Un nuevo terremoto sacude los cimientos de Catalunya Caixa. Apenas tres días despuíés de que Narcís Serra, ex presidente de la entidad, y Adolf Todó, ex director general, hayan sido imputados por cobros desproporcionados, y en pleno proceso de venta de la entidad por parte del Estado; la caja ha decidido liquidar su fondo inmobiliario CX Propietat.
Catalunya Caixa ha tomado esta decisión ante la imposibilidad de hacer frente a los reembolsos, ante lo que ha decidido suspenderlos para proceder a su disolución. Durante este proceso, irá vendiendo sus activos de manera ordenada sus activos para, con ese dinero, ir haciendo frente a los pagos que pueda.
Esta operativa trae a la memoria lo ocurrido a principios de la crisis financiera, cuando la falta de liquidez, sumada al pinchazo de la burbuja inmobiliaria, hizo que varios fondos se vieran incapaces de hacer frente a sus compromisos.
El caso más políémico lo protagonizó Banif Inmobiliario, hoy Santander Banif Inmobiliario, que en febrero de 2009 suspendió los reembolsos durante dos años y dejó atrapados a 50.000 partícipes.
En el caso de CX Propietar, el fondo ha asistido en los últimos meses a una fuga de partícipes que, probablemente, ha colaborado en este desenlace. Según datos de la CNMV, a finales del primer semestre contaba con 3.337, frente a los 4.420 que tenía al cierre de 2012. La diferencia es todavía más elevada si se tienen en cuenta los registros a un año vista, tiempo en el que ha perdido un 40% de sus inversores.
Actualmente, el patrimonio de CX Propietat asciende a 95.600 millones de euros con un valor liquidativo de 5,24 euros. En lo que va de año, el fondo pierde un 8,96%, unas píérdidas que se sitúan en 6,5% a tres años y en 4,1% a cinco años vista.