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Autor Tema: ¿Gatopardismo?... Economía verde: nuevos nombres, mismos objetivos  (Leído 304 veces)

OCIN

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Por... Camila Nóbrega, Joana Varon

Entre 2019 y 2020, sintiendo la presión de las protestas de consumidores/as e incluso de los empleados/as, ahogados/as por el humo de los incendios en San Francisco, sede de Silicon Valley, y aprovechando el revuelo en torno a la economía verde, las grandes empresas tecnológicas asumieron una serie de compromisos en materia de cambio climático.  Google prometió funcionar las 24 horas del día con energía libre de carbono en todos sus centros de datos y campus para 2030.  Apple anunció que "cada dispositivo de Apple vendido tendrá un impacto climático neto cero" para 2030.  Microsoft prometió ser "carbono-negativo en 2030 y para 2050 eliminar del medio ambiente todo el carbono que la empresa haya emitido".[6]  Facebook, haciendo caso omiso de su propio discurso público de centrarse en las emisiones de carbono, construyó una página web que consume muchos recursos, más sucia que el 73% de las páginas web analizadas por la Calculadora de Carbono de Sitios Web,[7] para prometer "emisiones netas de gases de efecto invernadero" para la cadena de valor de la empresa en 2030.

Además, Amazon –nunca hay que olvidar que se refiere a la multinacional de base tecnológica con sede en Seattle, que tomó el nombre de la mayor selva del mundo– se comprometió a que las emisiones de carbono de toda su actividad serán nulas para 2040.  También anunció un Climate Pledge Fund (Fondo de Compromiso Climático) de miles de millones de dólares para invertir en startups que desarrollen "tecnologías sostenibles y descarbonizadoras".  La iniciativa fue muy criticada por quienes señalaron que utilizar el modelo de capital riesgo para financiar soluciones no hace sino alimentar el mismo sistema que está produciendo injusticia socioambiental.

El Fondo fue también una respuesta –y una huida– a un escándalo que se desató luego de que la empresa amenazara con despedir a un grupo de empleados que hablaron sobre "el papel de Amazon en la crisis climática".  En este contexto, el CEO Jeff Bezos dijo: "Nosotros podemos salvar la Tierra.  Eso va a requerir un esfuerzo colectivo de las grandes empresas, las pequeñas empresas, los estados nacionales, las organizaciones mundiales y los individuos".  Pero... ¿quiénes son exactamente "nosotros"?

¿Gatopardismo? Bueno, la última vez que la mayoría de las grandes empresas tecnológicas actuaron juntas fue probablemente cuando todas ellas bloquearon las cuentas de Trump en las redes sociales, un caso típico de una situación en la que no había nada más que temer, nada más que perder y nada más que hacer, aparte de intentar mejorar su imagen pública.

Es parte de la estrategia mediática de estas empresas para garantizar que sus "acciones verdes" se comuniquen ampliamente en las campañas de marketing y en los medios de comunicación.  (Un dato a tener en cuenta: probablemente no es casualidad que Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, se convirtiera en el único propietario del Washington Post, una fuerza poderosa en la configuración de la política estadounidense).  Pero estos compromisos están muy alejados de la transparencia en su propia dinámica empresarial, y es más probable que se utilicen como instrumentos para mantener el statu quo y la lógica de reproducción capitalista.  No podemos olvidar que, incluso después de anunciar sus objetivos en el mercado del carbono, Facebook también fue señalado y avergonzado por beneficiarse de anuncios que negaban el cambio climático, algunos de los cuales incluso calificaban al cambio climático como un engaño.  Un informe de InfluenceMap[8] reveló "51 anuncios de desinformación sobre el clima, ejecutados en las plataformas de Facebook en los Estados Unidos, durante la primera mitad de 2020", que registraron "8 millones de impresiones en el semestre." El informe también señaló que sólo uno de estos anuncios fue retirado por Facebook.

El Grupo Carta de Belém, agrupación brasileña de activistas e investigadores sobre justicia socioambiental, identifica este tipo de proceso como un fenómeno al que "el capitalismo le da otros nombres para seguir reproduciendo sus formas de acumulación".  Es decir, los nombres cambian, pero la lógica de extracción y destrucción continúa.[9]  El grupo señala que la idea de desarrollo y progreso conocida durante décadas como "desarrollo sostenible" dio espacio a nuevos proyectos de futuro, entre ellos, la economía verde.  Sin embargo, la "economía verde" está directamente relacionada con la financiarización de la naturaleza y la llamada "gestión verde" de actividades como la tala de árboles.  Estos enfoques mantienen el business as usual, pero aparentan ser verdes y estupendos, y así escapan a la responsabilidad de responder realmente a los cambios estructurales.  Ahora estamos asistiendo a una ola de tecnología verde, y muy probablemente otros frutos como los "datos verdes" están en camino.

En las últimas décadas, las empresas se han visto presionadas para publicar informes medioambientales.  Los compromisos de las empresas en materia de cambio climático suelen venir acompañados de páginas web atractivas y bacanas.  Mientras tanto, hay una cantidad importante de información oculta en esos informes –o que se omite de ellos–.  Así que decidimos seguir algunas pistas...


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...