La historia minera de Arnao comenzó a escribirse mucho antes de que lo que hasta ahora se tenía constancia.
Un documento iníédito rescatado de los archivos del Ministerio de Cultura por los arqueólogos Iván Muñiz y Alejandro García constata que el yacimiento fue descubierto en 1591 por un religioso, fray Agustín Montero, vecino de Naveces, a raíz del hallazgo fortuito de lo que denominó como una piedra negra que presentaba características similares al carbón vegetal, el único que en aquel entonces se conocía en Asturias y con casi toda seguridad, en España.
Así se lo comunicó mediante un escrito al emperador Felipe II, que rápidamente se interesó por el asunto. Esa carta, manuscrita por fray Agustín Montero, es uno de los documentos recuperados por Alejandro García e Iván Muñiz, y según sus palabras, confirma que la mina de Arnao fue la primera explotación de carbón mineral de España de la que se tiene constancia, y por escrito.
El alcance del descubrimiento de esa piedra negra trascendió la fronteras asturianas. Felipe II respaldó el inicio de la explotación minera de Arnao y ordenó que la producción se exportase, a travíés del puerto de Avilíés, a Lisboa, sabedor de que en Portugal, que por entonces formaba parte de su corona, compraba carbón mineral a Inglaterra y Flandes para utilizarlo como combustible.
«Esta carta es el documento fundacional de la minería asturiana y peninsular», ratificó Iván ílvarez durante un acto celebrado ayer en el Ayuntamiento. La alcaldesa, íngela Vallina, aseguró que este hecho convierte a Castrillón en el «santuario» de la minería española, ante lo cual «el gobierno del Principado debería involucrarse de una vez en el proyecto de recuperación del pozo de Arnao para uso turístico». Guillermo Lainez, responsable de la empresa Sadim, anunció el inminente inicio de la primera fase de las obras.
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