Protagonizan salidas a bolsa históricas, compran emblemas nacionales y vienen de lugares remotos, como Alaska o China. Pero sobre todo, no tienen límites. Es la nueva ola de fondos que llegan a España.
La avalancha de operaciones que están realizando los fondos de inversión y otros grupos en los últimos meses en España está removiendo los cimientos empresariales del país. El pasado año, se realizaron compras por un valor de casi 50.000 millones de euros. En lo que va de 2015, ya se han encadenado transacciones de más de 7.000 millones. La llegada de dinero extranjero empieza a ser abrumadora. No solo condiciona salidas a bolsa como la de Aena o la de Talgo. Tambiíén devora iconos de la memoria colectiva de este país, como Campofrío o los Chorizos Palacios, y emblemas como el Hotel Ritz de Madrid.
Solo en capital riesgo -uno de los mejores termómetros del mercado inversor- en 2014 se superó la barrera de los 3.000 millones. Despuíés de seis años en caída libre, el sector se disparó un 28% el pasado año. Los fondos internacionales fueron responsables del 78% del volumen invertido. ¿Quiíénes son? ¿Quíé quieren? ¿Por quíé vienen?
La nueva ola de inversión extranjera es muy distinta a la que vivió España en otros momentos de su historia.
Tsunami
Ahora es mucho más imprevisible, potente y arrolladora. Más que una ola, algunos lo consideran un tsunami. A los grandes fondos internacionales clásicos, ya conocidos por los españoles, como KKR o CVC, se han sumado nuevos gigantes mundiales de lugares remotos como China (Gingko, Mandarin), países árabes (IPIC, Olayan, KIO), Australia (Macquarie) o Alaska (Alaska Pension Plan).
Los nuevos protagonistas de la vida económica española tambiíén están rompiendo los corsíés. Hasta hace poco, hubiera sido impensable dejar que unos activos estratíégicos como Madrileña Red de Gas (la tercera red de distribución gasista de España) cayera en manos chinas. Ahora ni se plantea como un peligro que esa compañía la compre una filial de China's State Administration of Foreign Exchange (Safe), el segundo mayor fondo estatal (soberano) de China. Campofrío cayó en manos de WH, otro grupo chino, y Sigma, su socio mexicano, con la misma naturalidad con la que el magnate mexicano Carlos Slim aterrizó en FCC, donde se está haciendo con los mandos de esta empresa, una de las grandes constructoras españolas.
Cazagangas
Algunos critican que tras esta vorágine se esconde el ansia de los fondos oportunistas en busca de las gangas que ha dejado la crisis. Pero tambiíén es cierto que ha ayudado a abrir el mercado español y su mentalidad más que nunca. Si no, difícilmente se hubiera aceptado que ahora la primera empresa de parkings en España, Empark, sea de un fondo francíés (Ardian); o que el primer accionista de energíéticas como Iberdrola y Cepsa sean estados árabes (Qatar y Abu Dhabi); o que el primer inversor privado de grupos estratíégicos como Aena y REE sea británico, TCI; o que un americano, Lone Star, sea el mayor promotor de suelo
KIO, el regreso
KIO, el fondo de Kuwait que protagonizó la vida empresarial española en los 80, ha vuelto. Ha entrado en E.ON España y Gas Natural Power Generation. La cara visible en España es Hakim Drissim. KIO es filial de KIA, dirigida por Bader Al-Saad.
Macquarie, la asignatura pendiente
El gigante australiano Macquarie, que representa Juan Caño en España, ha comprado con KIO activos de E.ON en este país, su asignatura pendiente. Nicholas Moore, en la foto, es el primer ejecutivo.
Cinven, conexión británica
Jorge Quemada es el responsable en Madrid de Cinven, el fondo con sede en Londres que ha comprado a Gas Natural sus activos de telecomunicaciones por más de 500 millones. Es su primer movimiento en España.
TCI, el activista
The Children's Investment Fund (TCI) fue protagonista en la salida a Bolsa de Aena. Ahora es el segundo mayor accionista, tras el Estado. Presidido por Chris Hohn, el fondo hace gala de activismo. Acusa a Competencia de dañar el valor de Aena con sus medidas.
El Ritz, en clave mandarín
El grupo de Hong Kong Mandarin Oriental junto con The Olayan Group, de Arabia Saudita, acaban de comprar el hotel Ritz de Madrid por 130 millones de euros. Edouard Ettedgui es el primer ejecutivo de Mandarin
Slim, comprar y mandar
El magnate mexicano Carlos Slim se ha convertido en los últimos meses en el primer accionista de FCC, con más del 25%. Desde su llegada, este inversor está tomando poco a poco el control del grupo.
M. A. Patiño/G. Martínez
