El Departamento de Defensa de EE UU abrió hace poco más de un año una licitación pública para un contrato especial. Se trataba del proyecto JEDI (Joint Enterprise Defence Infraestructures), que busca externalizar el alojamiento de datos en la nube. Con un valor estimado de en torno a los 10.000 millones de dólares, se ha convertido rápidamente en uno de los contratos más codiciados de la historia del sector.
Los analistas esperaban que la concesión fuese a parar a Amazon. El Pentágono, sin embargo, concedió el contrato a Microsoft. La primera decisión de Microsoft fue la de iniciar el proceso legal para protestar ante la adjudicación. El viernes dio un paso adelante en su batalla y ha denunciado al Pentágono bajo secreto, para no revelar información delicada.