Ha tardado, pero ha llegado. Janet Yellen ha conseguido animar a los inversores este jueves gracias a un anuncio inesperado para el mercado. La presidenta de la Reserva Federal (Fed) ha señalado en su intervención ante el comitíé bancario del Senado que el organismo podría plantearse hacer una pausa en la retirada del programa de compra de bonos si la economía estadounidense da muestras claras de debilidad.
Según Yellen, las recientes muestras de fragilidad de los indicadores en las últimas semanas pueden explicarse, en parte, por la ola de frío que ha vivido Estados Unidos en el último mes. Sin embargo, no cree que el frío sea el culpable de ese frenazo económico "que puede poner en riesgo las previsiones optimistas de la Fed". Por ello, la presidenta ha dejado la puerta abierta a que se pueda frenar el tapering si las cosas empeoran.
Sobre todo, la sucesora de Bernanke ha hecho hincapie en que el gasto del consumidor se ha suavizado en las últimas dos semanas, justo desde que compareció ante el Congreso. "Esto refleja en parte las condiciones temporales adversas, pero es difícil especificar cuánto de forma exacta", ha indicado la presidenta. Estas debilidades tambiíén se han hecho patentes hoy, ya que se han publicado las peticiones de paro semanal, que han subido más de lo esperado, y la caída de las peticiones de bienes duraderos en enero.
Así, el S&P 500 ha logrado marcar ese nuevo máximo que llevaba varios días resistiíéndose. El índice ha cerrado con una subida del 0,5%, hasta 1.854 puntos. Por su parte, el Dow Jones ha ganado un 0,46%, hasta 16.272 puntos, y el Nasdaq repunta un 0,63%, hasta 4.318 enteros.
Los mejores valores del Dow Jones en esta jornada han sido Verizon, que se ha anotado un 2,5%, Goldman Sachs, que ha rebotado un 1,5%, y Boeing, que ha subido un 1,4%. Por contra, Caterpillar (-0,5%), Wal-Mart (-0,3%) y Nike (-0,2%) han sido los peores.
La apatía cede paso al optimismo
La bolsa sale así de la apatía de los últimos días ante una noticia que, de hacerse realidad, tendría repercusiones en la economía de todo el mundo, sobre todo en la emergente, que se ha visto muy castigada por el tapering.
En el mercado de deuda, el interíés del bono estadounidense ha permanecido toda la sesión en el 2,65%, mientras que el euro ha vuelto a repuntar frente al dólar y el cambio entre las dos divisas ha quedado en 1,3706 unidades.
El crudo Texas ha cerrado con una caída del 0,21%, hasta 102,4 dólares el barril, mientras que el oro ha bajado un 0,67%, hasta 1.331 dólares la onza