Inigo Sagardoy, presidente de uno de los bufetes laboralistas más prestigiosos de España, opina abiertamente que una reforma laboral a tiempo hubiera evitado muchos despidos. "Una vez puesta sobre la mesa, el contenido de la reforma resulta insuficiente", dice.
Afirma Sagardoy, que la reforma ni ha contentado a nadie ni ha dejado indiferente a nadie "porque toca temas muy complejos". Y añade: "el gran problema ha sido la tardanza y que se centra más en prevenir la destrucción de empleo que en creerlo".
Escepticismo
Remarca el presidente del citado bufete de abogados laboralistas la "ocasión perdida", "una ocasión de oro". "No síé si conseguirá algún avance en este sentido con las enmiendas que se introducirán en trámite parlamentario, aunque soy algo escíéptico", admite.
Más optimista, mantiene, "al menos se ha hecho una reforma, algo que ya en sí es positivo, aunque hay que atender a la letra pequeña. De cara a Europa se ha dado un primer paso y ha sido muy bien aceptado".