados en España y los restantes 2.383 en países tan diversos como Estados Unidos, Míéxico, Australia, Canadá, Alemania, Italia y Portugal. Acciona tambiíén disponía de otros 1.341 megawatios en otro tipo de energías límpias, como la hidráulica convencional, la solar termoelíéctrica y hasta la biomasa.
En total, 8.437 MW, de los que el 70% están repartidos por España y bajo la regulación nacional. Este es el gran problema para Acciona a la hora de vender el 30% de esta filial, ya que el Gobierno ha recortado sensiblemente la retribución que abona a este tipo de energías para rebajar el díéficit elíéctrico. Hasta la fecha, las más castigadas han sido Endesa e Iberdrola, pero el recorte de las primas ha afectado a todo el sector, incluidas Abengoa y ACS.
Precisamente, la constructora presidida por Florentino Píérez lleva cerca de dos años y medio intentando vender por cerca de 5.000 millones todos sus negocios de renovables, desinversiones que apenas ha podido completar en un 50% por la incertidumbre regulatoria. El precio de algunos de los activos que consiguió colocar tuvo que ser ajustado a la baja debido a que en mitad del acuerdo el Ministerio de Industria aprobó varios reales decretos que reducían la rentabilidad de las plantas.
Fuentes financieras indican que la apresurada venta del 30% de Acciona Energía se debe al incremento del 7% de la deuda financiera neta hasta los 7.482 millones. “Este aumento se debe fundamentalmente a la inversión llevada a cabo durante 2012, el pago del dividendo, y el mark to market de los derivados de coberturaâ€, argumenta Acciona en su informe anual. Un problema que se ha acrecentado por el príéstamo de 1.000 millones que solicitó para la compra a la Generalitat de las Aguas del Ter-Llobregat, adjudicación que ha sido suspendida por un juez pese a haber sido pagada.