El huracán de mediados de semana provocado por la crisis de la deuda europea parece quedarse en una tormenta en un vaso de agua. Al menos en Wall Street, donde los índices aceleraron la subida del miíércoles en una nueva demostración de fuerza. Demostración que puede alimentar la recuperación en Europa.
El Dow Jones subió el 1,1% y se quedó al borde de sus máximos anuales. Como si no hubiera pasado nada. Y fue el que menos subió, puesto que el S&P 500 se anotó el 1,29% y el Nasdaq se fue hasta el 1,63%.
Detrás de la subida de ayer hay que apuntar los buenos resultados de Exxon, dentro de la tónica habitual de la temporada. Pero, sobre todo, una relajación porque Wall Street percibe que la crisis griega no va a ir a más despuíés de anunciarse más detalles del plan de rescate.
En la economía, sólo tuvimos las demandas semanales de subsidios, que bajaron menos de lo esperado. Hoy será el día estrella de la semana en este frente, con la primera estimación del PIB del primer trimestre, para el que se espera un crecimiento del 3,5% despuíés del 5,6% del cuarto. Tambiíén conoceremos el índice de confianza de la Universidad de Michigan y el PMI de Chicago, junto a Chevron y Procter & Gamble.
En otros mercados, el dólar corrigió despuíés del reciente subidón frente al euro. El petróleo lo aprovechó para subir hasta 85,17 dólares y el oro, en cambio, recortó hasta 1.168,8. Los bonos subieron ligeramente en precio y su rentabilidad cayó al 3,74%.