Digi Mobil se ha convertido en la nueva pesadilla de los operadores de telecomunicaciones españoles. De una u otra forma, todos miran a la compañía rumana para acomodar sus tarifas al rey del bajo precio. De esa forma, la agresividad comercial de Digi ha contribuido a dinamizar este segmento del mercado, con una espiral de descuentos de la que pocas compañías se escapan. Por ese motivo, los operadores establecidos asumen que tienen que responder a las agresivas propuestas de tan incómodo rival a costa de sacrificar valor en el mercado.
Digi Mobil, propiedad de la compañía RCS & RDS, aterrizó en España en 2008 -con la red de Telefónica- para aprovechar la nutrida presencia de clientes rumanos en nuestro país para ofrecerles precios ventajosos en las llamadas internacionales. Poco a poco, sin apenas presupuesto promocional, las ofertas de telefonía móvil fueron ampliándose en 2018 a la fibra óptica, también con las infraestructuras de Telefónica, y con el rasgo común de los bajos precios.