El Ibex paga la mala gestión económica
Publicado en Expansión por Carmen Ramos
A lo largo del pasado año la bolsa española no sólo se sumó a la recuperación de todos los mercados de renta variable, sino que se situó en el pelotón de cabeza de las revalorizaciones. Jugaba a su favor la diversificación de nuestros grandes valores y, sobre todo, la fortaleza de las cuentas de los dos grandes bancos y de Telefónica.
El dinero acudió a muchos valores, ya que el varapalo era generalizado, pero el hecho de que el Ibex 35 subiera el doble que los índices que agrupan a los medianas y pequeñas compañías mostraban que inversores domíésticos y extranjeros apostaban por las joyas de la corona.
En lo que va de año, el planteamiento es muy distinto y mientras las indicadores que agrupan las empresas de mediana y pequeña capitalización van salvando los trastos, nuestro principal índice arrastra una caída del 8,47% y se pone en el pelotón de cola de los principales índices bursátiles del mundo.
Este cambio de actitud hacia nuestro mercado surgió cuando se dio a conocer la caótica situación de la economía griega y la de los llamados países perifíéricos, entre los que se encuentra España.
Las advertencias de expertos económicos y bancos de inversión sobre el mayor riesgo de los activos españoles, por el díéficit que arrastra el país, pueden continuar e intensificarse. El hecho de que Grecia ya haya pedido ayuda al FMI y a la UE no va a aplacar los ataques contra nuestra economía, incluso puede azuzarlos, ya que nuestro gobierno sigue mareando la perdiz y , en todos los ámbitos se detecta su incapacidad para enderezar la economía.
Se confía en la pronta recuperación de los grandes países europeos y en que tirarán de la economía española y, por supuesto, que la fortaleza de Wall Street dará alas a nuestro mercado. Hay que esperar que sea así, pero lo que esta semana se ha visto en los mercados ha sido muy distinto.
Los inversores estadounidenses han sido prudentes. El temor a que los índices bursátiles se vinieran abajo, por el rechazo a la reforma financiera de Obama, se compensaba por los buenos resultados empresariales y ,por tanto, han aguantado el tirón. Sin embargo, y aunque no les quite el sueño la situación de Grecia o España, no quieren correr riesgos innecesarios y han sacado de su cartera los valores de estos países.