La división interna de Víértice 360º y los apenas nueve días que faltan para que la compañía se vea abocada al concurso de acreedores han colmado la paciencia del fondo GEM, que ha enviado un ultimatum al consejo de la productora, emplazándole a aceptar su oferta, que asciende a nueve millones de euros, antes del lunes. En caso contrario, presiona afirmando que la retirará.
En su favor, cuenta con el respaldo del primer accionista de la compañía, Ezentis, empresa presidida por Manuel García-Durán, a la sazón, amigo personal de Christopher Brown, uno de los primeros espadas de GEM, que está dispuesto a adquirir toda la compañía previa quita del 60%, a la cual ya le ha dado el visto bueno García-Durán.
Este fuerte descuento explica la oposición de parte del accionariado de la productora, entre los que se encuentran el ex presidente Josíé Herrero de Egaña, que rechazan diluir en esas cifras su participación. Ezentis, por su parte, ya tiene provisionados los cuatro millones de euros que, estima, supondrá como máximo golpe en sus cuentas la caída de Víértice.
Quiebro al concurso de acreedores
La inmediatez de los plazos conlleva que, aunque la cúpula de Víértice 360º terminara aceptando la propuesta del fondo, no daría tiempo a ejecutarla antes del próximo 12 de abril en que vence el periodo de preconcurso. Sobre todo, si la entrada de GEM se hace, como ya adelantó El Confidencial, vía ampliación de capital.
Para ganar tiempo, GEM ha puesto sobre la mesa adelantar una inyección de un millón de euros e ir de la mano con los principales acreedores de la productora (Hacienda, Santander y la propia Ezentis, esta última con algo menos de medio millón de euros) para aprobar un plan consistente en una segunda hipoteca sobre el edificio tiene la compañía en Madrid y que ya está pignorado por la entidad cántabra.
Además, para recibir el visto bueno de la Agencia Tributaria, principal acreedor de la compañía con cerca de 12 millones de euros, que Ezentis se había comprometido afrontar, se ha negociado con HIG devolver el catálogo de películas de Víértice 360º que se le vendió junto a la filial de Servicios Audiovisuales, previo pago de una cantidad todavía por cerrar, pero que podría llegar a triplicar la cifra por la que se le traspasó el catálogo al fondo de Jaime Bergel.
Esta venta, realizada en dos tramos entre noviembre de 2012 y julio de 2013, fue el detonante de la guerra civil en que ha terminado conviertiíéndose Víértice 360º. Tras llegar a la presidencia de la productora, García Durán decidió deshacerse de esta filial, que históricos de la compañía como Josíé María Irisarri o Javier Tallada consideraban la joya de la corona.
Tras la venta, García Durán dejó el primer sillón del consejo de la productora al mismo tiempo que aceptaba otro, junto a Josep Piquíé, en el máximo órgano de administración de la filial vendida, donde continúan como consejero y presidente, respectivamente, según los datos del Registro Mercantil.
Esta operación ha sido tan crucial en la historia reciente de la productora que los opositores a la venta a GEM defienden ir a concurso de acreedores y así, bajo la batuta de una administración concursal, solicitar la retrocesión de la venta a HIG. En medio de esta batalla empresarial, los títulos de la productora cotizan en 0,05 euros, tras acunular una revalorización del 8,5% en el año.