Por... Roberto Chiazzaro
El 24 de abril, la Cancillería argentina comunicó su decisión de apartarse de las negociaciones comerciales que el Mercosur viene llevando a cabo con varios países. Actualmente tiene en curso negociaciones comerciales con Canadá, Corea del Sur, Singapur y Líbano, y está llevando a cabo conversaciones, en el mismo sentido, con la India, Israel, Vietnam e Indonesia.
Hasta el momento tiene vigentes dos Acuerdos de Libre Comercio, uno con Egipto y el otro con Israel (el cual se quiere renegociar, ampliando su alcance), dos Acuerdos de Preferencia con India y África Meridional, además de los Convenios con países de la Alianza del Pacifico.
La Cancillería argentina manifestó que tomó esta actitud para dar prioridad al enfrentamiento de los efectos, de diferente índole, causados por la pandemia del Coronavirus, en tal sentido textualmente expreso “Argentina se previene de los efectos de la pandemia mientras protege las empresas, el empleo y la situación de las familias más humildes.
Lo hace a diferencia de las posiciones de algunos socios, que plantean una aceleración de las tratativas hacia Acuerdos de Libre Comercio con Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá y la India entre otros…La incertidumbre internacional y la propia situación de nuestra economía aconsejan detener la marcha de las negociaciones.”
La Cancillería de Paraguay, en ejercicio de la Presidencia Pro Tempore del MERCOSUR, anunció la decisión de la Argentina de dejar de participar de los Acuerdos Comerciales en curso y de las futuras negociaciones del bloque, manifestando, a su vez, que la decisión adoptada no implicaba afectar, de modo alguno, los Acuerdos negociados por los miembros del bloque con la Unión Europea y con la Asociación Europea de Libre Comercio, la EFTA.
La declaración de la Cancillería paraguaya se cerró manifestando que tanto Paraguay como el resto de los países del Mercosur revaluarán ´´las medidas jurídicas, institucionales y operativas más adecuadas".
Uruguay lamentó la actitud de la Argentina señalando, que esta, no enlentecerá el avance de las negociaciones en curso y otras que puedan lanzarse en los próximos meses, finalizando estas apreciaciones señalo ´´Deseamos un pronto regreso a la mesa. Juntos somos más’’
La República Federativa del Brasil ha mantenido, hasta el momento, un estruendoso silencio, alimentando así un distanciamiento entre los socios mayores del MERCOSUR, el cual se viene incubando, desde el momento en que, Aníbal Fernández, resultó electo Presidente de la Argentina.
No podemos olvidar que Jair Bolsonaro y dos Ministros de su Gabinete, manifestaron públicamente que, de resultar electo el candidato Alberto Fernández, Brasil abandonaría el Mercosur. El argumento esgrimido para lanzar tamaño exabrupto, fue, que las políticas aplicadas oportunamente por los gobiernos kirchneristas entorpecieron la concreción del Acuerdo con la Unión Europea. Por otra parte, durante la campaña electoral, Alberto Fernández, en más de una oportunidad manifestó que si resultaba electo Presidente de la Argentina revisaría los contenidos de este Acuerdo.
A la fecha la Unión Europea está en una etapa de revisión jurídica y de contenidos de los documentos aprobados, de igual forma procederán los miembros del Mercosur, y una vez que esta etapa concluya estarán dadas las condiciones para que se proceda a la aprobación del Acuerdo por cada uno de los parlamentos de los países miembros.
De acuerdo con las normas vigentes si uno o más miembros del Mercosur decidiese no firmar el Acuerdo, que ya está negociado, los demás pueden decidir seguir adelante, es decir, se podría obviar la supuesta oposición de la Argentina. Existe una única limitación para que cada uno de los miembros pueda firmar y ratificar individualmente el Acuerdo con la UE.
Esa limitación está incluida en la Resolución 32/00 del Consejo Mercado Común, la cual en su primer Artículo reafirma el compromiso de todos los miembros del Acuerdo de ´´negociar en forma conjunta los acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones extrazona en los cuales se otorguen preferencia arancelarias".
Esta interpretación de los alcances de la RES.32/00 permitiría a los miembros del Mercosur adherir al Acuerdo con la UE, ratificación parlamentaria mediante, a diferentes velocidades, lo cual, por la vía de los hechos, implica, la imposición de una especie de flexibilidad, no total, en el seno del Acuerdo.
Desde principios de este año hubo tres encuentros de los equipos negociadores de los miembros del Mercosur, en enero, marzo y abril, en los cuales los negociadores argentinos advirtieron que no estaban en condiciones de seguir avanzando en el Acuerdo con Corea, ya que, existen rubros, como los vinculados a la electrónica, los electrodomésticos y el automotriz, que no podían ser abiertos, dadas las asimetrías existentes con esa potencia industrial, lo cual implicaría una pérdida muy importante de puestos de trabajo.
Se generó pues, una tensión entre las posturas de quienes buscaban acelerar la concreción de un Acuerdo de Libre Comercio, y la Argentina, que, con claridad, manifestó que su prioridad estaba enfocada a superar los estragos provocados por las dos Pandemias que está intentando superar, una de ellas provocada por el Gobierno de Macri y la otra provocada por el Coronavirus.
Asimismo, no podemos desconocer que Aníbal Fernández asume la Presidencia, en un momento en el cual se ha producido un giro a la derecha en los Gobiernos del Cono Sur. Esta circunstancia aumenta las diferencias ideológicas que sostiene la Argentina con gobiernos alineados en torno al pensamiento neoliberal y que con diferentes matices apuestan a sostener y ampliar los intercambios comerciales.
El acceso de las derechas sudamericanas a los gobiernos del Cono Sur apunta a dejar de lado el tipo de integración regional que avanza más allá de lo meramente comercial.
La actitud asumida por Alberto Fernández no cuenta con antecedentes de este tipo en el seno del Hubo , por la vía de los hechos suspende la participación de la Argentina frente a la decisión de Brasil, Paraguay y Uruguay de insistir en firmar Acuerdos de Libre Comercio.
Las posiciones enfrentadas están haciendo crujir al Hubo , el hecho es que, de acuerdo a lo especificado por el artículo primero de la Decisión 32/00, sin la participación de los cuatro Miembros, en las negociaciones, ningún Acuerdo es válido. La normativa jurídica favorece la posición explicitada, oportunamente, por la Cancillería Argentina. Se necesita que los cuatro socios participen de las negociaciones para suscribir un Tratado con otro país.
Esta circunstancia es la que explica el comunicado de la Cancillería paraguaya cuando expresa que los países del Mercosur evaluarán ´’las medidas jurídicas, institucionales y operativas más adecuadas´’ con el fin de que el retiro de Argentina, de las conservaciones, no afecte a la integración regional.
Es posible entonces que esta crisis que se ha desatado, con la postura asumida por la Argentina, acelere otros temas pendientes, como lo es, la tan deseada flexibilización de las normas que prohíben a los integrantes del Mercosur firmar acuerdos bilaterales, sin que resulte necesario el visto bueno de los demás socios, haciendo impostergable el debate sobre un “nuevo Mercosur”.
Esta solución implicaría la disolución de la Unión Aduanera, el fin del Arancel Externo Común, retroceder a una Zona de Libre Comercio, y muy probablemente, abandonar todos los desarrollos logrados con el Mercosur Social. Esta eventual postura, complace, seguramente, las aspiraciones de las Cancillerías de Paraguay y Uruguay, sin embargo, la misma no satisface a la actual cancillería Argentina. En tal sentido el presidente Alberto Fernández, recientemente manifestó ´´ Me preocupa que el gobierno de Macri permitió que se distorsione el Mercosur: ¿Si cada uno puede negociar lo que quiera para que existe el Mercosur?´´.
Compartimos la preocupación, de algunos parlamentarios argentinos, “Queremos hacer un llamado a la necesidad de llevar adelante políticas de solidaridad y de cooperación más activas entre nuestros países integrantes del Mercosur antes que los Tratados de Libre Comercio” .Creemos que estas palabras definen con claridad la postura de la Argentina, el tenor de las mismas implica, que se trata de encontrar una salida consensuada, buscando evitar un aislamiento del hermano país, en el seno del Mercosur..
Tanto Argentina, como Paraguay y Uruguay, han manifestado, de una u otra manera, que la continuidad del Mercosur., no está en riesgo, ni tampoco lo está, la vocación integradora, pero como ya lo hemos dicho anteriormente, preocupa el atronador silencio, tanto de Bolsonaro como de la Cancillería brasileña.
Solo podemos especular con respecto a la futura actitud de Brasil en esta coyuntura, en tal sentido, como bien lo ha señalado Diego Hernández ha surgido en la región un nuevo panamericanismo que reaccionó exitosamente contra el giro a la izquierda.
Este nuevo panamericanismo regenera el antiguo bloque continental hegemónico -en el que convergía la oligarquía terrateniente, los intermediarios financieros, las élites políticas y los ejércitos de la doctrina de la seguridad nacional- en su nueva versión, en la que se agrega un nuevo sector financiero, ligado al lavado de activos y las iglesias evangélicas.
Este alineamiento panamericano adquiere un significado mayor a la luz de las transformaciones recientes del sistema internacional, se abandona el multipolarismo para pasar a una nueva estructura bipolar que divide al mundo entre los renovados bloques occidentales y euroasiáticos. La tensión mundial hace que para los EUA sea fundamental contar con el alineamiento continental, como sucedió en otras coyunturas similares.
Brasil y su oligarquía son un jugador activo e importante en la actual disputa. En tal sentido, resultan sumamente significativa la declaración llevada a cabo por el Ministro de Economía de Brasil, Paulo Guede “Oficialmente estamos en negociaciones con EUA para un Acuerdo de Libre Comercio” Si la Argentina también se opusiese a la celebración de este Tratado de Libre Comercio con EU, Brasil abandona el Mercosur. y lo negocia como Trump prefiere, bilateralmente.
EU prioriza un TLC bilateral con Brasil, el país con mayor territorio y población de América del Sur, con un importante mercado interno y una enorme reserva de recursos energéticos y naturales. Sin duda Trump desea recuperar Brasil de la influencia de China.
Trump ha prometido cuantiosas inversiones en infraestructura y ante la liberación de las reservas de hidrocarburos del Pre Sal, debido a la desarticulación de Petrobras, manifestó el interés de las grandes petroleras estadounidenses de participar en su explotación. EU ha logrado la sumisión de Brasil, el Gobierno de Bolsonaro le ha permitido lograr el mayor éxito geoestratégico de las últimas décadas.
Este relacionamiento que se está llevando a cabo entre el Gobierno de Bolsonaro y el de Trump implica que la Alianza Estratégica establecida entre Argentina y Brasil, fundada en los contenidos de la Declaración de Foz de Iguazú, que apuntaba, entre otros objetivos, a sentar las bases de un proceso de Integración Regional, el cual dio origen al nacimiento del Mercosur, está al día de hoy sumamente erosionada.
Creemos que los Gobiernos de los países integrantes del Mercosur., más allá de las diferencias ideológicas y de intereses, son responsables de velar por el bienestar de los pueblos de la Región, cumpliendo cabalmente esta herramienta con tal objetivo, más allá de las disonancias o tensiones existentes en diferentes momentos desde su fundación hasta hoy.
En tiempos de incertidumbre internacional y regional, económica, social y laboral, es de vital importancia cuidar éste y todos los instrumentos de integración, complementación, coordinación e intercambio dentro de la Región.