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Autor Tema: Los efectos positivos de reducir la deuda, los impuestos y el gasto…  (Leído 243 veces)

OCIN

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Por… Alan Reynolds



Varios paí­ses europeos, incluyendo a Chipre, han experimentado un estancamiento o declive económico durante cinco años o más. Aún cuando otros paí­ses en Asia y en Amíérica Latina han florecido. ¿Quíé están haciendo mal las economí­as más díébiles? ¿Quíé están haciendo bien las más sólidas?. El economista Jim O’Neill acuñó el acrónimo BRIC en 2001 para referirse a las cuatro economí­as que mostraban un gran potencial en ese entonces y ahora —Brasil, Rusia, India y China. Más recientemente, agregó cuatro economí­as prometedoras bajo el acrónimo MIST —Míéxico, Indonesia, Corea del Sur y Turquí­a. A mediados de 2008, la revista The Economist marcó un claro contraste entre las economí­as BRIC en bonanza y las cuatro díébiles PIGS —Portugal, Italia, Grecia y España. Para 2010, luego de que Irlanda y Gran Bretaña rescataron a sus bancos, ese desagradable acrónimo fue modificado y ahora es PIIGGS.
 Todos los PIIGGS tienen dos cosas en común. Antes que nada, el gasto público creció dramáticamente —de un promedio de 43,2% del PIB en 2007 a 52,6% del PIB para 2010.
 El gasto fue modestamente moderado para 2012 en algunos casos, aún así­ la relación de gasto/PIB seguí­a siendo de 3 a 6 por ciento puntos porcentuales más alta de lo que habí­a sido en 2007. Esta triste historia se repitió en Chipre, donde el gasto público se disparó desde menos de 34% de la economí­a en 1995 a 47% en 2010.
 A pesar de este crecimiento explosivo del gasto público entre los PIIGGS, el libro del economista Paul Krugman End the Depression Now! (¡Acaben con esta depresión ahora!) de alguna manera atribuye el estancamiento de Europa del Sur a “los intentos freníéticos, salvajes de reducir el gasto”. En una columna reciente del New York Times, Krugman expresó que Irlanda sufre de un gasto público extremadamente insuficiente y contrastó el supuesto ahorro excesivo de Irlanda con “el verdadero milagro económico que es Islandia…que gracias a su verdadera adopción de polí­ticas heterodoxas, se ha recuperado casi completamente”.
Lo que en realidad pasó es que el gasto público en Irlanda se disparó a 66,1% del PIB en 2010 —desde 36,8% en 2007— cuando el gobierno impresionó a los mercados rescatando a sus bancos en septiembre de 2010. El díéficit presupuestario repentinamente se disparó a 30,9% del PIB. Los bonos irlandeses colapsaron. En Islandia, que no se destinó dinero de los contribuyentes a los bancos, el gasto público se redujo de 57,6% del PIB en 2008 a 46,5% en 2012. El díéficit cayó de 12,9% del PIB a 3,4%. La economí­a empezó a recuperarse en 2011.
 La bonanza económica de Islandia debido a una frugalidad fiscal no fue ni heterodoxa ni un fenómeno aislado. Despuíés de todo, la economí­a estadounidense experimentó una bonanza a fines de los noventa cuando el gasto federal se redujo de 22,3% del PIB en 1991 a 18,2% en el 2000. En Canadá, el gasto federal y provincial total fue reducido considerablemente de 53,2% del PIB en 1992 a 39,2% en 2007, experimentando únicamente efectos saludables. Cuando Krugman y otros describen la fiesta de gasto europea reciente como “austeridad”, eso provoca la pregunta: ¿Austeridad para quiíén? Los PIIGGS no impusieron austeridad alguna al sector público durante los últimos cinco años.
 El gasto público en rescates, subsidios, apropiaciones de gasto, salarios y prestaciones sociales constituyen una porción mucho mayor de estas economí­as hoy que hace solamente unos pocos años. La austeridad europea ha estado enfocada en el sector privado —es decir, en los contribuyentes con altos ingresos. Esa es la segunda cuestión que los PIIGGS tienen en común. La tasa tributaria más alta sobre el ingreso corporativo recientemente fue elevada en cada uno de los problemáticos PIIGGS, excepto en Italia (donde ya era demasiado alta en un 43%). La tasa máxima fue elevada de 40 a 45% en Grecia, de 40 a 50% en Gran Bretaña, y de 48 a 52% en España.
 Aparentemente envidiando a los PIIGGS, Francia incluso coqueteó con un impuesto del 75%. Es ilustrador comparar el desempeño deprimente de estos paí­ses del modelo “tributar-y-gastar” con los paí­ses BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y MIST (Míéxico, Indonesia, Corea del Sur y Turquí­a) que están creciendo rápidamente.
 El gasto público es frugal en estos paí­ses, promediando 32,1% del PIB en los BRIC, y 27,4% en el grupo MIST. En lugar de elevar las tasas máximas, todos menos uno de los paí­ses BRIC y MIST redujeron por la mitad, algunos incluso por más, la tasa más alta sobre la renta individual. Brasil redujo la tasa máxima de 55 a 27,5%. Rusia reemplazó tasas de impuesto sobre la renta de hasta 60% con un impuesto uniforme de 13%. India redujo la tasa máxima a 30% desde 60%. De igual forma, la tasa máxima se redujo en Míéxico, desde 55 a 30%, desde 50 a 40% en Indonesia, desde 89 a 38% en Corea del Sur y desde 75 a 35% en Turquí­a.
 En China, las tasas impositivas sobre el ingreso legal todaví­a pueden llegar a 45% en papel, pero eso es solamente para salarios altos y es ampliamente evadido. El ingreso por inversiones está sujeto a un impuesto uniforme de 20%, el impuesto corporativo es de entre 15-25%, y el impuesto sobre la nómina de pagos de China es extremadamente bajo y agrega muy poco a los costos laborales. Los impuestos más bajos y el crecimiento económico más rápido en estos paí­ses no implica mayores díéficits en el presupuesto. Al contrario, solamente uno de los ocho paí­ses MIST y BRIC (India) tiene un díéficit presupuestario relevante.
 En resumen, la economí­a mundial se ha llegado a dividir en dos grupos: (1) los enfermizos PIIGGS con crisis fiscales crónicas y (2) los BRIC y MIST en bonanza con un gasto público moderado, tasas tributarias más bajas y un crecimiento vigoroso de la economí­a y la recaudación fiscal. Desafortunadamente, EE.UU. últimamente ha estado deslizándose hacia el campo de los PIIGGS. Las tasas tributarias más altas reciíén fueron elevadas y el gasto federal es de casi 23% del PIB —muy por encima del promedio de 19,2% en el que se ubicó entre 1997-2007.
 Si los legisladores estadounidenses esperan mejores resultados —tanto para la economí­a como para el presupuesto— deben rechazar las polí­ticas fracasadas de los PIIGGS y, en cambio, adoptar las polí­ticas exitosas de los paí­ses BRIC y MIST que crecen rápidamente. Lo que funciona, estas economí­as exitosas descubrieron, es (1) prevenir que el gasto público crezca más rápido que la economí­a privada que lo respalda, y (2) reducir en lugar de aumentar las tasas tributarias más altas y dañinas.

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