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Autor Tema: Tu rostro muestra tu interior  (Leído 705 veces)

Scientia

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Tu rostro muestra tu interior
« en: Febrero 20, 2016, 10:38:56 pm »
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Tu rostro muestra tu interior


Posteriormente, cerca del año 2000 a.C., en Grecia tambiíén habí­a quienes a travíés de la observación atenta del rostro podí­an determinar si una persona tení­a alguna enfermedad y dolencia, y les indicaban tratamientos, medicinas u otros míétodos para que pudieran recuperarse.

Pero, ¿cómo es posible que esta tíécnica milenaria continúe vigente con lo avanzada que es hoy en dí­a la medicina alópata o tradicional? se preguntarán muchos. “Se sigue utilizando porque todo este saber ha demostrado a lo largo de todos estos milenios que es muy preciso, que sin míétodos invasivos nos ayuda a tener una idea muy clara sobre la salud de una persona”, responde ílvaro Matiz.
La idea principal en la que se basa el diagnóstico facial es que todo lo que ocurre en el interior del cuerpo se refleja en el exterior. “Es el análisis detallado de la relación que tiene la salud de determinados órganos, con ciertos rasgos o señas en el rostro de las personas”, explica el especialista.

Cómo se realiza

ílvaro Matiz relata que esta tíécnica se aplica en una sola sesión que se extiende por aproximadamente dos horas. Lo ideal es que el interesado llegue a primera hora de la mañana, ya que es en ese momento cuando el rostro muestra en toda su dimensión los rasgos de quien consulta.

Una vez frente al lector del rostro, la persona explica quíé es lo que necesita. “La cantidad de información que entrega depende de la persona, nosotros no preguntamos nada en ese momento”, aclara el experto. Luego se da comienzo a la observación detenida del rostro, la cual tiene una duración de unos 30 minutos, para despuíés hacer el análisis.
“Se le cuenta a la persona lo que se vio en su rostro.

Ella puede hacer preguntas, pedir aclaraciones sobre ciertas cosas y se le hacen algunas recomendaciones”, sostiene ílvaro Matiz, quien da algunos ejemplos de los rasgos o señas que se analizan, y quíé pueden significar.

– Nariz: es la primera parte del rostro que se observa. Si es grande, más bien bulbosa, no tan simíétrica ni armónica, indica que la persona tiene un ego bastante grande, que quiere tener siempre la razón, etc. “Pero además que le gusta mucho la buena mesa y, por tanto, puede tambiíén sufrir de problemas digestivos”, añade el especialista.

– Lí­neas nasolabailes: son aquellas que nacen en la base de la nariz y van hacia los labios. Según ílvaro Matiz, hablan sobre la salud de dos órganos muy importantes: el estómago (a la izquierda) y el hí­gado (a la derecha). “Cuando estas lí­neas están muy marcadas o es más evidente la de un lado que la del otro, nos hablan por ejemplo que alguno de estos órganos o los dos están funcionando en exceso, que la persona no tiene buena digestión, que la persona es muy nerviosa y acumula toda la tensión en el estómago, etc.”, explica.

– Lí­neas en la base del puente nasal a la altura de los ojos: hay personas que tienen lí­neas horizontales en esa zona, las cuales hablan de problemas de espalda; una hernia, lesiones, etc. “Y no solamente por temas fí­sicos, sino tambiíén por cargas emocionales”, indica Matiz.

– Ojos: entregan mucha información, como por ejemplo cómo la persona ve la vida. “Cuando los ojos son muy cercanos, básicamente nos hablan de que es una persona un poco terca, que quiere que sus ideas sean siempre las primeras, que incluso pueden caer un poco en el fanatismo, tienen las ideas muy claras y tratan de convencer a los demás. En el caso contrario, las personas que tienen los ojos más separados, nos dicen que su actitud es más relajada, más tranquila, pero tambiíén son personas que pueden tender a la depresión”, explica el especialista, y agrega que quienes tienen los ojos más juntos suelen tener problemas de presión arterial alta, de estómago y circulatorios o cardí­acos.

– Piel: muestra muchí­simas cosas de una persona, en especial todo lo que se relaciona con el sistema excretor. “Las personas mayores que en la zona de la frente tienen manchas, eso nos habla de la salud del hí­gado, que la persona tiene sobrecargado el hí­gado y que no está eliminando correctamente las toxinas”, ejemplifica Matiz. Otro signo es el acníé que se presentan en quienes ya pasaron la juventud. “Eso nos habla que hay un problema a nivel de toxinas en el cuerpo que no se eliminaron correctamente”, añade.

Las marcas en el rostro son el reflejo de la salud, así­ lo dicta la medicina tradicional china y la ancestral tíécnica hindú Ayurvíédica (“ciencia de la vida”). Mismas que han desarrollado, a lo largo de los siglos, un míétodo preciso de diagnóstico a partir de los signos externos y de las marcas que aparecen en la cara como señal para detectar posibles enfermedades.

Una de las principales enfermedades que, actualmente, atacan la salud de miles de personas es el estríés. Y, es tambiíén, una de las principales causas que produce más daños en la cara, toda vez que genera un desequilibrio corporal tan fuerte que, irremediablemente, acelera el proceso de envejecimiento, ya que, entre sus sí­ntomas, se encuentra la disminución en el flujo sanguí­neo, lo cual mina la apariencia de la piel, palideciíéndola, modificando su brillo y pigmentación.

Esto debido a que, las cíélulas cutáneas dejan de recibir los nutrientes suficientes y por ejemplo, están más expuestas a recibir infecciones, debido a la falta de queratinocitos, que actúan como mecanismo de defensa natural, alterando el sistema inmunológico y permitiendo la aparición de enfermedades en el rostro como dermatitis, híérpes o acníé.
Igualmente, otra de las señales en la cara más frecuentes es la pigmentación amarillenta. Esto, es señal de problemas hepáticos como hepatitis o cirrosis, o, como sí­ntoma de un alcoholismo desarrollado.


 
Cuando el rostro está pálido, puede ser por falta de hierro o por insuficiencia en la producción de hemoglobina; además, puede ser señal de anemia crónica. Una de las mejores maneras para solucionar este sí­ntoma es comer alimentos ricos en hierro, como: carne roja, vegetales de hoja verde obscura. Mientras, si el problema estriba en la poca asimilación de hierro, se recomienda ingerir vitamina C, la cual se obtiene de manera natural de los cí­tricos, que por cierto si se beberán como jugo, íéste debe de tomarse inmediatamente despuíés de exprimir la naranja, toronja, limón o la que se elija, ya que se dice que sólo así­ no pierde sus valores vitamí­nicos.

Un rostro reseco suele ser señal de la falta de vitaminas, sobre todo del tipo A. Si además hay obesidad, cansancio, caí­da de cabello, estreñimiento o ciclo irregular, en las mujeres, puede ser hipotiroidismo. O, en otro caso, si la cara pica o está roja, podrí­a ser sí­ntoma de alguna alergia. Y, en este último caso, es prueba de la falta de alimentos como: espinacas, zanahorias o huevos, que ayudan a la salud del sistema inmune y las defensas, y se requiere complementar con agua natural pues son señales claras de que se está deshidratado.

Los ojos hinchados, pueden ser muestra de acumulación de lí­quidos, casi siempre debido, a la inmovilidad nocturna. Pero, si esto ocurre de manera constante, puede ser debido a una dieta fuerte en azúcares, grasas y sal; así­ mismo, si los párpados presentan bolitas de grasa indican exceso de colesterol en la sangre. Todo esto, forma parte de las señales del rostro que, comúnmente, se esconden debajo de los maquillajes, los lentes oscuros o en la indiferencia producto de la cotidianidad con que se presentan.

Otro sí­ntoma para ponerle atención son las conocidas “patas de gallo”, relacionadas comúnmente con la edad. Si íéstas aparecen de manera más repentina pueden ser señal de problemas de visión o un hí­gado díébil.

Por su lado, los labios y la boca, como partes importantes del rostro, tambiíén son espejo de nuestra salud. Si se amanece con la boca seca, la vesí­cula puede ser que no funciona bien; si los labios se aprecian pálidos o azulados, pueden originarse de problemas pulmonares, cardiacos o circulatorios, por lo cual, se debe asistir al doctor de inmediato; y, si la lengua es blanquecina, significa que se ha comido demasiado o que, en su caso, el intestino no está limpio y que no trabaja de manera adecuada. Además, la ingesta excesiva de antibióticos tambiíén la ensucian e inflaman, por cual, se recomienda purificar el cuerpo tomando agua y jugos naturales y comiendo frutas. Todo esto, tambiíén mejorará la apariencia de la cara.

Así­ mismo, la aparición de arrugas en la cara, a un lado de la nariz, entre las cejas o en la barbilla, pueden ir desde problemas en el intestino y la digestión, problemas hormonales o en el hí­gado.

Así­, la cara es el espejo de lo que somos por dentro, de cómo llevamos nuestra vida y nuestra alimentación. Y una recomendación indiscutible es la limpieza de la misma, tanto en la mañana, como en la noche; la hidratación del rostro tomando muchos lí­quidos y su nutrición tanto con los alimentos que se ingesta, como con cremas nutritivas que ayuden a su equilibrio.

PIEL

-Amarilla.- El color amarillento es a veces sí­ntoma de problemas hepáticos o de un mal funcionamiento de la vesí­cula.

-Pálida.- Puede ser por falta de hierro. El cuerpo no tiene suficiente hemoglobina. Si además existe cansancio, crecen las probabilidades de padecer anemia. Lo mejor para solucionarlo es comer alimentos ricos en hierro: carne roja, orejones, vegetales de hoja verde o alga espirulina. Si el problema es que no se asimila el hierro, hay que consumir tambiíén vitamina C.

– Reseca.- Suele ser por falta de vitaminas, sobre todo del tipo A. Si además hay aumento de peso, cansancio, caí­da de cabello, estreñimiento o ciclo irregular, puede ser hipotiroidismo. Si por el contrario, pica y está roja, podrí­a ser sí­ntoma de alguna alergia. Lo que hace falta en este caso es vitamina A, presente en albaricoques, espinacas, zanahorias o huevos, para hidratar, y acudir a un especialista.

OJOS

-Hinchados.- Delatan acumulación de lí­quidos, y se debe, sobre todo, a la inmovilidad nocturna. Si ocurre a menudo, puede ser debido a una dieta fuerte en azúcares, grasas y sal. Un drenaje linfático facial ayuda a descongestionarlos. Párpados con bolitas de grasa.- Indican exceso de grasa en la sangre (colesterol o triglicíéridos). Hay que hacerse una analí­tica y tomar pescado azul o semillas de lino ricos en Omega 3. ·Amarillentos.- Puede ser sí­ntoma de estríés o de una dieta inadecuada. Si la tonalidad es intensa, hay peligro de hepatitis, lo que impide que el hí­gado elimine la bilirrubina. Lo más conveniente es acudir al míédico y, si sólo es estríés, comer mejor y empezar a relajarse.

BOCA

-Amarga.- La vesí­cula no funciona bien. Hay que eliminar las grasas y llevar durante una semana una dieta sin carne a base de verdura, pescado blanco, pasta y arroz para limpiarla. Labios pálidos o azulados.- Tenerlos más pálidos de lo normal deriva de la falta de hierro; y con color azulado, de problemas pulmonares, cardiacos o circulatorios. Pide cuanto antes consulta con el míédico.

-Labios agrietados.- Refleja carencia de vitaminas del grupo B, que se encuentran en la levadura de cerveza, el germen de trigo y las algas. Cuida la dieta.
-Lengua blanquecina.- Significa que se ha comido demasiado o que no se ha limpiado el intestino. Los antibióticos tambiíén la ensucian e inflaman. Dos yogures diarios reequilibran la flora intestinal.

EL MAPA DE LAS ARRUGAS

-Surcos al lado de la nariz.- Delatan un mal cuidado del intestino, que se carga de toxinas. Debes ingerir más fibra y agua para evitar el estreñimiento y, de vez en cuando, hacer una limpieza del colon con aloe vera. ·Entre las cejas.- Pueden implicar problemas de hí­gado. Según los expertos, una arruga vertical revela dolencias del hí­gado; y dos, de vesí­cula. Consume menos grasas.
-Triángulo de la barbilla.-

Las rojeces, los granitos o cualquier alteración de la piel informan del sistema hormonal. Si es justo en el centro de la barbilla, se relaciona con el útero; y si es en los lados, con los ovarios. Es recomendable tomar germen de trigo, rico en vitamina E.