Por... Antonella S. Marty
Las nuevas proyecciones del índice de Miseria publicadas por Bloomberg da indicios acerca de los resultados de las economías lideradas por caudillos populistas.
Este índice determina el nivel de miseria a partir de la suma de la tasa de desempleo y de la inflación de cada país del globo. Y, resulta inevitable que, al hablar de inflación, de desempleo o de miseria, se nos vengan a la mente países como Venezuela y Argentina, entre otros miserables de Amíérica Latina.
Venezuela, la cabeza del ranking
Las proyecciones estiman que Venezuela, por segundo año consecutivo, será la economía más miserable de todo el mundo. Sólo el pueblo venezolano sabe realmente lo que está sucediendo allí: colas interminables para conseguir algo de alimento, de medicinas o de insumos básicos, una inflación galopante que para este nuevo año se prevíé un record de 720% según los datos del FMI, violencia, robos y homicidios, que se han convertido en un paisaje más común que el Cerro ívila.
Así y todo, no sólo escasean alimentos y medicinas, sino tambiíén todo tipo de papel. Por este motivo, durante estos últimos meses, el gobierno de Nicolás Maduro ha tenido que importar más de 5.000 millones de billetes bolivarianos que han llegado en tres docenas de Boeing 747 desde distintas naciones, cuestión que nos explica en gran parte la inflación prevista para este nuevo año.
Los seguidores de Nicolás
Mientras tanto, el índice de Miseria proyecta que para este 2016, la segunda economía más miserable despuíés de Venezuela, será la economía argentina. El país del fútbol, la buena carne y el tango (y claro, como no el peronismo), se encuentra ante un inmenso desafío luego de más de una díécada de políticas de despilfarro, regulación, populismo y privilegios para los amigos del gobierno.
En este sentido, Brasil (16,8) calificaría del mismo modo como una de las economías más miserables del mundo, mientras que, dentro de los países latinoamericanos, le seguirían Uruguay (16,5), Colombia (14,4), Costa Rica (12,1), Chile (10,7), Perú (9,8), Ecuador (9,3), Míéxico (7,4) y El Salvador (7,3). Si se trata de tomar un eje comparativo para observar quíé tan bien o quíé tan mal estamos en la región, alcanza con analizar los datos de las que se proyectan como las tres economías menos miserables del mundo, entre las que figuran Suiza (3,2), Singapur (2,6) y Tailandia (2,2).
Características evidentes en algunos países de la región: elevada inflación, desocupación por doquier, gasto público abultado, emisión monetaria descontrolada, proteccionismo, redistribución, expropiaciones, persecuciones a los opositores, elevados impuestos, control de los medios de comunicación y las ansias de permanecer indefinidamente en el poder. Pasan las díécadas y pareciera ser que esta sigue siendo la receta del populismo latinoamericano.