La impresionante remontada del lunes, que abortó de raíz el amago de corrección con que amenazaba el mercado, se reafirmó ayer con una nueva subida contundente a última hora, con la que los índices de Wall Street marcaron nuevos máximos de 18 meses, y que hoy debería trasladarse a Europa.
El Dow Jones cerró en máximos del día con un tirón del 0,95%, el S&P 500 se anotó el 0,72% y el Nasdaq tampoco quiso perderse la fiesta con un 0,83%.
De esta forma, Nueva York aleja las dudas sobre la ruptura alcista de la semana pasada y confirma que el escenario más probable es la continuidad de la tendencia alcista iniciada hace un año e interrumpida en enero. Ahora bien, la subida acumulada ha sido muy fuerte sin apenas consolidación, y tarde o temprano debe llegar la corrección.
La subida de anoche tiene estuvo apoyada por un dato de ventas de viviendas de segunda mano que, aunque cayó en febrero respecto a enero, superó las expectativas, lo que indica que la recuperación, aunque lenta, va cobrando forma. Tras el cierre del lunes, el comitíé bancario del Senado aprobó la reforma financiera propuesta por Christopher Dodd, que ahora debe ser votada por el pleno.
En otros mercados, el dólar volvió a subir con fuerza hasta niveles de 1,3497 unidades por euro, lo que en teoría es una divergencia con la subida de la bolsa. Pero la renta variable parece decidida a ignorarla. El petróleo se mantuvo sin cambios en 81,6 dólares y el oro cayó ligeramente hasta 1.097,4. Los bonos cayeron en precio, con lo que su rentabilidad subió hasta el 3,67%.
Hoy miíércoles se animarán las cosas en el campo macroeconómico con los pedidos de bienes duraderos y las ventas de viviendas nuevas; a diferencia de las usadas, sí se espera una subida.