Como dijo un alto directivo de una caja en una reunión con periodistas, es momento de regalar ollas para captar dinero barato del cliente. Los regalos son uno de los ganchos que la banca utiliza para atraer los recursos del ahorrador a un tipo minúsculo, aunque no por ello dejan de ser un pago en especie. Por lo tanto, sujetos a retención (19%) e IVA (16%).
“Los regalos tienen una retención, ya que se considera retribución en especie, es como un ingreso en cuentaâ€, explican fuentes de un banco del Ibex 35. “El banco calcula el TAE (Tasa Anual Equivalente) sobre el valor de compra del producto que se da al cliente por acogerse a la oferta. La retención se practica sobre ese TAEâ€. Así, a ojos de Hacienda no existe diferencia alguna entre si el banco te paga con dinero o presentes.
BBVA ha sido una de las últimas entidades que ha lanzado una promoción para captar liquidez a cambio de un regalo. En concreto, el banco que preside Francisco González da unas toallas de bambú si el cliente ingresa 3.500 euros a cinco meses. Como el TAE de la promoción es del 2,7%, el importe del regalo asciende a unos 40 euros.
El cliente tiene que pagar el 19% a Hacienda sobre esta última cantidad y otro 16% de IVA, por lo que el coste fiscal asciende a unos 15 euros, indican fuentes de una sucursal de BBVA. El banco retira esa cantidad del depósito abierto, por lo que a la hora de hacer la declaración del IRPF no hay que indicar nada, asegura este mismo interlocutor.
Según Bankimia, el mejor depósito de este segmento en función de la remuneración es el de Caja Murcia, que regala un ordenador portátil a cambio de realizar una imposición de 12.500 euros. El cliente tendrá que tener el dinero en la caja durante dos años con una rentabilidad TAE del 3,37% en especie. Si el cliente ingresa 25.000 euros, el plazo del depósito se rebaja a un año.
Por lo tanto, el interíés que ofrecen bancos y cajas con estas promociones está normalmente por debajo del de los depósitos a plazo al uso, aquellos que dan dinero a cambio de hacer una aportación. Santander, Popular, Sabadell, Caja Canarias Caixa Guissona o iBanesto, entre otros, se han lanzado a la guerra del pasivo con depósitos a doce meses que brindan una rentabilidad del 4%.
Otra promoción que ha sonado en las últimas semanas es la de Banesto, que regala al cliente una televisión de 32 pulgadas si domicilia su nómina por un periodo de 30 meses y un importe mínimo de 800 euros. Además, es necesario domiciliar tres recibos y pagar 98 euros de gastos de manipulado y envío. Al igual que la oferta de BBVA, el cliente tendrá que tributar a Hacienda el 19% del coste del televisor.
Este afán de los bancos por captar nóminas tiene una razón económica sencilla, tal y como explicó Banesto en su presentación de resultados de 2009. La retribución, al contrario de lo que ocurre con los depósitos a plazo, es muy pequeña, lo que permite a las entidades conservar sus márgenes financieros de cara a afrontar la escalada de los impagos. Un regalo en este caso es el anzuelo perfecto para motivar al cliente.
Los bancos no solo consiguen liquidez a buen precio con esta forma de proceder, sino que tambiíén persiguen vincular al cliente para despuíés colocarle cualquier otro producto, como puede ser un fondo de pensiones, una hipoteca o un seguro. Si el ahorrador tiene que estar con la nómina 30 meses, es evidente que el banco tiene el terreno abonado para llevar a cabo más acciones comerciales.
Esta estrategia de la banca de ofrecer un regalo para captar liquidez a buen precio comenzó con fuerza hace un par de díécadas. Por aquellas fechas, existían ciertas lagunas fiscales al respecto, pero Hacienda determinó que había que regular este tipo de retribución al cliente, que no deja de ser un pago en especie.