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Autor Tema: Los inversores cazan ganancias de doble dí­gito con la deuda privada española  (Leído 142 veces)

Eguzki

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La valentí­a tiene premio. Aquellos inversores que acudieron a las emisiones de deuda que realizaron las empresas y los bancos españoles en 2012 no se arrepentirán del riesgo asumido en su momento. Como recompensa, cuentan con unos rendimientos que ahora dan lustre a sus carteras y con una subida de los precios que, en caso de querer recoger beneficios, les aportará una suculenta ganancia.

En 2012, por ejemplo, Telefónica salió hasta en tres ocasiones al mercado. En febrero emitió bonos a seis años; en septiembre, tí­tulos a cinco años; y en octubre, obligaciones con vencimiento en 2020. Cada una de estas referencias se emitió con un precio de emisión a la par (100%). Actualmente, esos tí­tulos cotizan al 111,8%, al 115% y al 110%, respectivamente. O lo que es lo mismo, su precio ha subido entre un 10 y un 15%.

En caso de no querer aprovechar este mayor precio para hacer caja, la alegrí­a de los inversores se completará con los rendimientos que cazaron entonces. Los tí­tulos de Telefónica salieron al mercado en 2012 con una rentabilidad comprendida entre el 4,71 y el 5,81%, un interíés sustancialmente superior al que obtendrí­an ahora los inversores. De hecho, Telefónica cerró ayer una emisión en la que colocó bonos a seis años a una rentabilidad inferior al 3%.

Pero el caso de Telefónica no constituye ninguna excepción. El mismo patrón de comportamiento -esto es, revalorización de las cotizaciones y caí­da de los rendimientos- se repite en el resto de los grandes emisores españoles. El precio de los bonos emitidos por Repsol y Gas Natural presenta subidas superiores al 13%. Y tambiíén reflejan revalorizaciones superiores al 10% los tí­tulos de la añada de 2012 lanzados por emisores como Red Elíéctrica o Abertis.

Aunque ha corrido menos que la deuda corporativa, la financiera -la emitida por los bancos- tambiíén presenta importantes subidas en su precio. Las emisiones de Santander, BBVA, CaixaBank o Sabadell realizadas en 2012 registran subidas comprendidas entre el 5 y el 8% en la mayorí­a de los casos.

De menos... a mucho más

Fuentes del mercado reconocen que el espectacular comportamiento de la deuda privada española responde en gran medida a las medidas de apoyo de los bancos centrales. Primero fue la intervención verbal del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, la que aplacó las tensiones cuando aseguró en julio de 2012 que estaba dispuesto a "hacer todo lo que sea necesario" para salvar al euro. Este mensaje, apuntalado posteriormente con la definición de un nuevo programa de compras de bonos soberanos (OMT), reforzó las costuras del euro y restauró la confianza con respecto a la deuda pública y privada con pasaporte perifíérico.

Más recientemente, las masivas inyecciones de liquidez proporcionadas por el Banco de Japón y la Reserva Federal estadounidense y la rebaja de los tipos de interíés por parte del BCE, que en mayo se han recortado hasta el 0,5%, han ido incrementando el brillo de las emisiones lanzadas en 2012. Estas colocaciones, al partir de un escenario más tenso y unos intereses mayores, ofrecieron unos rendimientos más suculentos que los actuales. Conforme la presión fue remitiendo su atractivo creció, de ahí­ la presión compradora de los inversores y la consiguiente subida de los precios.

Desde la perspectiva actual, todo parece fácil, pero hace un año no lo era tanto. "Habí­a que estar en el mercado para sentir la presión que envolví­a al papel español en 2012. Ahora todo parece distinto. Pero es cierto que aquellas emisiones, por las especiales circunstancias en las que se produjeron, escondí­an un atractivo que el paso del tiempo ha demostrado", asegura un operador del mercado que prefiere no ser citado.

Entonces, la etiqueta de ser perifíéricos penalizó a los emisores españoles, que tuvieron que pagar un sobrecoste por ser españoles. Sin embargo, una vez reducido el riesgo de ruptura del euro, esa desventaja se convirtió en un poderoso gancho -un interíés superior al de otros emisores similares- que reforzó la demanda de estos tí­tulos.

Al mismo tiempo, el comportamiento reciente del mercado constituye una buena noticia para los emisores españoles porque implica que, actualmente, pueden financiarse más barato. De hecho, es lo que ya está ocurriendo. Esta semana, Telefónica, Repsol y Banco Popular han pagado un interíés inferior al 3%, el más bajo de la historia, y han visto cómo las primas que les pide el mercado han caí­do a menos de la mitad de las exigidas durante al pasado ejercicio